20 jul 2015

Capítulo 97: Bon voyage

Eso de extrañar, la nostalgia y todo eso, es un verso. No se extraña un país, se extraña el barrio en todo caso, pero también lo extrañas si te mudas a diez cuadras. El que se siente patriota, el que cree que pertenece a un país, es un tarado mental. ¡La patria es un invento! ¿Qué tengo que ver yo con un tucumano o con un salteño? Son tan ajenos a mí como un catalán o un portugués. Estadísticas, números sin cara. Uno se siente parte de muy poca gente, tu país son tus amigos, y eso sí se extraña, pero se pasa...


A mi me gusta mucho remitirme a la historia para establecer relaciones y nexos con lo que disfruto a diario en mi vida, como si mi historia fuese historia que se repite, que muy probablemente es lo que es. Si echamos un ojo atrás, vemos que todo cambio de etapa, todo paso a una nueva era, viene dado por un acontecimiento importante, un hecho que supone un pequeño cambio, una pequeña revolución que hasta entonces no se había dado. No se pasa de la edad antigua a la edad media o la moderna así porque si, se toma como punto de partida un acto, una obra, un descuido, un accidente como la escritura, hasta descubrimientos o trances como el fuego o América. No es que a partir de dichas aristas la vida cambie radicalmente, para nada, al revés, la mayoría de las veces se sigue como si nada hasta que uno se acostumbra y aclimata a esa permuta, pero si que tiene que haber una pequeña muesca que marque un antes y un después. Creo que eso era lo único que faltaba en mi caso desde que anuncié con mayor o menor spam que en cosa de un mes me mudaba a vivir a Worthing. Pues bien, ese mes ha pasado, apenas cuatro pequeños capítulos de este libreto y ya estamos aquí. Si bien para que todo siga igual es necesario que todo cambie, si que es cierto que hacía falta una pequeña raya en la pared que indicase que se termina una etapa para empezar otra, cosa que llevaba mucho tiempo echando de menos pero que no se producía, aunque todo siga absolutamente igual que hasta ahora, salvo que en esta ocasión ese evento se ha producido. Si me dicen de echar la vista atrás y recordar días puntuales de mi vida en los que fuese plenamente feliz, no suelo recordar muchos, no diría un día en concreto como el más feliz de mi vida. Quizás recuerde etapas muy positivas, buenas rachas, momentos en los que me sentí totalmente vivo, totalmente pleno, totalmente consciente... Pero no diría una fecha concreta. Supongo que quizás el día en que mi hermana se recuperó por completo, el día de su comunión (ya que pude disfrutar de familia y amigos), algún día en el que alguna chica y yo fuimos uno desde el primer rayo de sol hasta el último, quizás cuando mi esfuerzo se vio recompensado con la consecución de alguna victoria por pequeña que fuese, ya fuese esta académica o deportiva, puede que la primera vez que grabé fuese un gran día también por todo lo que supone (y por abarcar esa faceta)... Pero vaya, seguiría sin quedarme con uno por encima de todos. Aún me faltan días grandes y que seguro llegarán, claro está... el día que refrende mi amor con la mujer de mi vida (no boda, no religiosa ni civil al menos), el día que nazcan los hijos que tengo pensado tener, ese momento en el que consiga estornudar sin cerrar los ojos o cuando me publiquen mi primera maqueta larga en war4. Lo que si que es cierto es que uno de los días más felices por todo lo que supone, al menos desde que tengo uso de razón y desde que paseo y os paseáis de vez en cuando por aquí tuvo lugar este sábado pasado. Quien bien me conozca sabe que no me gusta en exceso llamar la atención, que disfruto pasando desapercibido y que me pongo nervioso cuando soy el foco de las miradas, no se actuar excesivamente bien en estos casos, pero para que se den momentos inolvidables quizás a veces sea necesario todo esto. Tener bajo el mismo techo con la calor que hacía a familia y a amigos de distintos mundos de mi vida es el mayor regalo que se le puede hacer a una persona como yo. Se puede decir que no estaban todos los que son, pero si que son todos los que estaban. Echamos de menos a alguno que otro que por diversos menesteres existenciales no pudieron pasarse a brindar y a celebrar que me vaya (que es lo que hicimos, congratularnos de que estaré bien lejos y si dios quiere por mucho tiempo), a festejar que fuimos grandes amigos, hermanos, hijo de mis padres, nieto y demás todo el tiempo que esto duró y que fue bonitos teneos (y espero que para ustedes tenerme) presente de un modo u otro en mi (vuestras) vida/s. Agradeceré muchísimo a DF que se pasase por la liturgia, porque yo se que él no es muy católico y porque es con quien he decidido compartir esta etapa de mi vida (no hommo), porque para mi era muy importante que estuviese allí, y porque se que disfrutó y mucho de mi gente. Agradeceré siempre también a Marina que se pasase, por todo lo que fue en su día (y la huella que ello deja) y por lo que sigue siendo. No podía faltar esa chica que siempre ha estado y está (no hommo), en la que siempre confío y a la que siempre acudo cuando tengo un problema, mi Pepito Grillo y la que me ríe la gracia aunque no la tenga, por la que no pasan los años pase lo que pase. Gracias, Laura. Dar las gracias también a los de siempre, y los de siempre son los de siempre y para siempre. Más arriba, más abajo, más cerca, más lejos, más feos, más pijos, con más o con menos pelo, mas perdidos o más inmaduros, pero siempre, por, desde, y para siempre. Sos lo que lo sostiene todos putos, os echaré de menos en la más amplia, dura y nostálgica, así como bella, de las acepciones de la locución verbal transitiva "echar de menos". A las dos chicas que acompañan a dos de los de siempre, no les daré las gracias sólo por estar, si no por saber llevarlos por donde tienen que ir y hacerlos felices de esa manera que sólo ellas pueden (no hommo), ya que no sólo potenciáis su felicidad, si no que potenciáis por inercia la de los que los queremos. Os quiero. Y como no, aunque me cueste decirlo más que otras cosas, quizás por el peso que conlleva y por mi manera de ser: gracias a mi familia, que son los auténticos artífices de que a día de hoy sea lo poquito bueno que soy. No recuerdo una sola vez en que no haya gozado de un apoyo incondicional ante cada decisión que he tomado, por errónea que esta fuera. No recuerdo un sólo momento sin que estuvieran detrás mía para no dejar caerme o, en su defecto, para levantarme cuando no quedaban más cojones porque ya me había metido la ostia del siglo. No recuerdo una sola vez en la que no me hayan brindado todo su amor. Gracias papá por tus palabras y por tu ejemplo. Gracias mamá por estar en las sombras y perdonarme el que no sepa valorarte como mereces. Gracias Alejandro, a secas, para que te voy a decir más, capullo; bueno si, gracias por ir con las zapatillas de estar por casa al Katamarán. Gracias a Paloma por ser la guinda que todo pastel que se precie que quiera pasar a la historia debe de tener; por ser tan bonita. Gracias a todos por el amor, el cariño, y, en definitiva, por aguantarme; yo hace mucho que me habría mandado a tomar por culo de ser ustedes.

Dime con quien andas, y te diré quien eres. Sois todo lo bueno que se dice de mi, es un auténtico orgullo que manchéis vuestro camino compartiendo el mio, si no de qué. Gracias una vez más, y todas las que hagan falta.



Quinte con Los hombres de Mangy para eGarring




Ante días como el del sábado siempre te planteas el devenir de los mismos sobre la marcha, al menos un poco ¿no? Es como estar en un trampolín y tener que hacer uno de esos saltos con doble tirabuzón, escarpado y todos esos términos técnicos en los que van a valorar tu ejecución, tu destreza de movimientos, tu plasticidad, la dificultad del mismo, etcétera... Lo bueno de este tipo de días es que no es necesario que pase nada para que pasen a la historia, siempre serán recordados... pero por si acaso este no se quedó atrás. Aparte de haber dado ya mucho las gracias y demás, me gustaría darlas especialmente una vez más a una persona muy importante en este maravilloso dieciocho de Julio: el señor Jesús Quintero futuro lugarteniente capitán coronel sargento primero brigada mayor con muchas condecoraciones de la guardia civil, por saber tirar del carro como nadie y no dejar que el hype pudiese con él. Y es que las expectativas depositadas en él antes del inicio de la jornada eran tremendas y la presión muy grande, pero supo no dejarse amedrentar por las mismas y darlo todo con la categoría y la clase a la que nos tiene acostumbrados; esos que nunca fallan en las grandes citas. Dicho esto, lo más bonito del día fue ver mezclados a tanta y tanta gente tan dispar... Ver a Df dialogar con mi abuela supone un choque parecido al de la nave espacial en La vida de Brian, algo que nunca terminarás de comprender por completo. Poder ver echar un ratejo a Laura con todos, ver al canijo de mi primo con el sobrino de Rubén ponerlo todo patas arriba, sufrir un calor infernal juntos como hermanos miembros de una iglesia... Get ya know! Me gustaría decir que el auténtico inicio de la velada, para mi tuvo lugar tras el pregón de mi viejo, como no podía ser de otra manera. Ay compare' si hubieses caído tu a mi edad en estos tiempos... De ahí, hasta el termino de la comida, todo transcurrió como el más bonito de los protocolos. Con todo y con esto, la cosa pasó a mayores cuando desenroscamos la botellas y yo me eché un gin tonic porque me los echo para algún día decirle a Marta Sabugo que me acuerdo de ella cada vez que me echo uno. De ahí, hasta que cayó la noche, una caldereta más, siendo está la caldereta. Cuando perdimos la noción del tiempo, Colin tomó las riendas y el resto es historia. Grandes bailes rompiendo tarima (si por tarima podemos entender camioneta) al son del Informer o el Im' blue, grandes cánticos por bulerías, la mejor partida del juego de la silla que el corralón ha presenciado jamás y la jura de bandera más sentida que os podáis echar a la cara, palabrita. Visitas fugaces de plutonianos, hermana y primo y demás, pan mojado aparte, el reencuentro de Garry y Fernandito aparte, como grandes anécdotas, el festival de cultisetas fue todo un éxito. Pero la noche no acabaría ahí ni mucho menos, no podía irme yo de esta amada pedanía mía sin pisar el ferial y compartir con mis amados paisanos unas cocacolas y sin compartir a la gente de la que yo estaba disfrutando, por supuesto. A falta de Pepe bueno es el Deivi, que dice el refrán, y válgame si no dio juego nuestro colega. Pero sin duda alguna el que tiró la casa por la ventana fue Jesús tomando prestado el gesto que Rubén tomó prestado de Cristiano Ronaldo y guardando también para su repertorio el 'pavo real' que Laurita le regaló. Si seguimos vivos es sin duda porque la media de edad que por allí paseaba no era superior a catorce años, sin duda. Para terminar de rematar la verbena nos encajamos en la terraza de moda y compartimos los últimos bailes del verano, al menos los míos. Los últimos bailes, risas y abrazos. Espero firmas a pie de página recordando todas y cada una de las anécdotas de este día, ya saben, uno para todos y todos para uno. ¡Este coche se va a mover como no se ha movido en todo el día! 


Ludacris con DTP - Growing pains



Tengo que partir, mi corazón... antes que yo otros se fueron. Todos saben que las aves migratorias  siempre encuentran el camino de regreso. No llores más, mi corazón... que yo no busco el olvido.  Sólo busco futuro y horizonte, el faro que orienta al náufrago perdido. 

Regarás bien, mi corazón, nuestro jardín y los recuerdos. Y cuando pasees por el mercado brindarás a mi salud con medio y medio. Volveré muy pronto, mi corazón... y sanará el barrio enfermo. Todos saben que las aves migratorias siempre encuentran el camino de regreso.


Llega el momento, me piro... al filo de la mañana ¡que frío! ¿Quisiera usted decir unas últimas palabritas antes de partir? Pues si ¿no? Quería decir que tampoco da para tanto, todos los día hacen el camino de ida y vuelta miles de millares de millones de billones de personas y tampoco se le da tanto bombo, pero bueno, ya que estamos aquí, ya que hemos venido... He hecho muchos propósitos de enmienda, muchas peticiones, muchos ruegos y sugerencias, he entonado un sinfín de mea culpas, he dirimido y delegado mi responsabilidad en mi mismo y en otros... no se me ocurre nada nuevo, al menos en este momento, para este paso adelante que voy a dar. Probablemente dentro de nada piense 'mierda, esto habría quedado de la ostia antes de pillar el vuelo', pero uno no elije y gastar musas en esto me parece una perdida de karma o pérdida de cualquier causa azarosa del número limitado de causas azarosas que dispongo en mi vida (dentro del marco de la creatividad) que no merece la pena, sinceramente. ¿Que espero de Inglaterra? No ya abrir la mente, reventármela directamente. Ver muchas cosas que me gusten, ver tantas o más que no, que todo ello me cambie de un modo u otro para siempre, y que, durando lo que tenga que durar, que dure lo suficiente (que así será) y que esto sea mucho más que más. Punto pelota, no espero más. No espero un salario de la ostia, no espero comodidades ni lujos, ni conocer gente brillante (que ojala), ni alcohol ni drogas, ni sexo, quizás ni siquiera inspiración. Supongo que esto es lo que pasa cuando sublevas lo imprescindible a 'necesario' en mayor o menor medida, y lo necesario a prescindible. Tranquilidad en las masas, en UK también tendré colegas asesinos. Espero que vengan a verme, saben de sobra quienes de ustedes están invitados como saben de sobra que seré el mejor de los anfitriones y que gozarán de un viaje que contar a sus nietos. Aprovechen al principio, que chapurrearé peor la lengua anglosajona y pueden reírse de mi todo lo que quieran y más. Las fotos las estoy guardando para lo que se viene, así como tengo preparada una buena racha de historias, de esas que a ustedes os gustan... o no, vaya usted a saber, que sois muy raros cuando queréis. Nos olemos en las tabernas. Warped, como el Crash Bandicoot.


Disculpen si por necesidades de la vida me retraso en mi paseo matutino por estos lares, prometo volver con mucho que contar.


Tengo que salir de aquí, tengo que confiar en mi...



Dano - Arriba

13 jul 2015

Capítulo 96: Poca broma

Soy muy de Darwin, soy de Darwin a ultranza, hooligan de Darwin, darwinista desde chiquitito. Bueno, partamos de la base de que yo soy muy de personas con nombres y apellidos, soy bastante asiduo a la idolatría sin que por ello reluzca en mi un fenómeno fan. Quizás cuando fui crío si que era mucho más grouppie, pero ahora observo a según que personas bajo la lente de la admiración. Y me parece un ejercicio muy sano ensalzar los méritos y éxitos de nuestros semejantes, sobre todo cuando dejan un legado de un valor incalculable, que sirve de cimiento para que otros puedan seguir alcanzando sus metas que a priori son mucho más elevadas que las de estos pioneros, pero sin los cuales no se podría ni siquiera plantear el que hubiese algo que estudiar. También soy muy de aplaudir y colocar en pósters a aquellos que, con menos méritos que las grandes personalidades, consiguen emocionarte, ya que creo que tanto unos como otros son igual de necesarios. Retomando el hilo, el padre del evolucionismo siempre me ha parecido un genio, alguien absolutamente fascinante. Conseguir ser el primero en ver algo que siempre ha estado ahí, estudiarlo meticulosamente y refutarlo a pesar de las grandes taras que tuvo que superar me parece que reúne a partes iguales unos elevados niveles de osadía, talento, valentía y tesón. Sólo había que mirar, pero, hasta que el primero no se atrevió, nadie osó discutir según que leyes elementales. Imaginen la persecución que no sufriría este hombre, como tantos otros a lo largo de la historia. Imaginen como miraron nuestros antepasados al primer loco que optó por erguirse y caminar sobre dos patas cuando el resto de primates gateaban a duras penas a cuatro patas. Y lo que más me gusta de esta teoría es todo el margen de mejora que se le otorga al ser humano en el tiempo que está por venir. Para mi, la problemática tan feroz que existe entre los evolucionistas y los creacionistas es una nimiedad comparado con lo que ambas vertientes nos pueden aportar. Quiero decir, que si no nos atenemos a pies juntillas a lo que dice un libro escrito hace casi dos mil años y del cual resulta más que complicado refutar los cuentecillos que nos narra, si ambas teorías compartiesen un espacio común sería maravilloso. Ya he dicho muchas veces que para mi todos nosotros somos dios, todos y cada uno de los que habitan, habitaron, y habitarán este planeta. Pequeños dioses que emanan de una fuerza superior que está por encima de todos y a la cual pertenecemos y, joder, no es una idea nada descabellada, al revés, me parece bastante lógica, al fin y al cabo, todo tiene que tener un inicio, esto que vemos hoy en día tiene que haber comenzado en alguna parte, y, en caso de no ser así, seguro que la historia da mucho más de si de lo que nosotros estamos consiguiendo datarla. Con todo y con esto, que el ser humano se haya ido adaptando al medio en el cual tiene que desarrollar su existencia me parece un hecho mágico a la par que necesario, y es que, aunque pueda parecer lo contrario, la magia es muy necesaria, sobre todo en los tiempos que corren. El proceso físico de esta adaptación es patente, y posee mucho margen de crecimiento aún. El ser humano con su cerebro ha conseguido crear máquinas que consiguen que la percepción humana se desarrolle. Hay televisores hoy en día que nos permiten captar más resolución que la que el ojo humano consigue captar por si mismo, a la par que hay equipos de sonido que nos permiten percibir ultrasonidos. ¿Quien nos dice que dentro de x millones de años (si no nos hemos cargado la tierra antes) nuestros sentidos no se habrán agudizado gracias a la adaptación a estos aparatos y las generaciones que nazcan vendrán ya con los mismos desarrollados a esa escala? Nadie puede garantizar que esto no vaya a ser así (como también que se puedan atrofiar debido a la exposición a niveles dañinos para los mismos) y sin duda abre un campo de evolución realmente fascinante. Y ahora comienzo a exponer el punto al que quería llegar tras todo esto: si nos hemos conseguido adaptar al medio mediante pequeños cambios físicos (pueden contrastar si les interesa el tema), imaginen que no se puede conseguir si seguimos evolucionando pero en planos emocionales e intelectuales. Ese es el quid de la cuestión. No me cabe ninguna duda de que dentro de mucho tiempo, la sociedad no tendrá nada que ver con lo que conocemos hoy en día. Y es precisamente la gran des-humanización que existe, tanto en el trato con nuestros semejantes como la pasividad ante las injusticias que tienen lugar en el mundo a diario la que nos va a llevar a un punto en el que el ser humano se vea obligado a cambiar para mejor antes de llegar a un punto de no retorno. El bombardeo diario que sufrimos aunque intentemos no ser conscientes del mismo acabará por tumbar el muro de indiferencia que edificamos para que el dolor no pueda con nosotros, y nos hará ver que no se puede seguir así. Y se empezará por los que tenemos al lado, que es como realmente se cambia el mundo, en nuestro radio de acción. Cada vez es más frecuente encontrarte con gente que ha tenido relación con casos de hipersensibilidad, desarrollo extremo de la empatia, sufrimiento excesivo con el dolor ajeno... Todo esto no lo apreciamos porque estamos en una pompa continua y porque el escepticismo que rodea todo aquello que no hemos experimentado (hasta que lo experimentamos) tiene más poder sobre nosotros que cualquier hecho extraordinario que refleje atisbos de que "hay algo más". No es nuestra culpa, por otra parte. No hay medios, no educación, no hay cultura, y, lo que es más importante, en caso de que todo esto fuese real, no interesa que se sepa. La suerte que tienen es que, si bien este sentir es colectivo, comienza de manera individual y se necesita de muchísima entereza para agarrarte a un clavo ardiendo, ya que no es otra cosa que eso. No duden que el siguiente paso del ser humano, la siguiente revolución, en la que todos tenemos que participar, es esta, abrir los ojos no muy de cuando en cuando, si no todos y cada uno de los segundos que nos quedan de nuestro paso, al menos de esta forma, por este jardín. Si tenéis un ratito y queréis abrir los ojos una mijina (abrir los ojos duele), echad un ojo al documental sobre la vida de Sebastiâo Salgado, La sal de la tierra. Nadie debería morirse sin ver esa maravilla, sin ver como la belleza y el dolor se dan la mano y hasta se besan. 



Si me preguntasen quien es la persona de la que más he aprendido, no dudaría un segundo en contestar, sirviéndome la respuesta también para el otro par de tiempos verbales, de quien aprendo, y de quien aprenderé más (aunque no hiciese nada más en la vida, ya que con el legado que está dejando, y con todo lo que me queda por andar y experimentar aprenderé a valorar aún más no lo que dice, que no es poco, si no lo que hace, que es lo que realmente sustenta lo que una persona es). Obviamente esa persona es mi padre. Mi padre crea en mi un montón de sentimientos y sensaciones que no es que sólo experimente con él (porque más gente los ha despertado) pero si que lo hago de una forma especial, distinta. Me hace sentir afortunado porque él sea mío y no vuestro (no quiere decir que sea el mejor padre del mundo ni que los vuestros sean un desastre ni nada por el estilo, no, pero este es tremendo), y a la vez, me da pena y coraje que no todos puedan aprender y disfrutar de él como lo hago yo, es algo parecido a un noviazgo, que lo disfrutas, no lo puedes compartir, pero ves totalmente desdichados al resto por no poder llenarse de esa persona como tú lo haces. Padre hay sólo uno y dando gracias. Además, como te habla un padre no te habla nadie. Pero hoy no quería hablar sobre mi padre, quería hablar sobre el padre de una amiga. Da la casualidad que, por circunstancias de la vida, he compartido unos días de mis prácticas anglosajonas con el progenitor de Carmencina, mi colega de la que de vez en cuando he hablado por aquí con la que echo un café y nos aportamos distintos puntos de vista sobre todas esas cosas que tenemos en común, que no son pocas. Uno siempre se cohibe en cierto modo cuando trata con adultos y demás, más aún cuando existe un tipo de vínculo y este no está arraigado para nada ni es un lazo positivo, por mucho que no sea negativo. El caso es que, sin duda, desde el primer momento que entró fue con la persona con la que más conecté, primero porque me pareció la más interesante de todos los que estábamos allí (si exceptuamos a Ana, de la cual he tenido que despedirme porque ha terminado sus clases y desde aquí quiero mandarle todo mi cariño y decirle que tiene un pedacito de mi corazón para siempre y que esto tan sólo es un "hasta luego", aunque ahora mismo sería imposible que contactásemos porque soy un capullo, pobre de mi, que me he enamorado locamente, palabra), y segundo porque conectamos rápidamente a nivel intelectual y, de una forma que no suelo conectar con la gente a no ser que nos vayamos conociendo poco a poco: mediante el humor. Desde el primer momento que realizamos una actividad juntos fue un aprendizaje continuo y un semillero de risas. Hacía mucho que no me reía tanto. Siempre que ha hablado le he escuchado con suma atención y he aprendido de él mucho más de lo que he aprendido en muchas clases a lo largo de mi vida, y no me refiero al inglés. Además, he tenido la suerte de poder compartir pequeños ratitos a la salida en los que hemos hablado de estudios, de trabajo, de la forma de ver la vida y demás... Hacía mucho que no me encontraba a nadie así, me ha recordado muchísimo a mi padre. Además, como no nos unía ese vínculo, se rompía una pequeña barrera entre nosotros que nos permitía hablar de otra forma y le pierdes, positivamente, ese respeto que le tienes a tu viejo. Hoy, último día con él (siempre se van los mejores), al finalizar la clase me ha deseado la mejor de las suertes y demás, hemos podido hablar un poco de como llegó él a ser lo que es hoy y me ha dado una serie de consejos para Inglaterra. Os parecerá estúpido, pero ese tío ha captado perfectamente lo que soy como persona en cuatro ratos, escuchándome hablar sobre cosas triviales para practicar mi soltura con el inglés, y me ha desarmado en un momento, diciéndome algo que, no se muy bien si nunca me había parado a pensar porque no lo sabía, porque no quería saberlo o porque me importaba bastante poco, pero que, una vez caído en la cuenta, y dicho del modo que me lo ha dicho, sin maldad, y para ayudarme a abrir los ojos, me ha hecho pararme a pensar y mucho. En resumidas cuentas y, sin contextualizar en exceso ni desguazar el resto de la conversación que fue más que interesante, me dijo que debería abstraerme más de mi mismo, que debería dejar de cerrarme tanto en mi personalidad, en lo que yo creo, pienso o siento. Me podía haber bailado el agua con muchas otras cosas, los dos lo sabemos, y no hubiese sido un órdago ni mucho menos, pero debido a que se creó una gran confianza entre nosotros prefirió ir a un sitio que sabía de sobra que podía ser mucho más positivo. Lo suavizó contándome que él también era antes así, un poco, no tan como yo, y luego ya pasó a comentarme que debería de ver la vida desde fuera, que se aprende más cuando en lugar de mostrar lo que uno es, de querer darse a entender en todo momento, de expresarse, quizás a veces es bueno llegar a un sitio nuevo y meterse en nuevos ambientes en los que uno nunca hubiese imaginado verse. Y me parece un consejo tremendo, porque si uno siempre obtiene los mismos resultados de los mismos lugares o acciones que realiza, si quiere experimentar cosas nuevas o, de donde es factible que estas nazcan, es situándose a uno mismo en nuevos pasajes, y, a ser posible, si bien no con nuevas actitudes, al menos, sin todas las negativas que ya posee. Que al lugar al que voy tiene mucho que ofrecerme como para ir yo a querer ofrecerle a él antes, aunque probablemente acabe haciéndolo por inercia que es como realmente hay que hacerlo, y una vez vaya yo nutriéndome del mismo. Realmente me ha hecho caer en un debe tremendo que tengo. Y no lo digo para nada negativamente, ni siquiera me ha molestado cuando ha sacado uno de mis mayores (si no el mayor) defecto que tengo, aunque me cueste asumirlo: el egocentrismo. Curiosamente en el ejercicio de hoy me habían preguntado por mis virtudes y defectos y me costó encontrar defectos que no tuviesen a su vez consecuencias "positivas", y cuando menos me lo espero me encuentro con uno en la frente. Que cosas. Me ha dado auténtica pena que se acaben las clases de los tres compañeros que se han despedido hoy. Ha sido un regalo tener estos días con ellos. Serendipia. Supongo que pese a tener el mejor padre del mundo, hay gente por ahí que tiene también un buen viejo. Después de cosas como estas, entiendes el porqué de muchas otras. 


Con caracteres que nos hacen mantener las distancias, según las perdidas, según las ganancias, yo patriota del mundo, pero no de las divisorias, me pregunto si hoy existe un lugar llamado gloria... Tanta teoría, tanta sabiduría... cuanto mas sabio el hombre, mas peligroso, ¿lo sabías? Tantas y tantas son las mías, ten fe en ti, si en ti confías. La calle, el teatro, donde dos y dos son cuatro, nos vemos donde la gente se pelea, estaré en la ultima fila hoy me voy a Platea, donde no me llegue la... polvarea... donde no me implique, donde no me echen en falta, cerca de la salida por si encarta, donde no me hace falta decir quita que voy pa' allá, aparta, esta mierda me harta.


Vaya panorama. Por aquí huele a Worthing que echa pa' atrás. Estoy haciendo una lista de cosas que hacer antes de irme, para echarla en la mochila antes de pillar el vuelo y ver que no he hecho ninguna nada más pisar mi nuevo país. Emigrar. Para que luego no digan que no soy espiritual. Esa mierda es la que me mola a mi, la que me calienta, la que me motiva. Yo soy así, que le vamos a hacer. Os podría contar un montón de nimiedades de esta semana... que he pisado la terraza nueva del pueblo donde van los hijos de la droga y las que tienen las gomas de las bragas un poco flojas, que mi compare me ha pasado pruebas de mezclas de varios temas de Eleutheromanía y que a mi, para escucharme yo, me rentan y sirven, que avanzo con The wire que da gusto... Nada de provecho más allá de las clases de inglés, de un par de café con charlas más que amenas con Parejo y poca pesca más. Con la vuelta del calorcito y de las brisas nocturnas he quedado con MJ un par de ocasiones (por aquello de que el finde que viene no nos podremos despedir y tal porque se va a Conil) y hemos echado unos litros en la medialuna. Típico planazo de verano. El otro día recordábamos el primer capítulo del blog, en el que por cierto aparecía. Quien me ha visto y quien me ve. También tengo ya por aquí a los cabroncetes de Barcelona, que siempre está genial verlos, aunque hagan de tu casa un parque de atracciones y rompan el remanso de paz adulterada que impera en la morada que habitas. Tengo una buena cantidad de folios llenos de ideas, parece que chorrean, pero no les doy forma. No aún. Me recuerda al verano pasado, que salió todo de golpe cuando fue el momento. Necesito unas chanclas nuevas para andar por la ciudad nueva. Unas chanclas y un abrigo. Que paradoja ¿no? Vuelve a hacerse tarde igual que volverá Septiembre. Me ha llegado una bandera preciosa, pero no la voy a abrir hasta que alunicemos ¿te imaginas? Ya os la enseñaré. No hay fronteras, sólo símbolos, sólo lazos, pa' que sepan ustedes lo que tienen enfrente. Quiero ponerle parches nuevos a mi bosson de Highs. Quiero prestarle mi chapa de il Capittano. Quiero que mi equipo pasee las nuevas zamarras y quiero leer Sumisión de Houellebecq. Tengo en los cascos Vidalogía y una maleta vacía.

Para mi siguiente truco voy a necesitar un billete de avión, un diccionario y un may'. Keep calm and don't believe the hype.

Magic kids - Aire

6 jul 2015

Capítulo 95: Haz la prueba


De aquel invierno soleado y apacible, cuando cavidades fueron tugurios. Rascándome en cavilaciones la calvicie. Que el tiempo cuan pesado rueda lento y se precipita rápido y tanta una como otra inercia aflige. Encontró otra alma desvalida... suerte de salida. Y pa´ un misántropo, la calle siempre es dirección prohibida… Mueren sin hijos pero con antologías. No me hizo bien Bukoswki en letanía: espera soporífera la del día a la noche; languidecía... Los ojos cuando la memoria pesa, como todos, se derrumban en sus cuencas. O amanecía en demasía o no lo hacía, alevosía en el gris, insidia salivan sus lenguas ¿o acaso el odio aberra el periscopio? No es que no me acerque es que me siento distante; y ya a veces no me acerco, a veces, cuando no escribo contemplo y divago incluso con gente delante.

Se me había olvidado por completo el calor que hace cuando hace calor y la gran cantidad de insectos que salen a disfrutar de él por estas fechas. Siempre tiendo a hacer discriminación positiva hacia el verano, ya sabéis, me sugestiono con el rollo de que la vida es mucho más fácil en chanclas, que puedo pasear mis zamarras de fútbol (que ya ni eso porque se hace insoportable cuando aprieta la calufa), la piscina (que nunca piso) y lo ricas que están las cervezas cuando la temperatura es asfixiante. Pero ya está, verdaderamente es insoportable. Estás todo el día aplatanao', con un cansancio que no sabes a que se debe... Y yo que encima soy muy de estar cansado, tanto física como mentalmente, pues imagínense. Vamos, que estoy tan cansado que me dice Natalie Portman de hacer el amor y lo hacemos, pero cansado, con desdén. Aún así son fechas en las que la gente anda libre de ocupaciones (al menos los que aún no somos adultos del todo aunque debiésemos) y es mucho más fácil sacar adelante planes, por muy fácil que sea lo de decir de salir a tomar una simple coca cola al bar más cercano. Es por ello por lo que puedo disfrutar bastante de un pequeño rato acompañado de gente con la que suelo estar muy agusto, por poco que hablemos o digamos vaya. Así he podido esta semana tomar un rico café con Parejo, con quien siempre me he llevado tela de bien pero nunca conseguíamos parar para ponernos al día, o con Carmen y Javi, que siempre están dispuestos y con quien me lo paso realmente bien. Dejad que los niños se acerquen a mi. También he gastado mi tiempo con DF, MJ, Pepe y Marina, con unos buenos litros y los freestyles rutinarios. Una tarde con estos cunde mucho más que muchos días de tedio, es como si el destino te compensase dándote pequeñas cosas por todo aquello que te quita o, que en su defecto, no te da. Esta semana he empezado mis clases de inglés, el curso intensivo. Uno no puede llegar a un país foráneo a pecho descubierto y, aunque yo voy a llegar así quiera o no, una cosa es esa y otra es llamar la atención para que te caigan las ostias. Bien es cierto que no tengo contacto directo con el inglés desde que me moceaba, desde los días de vino y rosa en que solía engañar a bonitas zagalas y vivía al día sin preocupaciones, pero aunque el desuso haya hecho que mis conocimientos anglosajones hayan quedado obsoletos, es cierto que esto es un poco como montar en bici (aunque yo no sepa a que se refieren con esa expresión porque yo nunca he sabido montar en bici). El caso es que a poco que uno vuelve a entonar ese extraño acento se da cuenta de que todo sigue ahí, y por suerte hay bastante, por lo que sólo hay que rascar un poco para sacar a relucir todo aquello que uno aprendió en su día. Lo mejor de  todo es que me gusta ir a las clases, que me lo paso realmente bien, ya que hemos tenido la suerte de caer un grupo de gente muy majo y las actividades facilitan tanto el conocernos, aunque sea de manera muy superficial, y el echar unas risas, a la par que aprender bastante, no ya sólo de inglés, por supuesto. Para colmo, y espero no estar gastando toda mi fortuna de golpe, una de mis compañeras es de ese tipo de chicas que te quitan el hipo. El hipo, el dolor de cabeza, el reuma, la migraña y cualquier cosa que se ponga por delante. La pibita es la que más pilota de la clase en todos los aspectos, amén de ser simpática como ella sola y estar siempre con una sonrisa en la boca. Sobra decir que es preciosa, y hace mucho que no digo que ninguna chica lo es, así que créanme cuando les digo que es así. Quizás haya dejado pasar el tiempo desde la última vez que lo comenté para ganar un poco de credibilidad, que ya sabéis como son estas cosas, pero no hay mejor momento que este para ello. Parece que el verdadero coste del curso es por disfrutar de su presencia, al final hasta me dará pena irme. Na' ni de fly, no os ralléis, no veo la hora de coger el petate y pegar un portazo que suene como un signo de interrogación. Para terminar de rematar las faenas que son dignas de mención en mayor o menor medida, esta semana hemos grabado por fin el Opus IV de mi coleguita Zese, con quien aparte de afinar el micrófono tuve la oportunidad de compartir que ha sido de nuestras vidas desde cuasi el verano pasado hasta ahora, ya que coincidir toma pleno significado cuando se refiere a nosotros. Todo medianamente en orden y esperando a pulir esto que hicimos para compartirlo un poco. Ya saben, en las sombra, pero llevando la excelencia a ca' ámbito, más o menos.



Me quedan diecisiete días en tierras hispanas. Ojo cuidao'. Sigo preparando el macuto. Creo que no me van a caber todas las cosas. Bueno, creo no, lo se, pero me irán mandando todo aquello que vaya necesitando según me vaya instalando y arraigando por allá ¿que más puedo pedir? Yo sigo a mi ritmo, como siempre. Ya saben que soy muy de ir a ciegas. Cierto es que cada día que pasa se un poquito más de Worthing, hablo más fluidamente el inglés y estoy más y más concienciado (cosa que se supone que debería haber hecho antes de tomar la decisión pero bueno). Se que el día antes de pillar el avión estaré maldiciendo mi suerte y la maldita hora en la que se me ocurrió que era buena idea pillar el petate, pero se que esa idea sólo rondará mi cabeza algunos minutos. Es sin duda el proyecto en el que más ilusión he puesto. No me gusta mucho decirlo porque siempre que pongo mucho empeño en algo acaba saliendo mal, sobre todo por factores externos a mi, pero no permitiré que nada trunque esta aventura, y lucharé mucho por asentarme allá por un largo tiempo si las circunstancias son favorables. Me apetece mucho conocer una nueva cultura, me apetecen nuevos climas, nuevos paisajes, nuevas gentes, nueva lengua, el mar. No paran de decirme que por allí son muy fríos, pero no es que yo lo sea menos. Con mi calor me sobra y me basta, y se sin duda que quien entra en contacto con él puede llegar con el tiempo a compartir el suyo. Este año no voy a usar ropa de verano casi. Pasearé mi casaca de Denis por toda la geografía británica, lo prometo. Al menos mientras me llegan las de Víctor, Nico, Yehven y espero que Ciro. Prometo probar nuevos sabores y contároslo por aquí. Prometo conocer gente nueva, de hecho, ya estoy en ello. Y prometo aprovechar estos días que me quedan por acá, no vaya a ser que me de por echarlos de menos en algún momento. Ja! ¿Quien lo diría? Hace unas semanas re-estructuraba mis propósitos y quizás ahora debería volver a hacerlo. ¿Que tres cosas te llevarías a una isla? Creo que me voy a encontrar a mucha gente conocida por allá, ya sabéis de lo que hablo. No veo la hora de acabar mi jornada laboral, llegar at home y escribirme a la par que grabarme algo, tomarme un zumito, y dar un paseo. Lo que más me flipa de todo esto es que lo último que escribo por acá es muy muy flojo, y eso quiere decir que la cosa marcha bien, miren si no que pasó con aquello de las grandes entradas... Se está cociendo algo, ya lo verán.

Fantan Mojah - Rasta got soul