30 mar 2015

Capítulo 81: En los desiertos por habitar

Puede que durante todo este tiempo hayas estado buscando en el lugar equivocado. Hay montones de tierra por todo el parque. Cada vez que creías haber encontrado un tesoro has terminado con otro montón de huesos de muerto entre las manos. Pero no te preocupes. No eres una mala buscadora de tesoros, simplemente estás buscando en el sitio equivocado.


Como decía Tone, he llegado hasta este hoyo después de caerme en to's los hoyos anteriores. Y lo primero que he hecho en este hoyo es cambiar las cortinas y darle una mano de pintura. Luces, cámara, acción. Entre polaroid y leika mis negativos se están oxidando y mis fotos asoman unas tonalidades amarillas que avistan que le han pasado por encima más años de los que realmente les han pasado. Entre tanto encolo las gomas y empiezo a hacer de los dos segmentos de mi parte de la mesa mi trinchera, y devuelvo bolas como devuelvo balas. Del folio hago mi ring, y de estos barros haré mis lodos. Estoy agazapado y parece que no hay nadie acá, que no me muevo. Hasta suena el eco. Se vuelve a crear un puente en el que de un modo u otro tengo algo que ver. Y se reían cuando decía que yo sería arquitecto, nexos, huesos. Volví a aguantar una noche más más de la cuenta, cuando empieza a clarear, a pasear por calles en las que si afinas el oído se oyen ruidos en los portales. Infojobs empieza a ser mi barman y el paso de la pubertad a la edad adulta me está costando bastante más que cualquiera de los anteriores, y quien bien me conoce bien sabe que nunca he sido yo muy bueno en eso de cambiar de etapa, como tampoco he sido un gran piloto de las mismas. Tengo a mi conciencia atrapada, solapada, entre dos generaciones. El mundo cada día me aprieta más con el jet lag, para el cual no hace falta tener que coger un avión. Tampoco lo cogería, tal y como están las cosas. No quiero ir más lejos de allá donde me puedan llevar mis pies. Supongo que siempre se puede acabar con aquello de mis días no son para tanto (no al menos ahora). Recito. Me visto. Explícale a tus fans que tú existes porque existo.


Una chica me dijo: No hay porque tener miedo. Las cosas dulces y bonitas seguirán ahí cuando consigas despertarte. Yo estaba despierto, así que imaginé que era ella la que estaba dormida.

¿Saben todo eso de "podría unir mi vida uniendo casualidades"...? Blablabla. A mi me pasa igual pero abarcando desde la primera canción de Los burros hasta la última canción de Manolo García. No recuerdo ni una sola de las múltiples etapas de mi vida en las que no haya una canción de alguna de estas formaciones. Este sábado he tenido la oportunidad de disfrutar de un grupillo de colegas que comparten (con, al parecer bastante gente, ya que el bar se petó) su amor por este conjunto de retales de nuestra vida, y que versionan en directo las canciones más emblemáticas y conocidas de los discos más punteros. Como no podía ser de otra manera, ese ratito fue, hasta lo que llevamos de año, sin duda y de lejos, el mejor de estos tres últimos meses. Y lo fue porque fue una especie de comunión con mi pasado, porque afloraron muchos recuerdos y porque con mayor o menor melancolía, un chupito de nostalgia nunca amarga a nadie. Volví a dormir con las hermanas Gilda en una cama grande, a regalarte mi caballo tordo; volvió a no dormir mi perro junto a tu candela, a pedirte que me abras la puerta niña, a sugerirte lo de hacer el amor bajo el lucero del alba, a recordarte que si tú no estás las mañanas se visten de canciones tristes, volví a escribir esta canción por no poder estar mirando tus ojos. Volví a bailar como un indio y además de verdad, volví a ser aquel ladrón que busca su fortuna, a mecerme sobre oscuros abismos, sobre mares absurdos, a escribir con lápiz y tinta. Y que bonito todo, hasta el echar de menos a Laurita a mi lado, hasta el cantar abrazado junto a Garry con una sola voz. Al fin y al cabo él fue el que me metió el gusanillo hace muchos años, como yo he hecho de esas canciones una homilía para otros, como conseguí que mucha gente al escuchar según que acordes, me recuerde, aunque no sean de rap. Más pronto que tarde volveré a volver a bailar con esta gente que alegra la vida, y espero que con muchos más de los míos, sirviéndome entre tanto, lo que me apetezca.

¿Por que esas flores raras crecen en las aceras para ti? volveré a cogerlas ¿sabes? No me acostumbro a estar sin ti...


Manolo, el burro y cia - Tributo a los burros, el último de la fila y Manolo García


Olvídate del mapa pero no te olvides del tesoro...

23 mar 2015

Capítulo 80: Nada crece si no come

¿Que tal les va con sus zonas de confort? Yo ando aquí tumbando en la mía, mullidita, de esas que va cogiendo la forma de tu cuerpo de tal apalanque que vas pillando. No se que coño voy a hacer con mi vida, y como siempre que no se que voy a hacer con mi vida, me gusta procrastinarme, sugestionarme, autoengañarme y todas esas formas de mentirse a uno mismo o de mirar para otro lado cuando te están cayendo las ostias como panes. En eso si que soy un auténtico artista, son años de experiencia, me sobra talento. Al menos respiro puro y el entrenamiento me da la vida. Esta semana he pasado a engordar oficialmente las listas de paro de nuestra amada patria, y en el Sexpe me saludan como si fuese un colega de toda la vida. No veo la hora de que llegue esa edad de echar chatos de vino con los colegas y las boinas mientras tiramos las mañanas en el centro de salud, y afilamos nuestras viejas lenguas verdes. He perdido el control total sobre el almanaque, salvo los fines de semana que cumplo con mis obligaciones arbitrales y me dan mi pequeña remuneración semanal que me hace sentirme útil paraconmigo mismo. Dicen que tengo que marcarme objetivos. Por si acaso repasé los propósitos que me plantee hace tres meses y veo como no cumplo ni medio, ni mucho menos este dos quince está abasteciendo el hype con el que lo celebramos desaforadamente. Va, estoy mintiendo como un bellaco, tampoco fue para tanto aquella noche. De vez en cuando los pronósticos se cumplen. A veces agarro el pincel como si fuese un florete y el público aplaude y dice: ¡oh, que bueno eso! Ay si supiesen... Pero yo no soy de rendir si no quiero, y si el entorno no me gusta no suelo querer. Eso si, de ahí a conformarse, a resignarse, hay un trecho. Sobre esto os hablaré pronto, pero mejor en verso. Hablando de versos, espero que caigan algunos pronto, se me están acumulando en las catacumbas pero, que coño al final siempre pierdo yo. Tampoco es que me preocupe, se quien soy desde que me levanto. Enviar curriculums debería de poder incluirse en el curriculum, me estoy haciendo experto. Si me pagasen por las cosas que hago bien sería millonario. A veces miro desde lo lejos la independencia, le lanzo un guiño y reculo. Pero por momentos recupero mi espiritualidad, ya sea entre páginas o divagando con alguna amiga. Sólo por esos pequeños momentos merece bastante la pena gastar el resto del tiempo. Gastar. Dispenso. Estoy escribiendo eso que aparece en las películas con un fondo negro bajo las letras "X (período de tiempo) después". No pidan por mi, ya no soy un niño.


¿Autocrítica o un corazón crítico? Un retablo desde lunas llenas hasta desamor y desarraigo, y sigo pintando claroscuros... Si hablo de la vida precipítome a un discurso prematuro, si, mejor hablo de fases, dioses, quiero recuperar la fe en mi espiritualidad. Me cuesta demasiao' olvidar y poco recordar, y soy sensible, como de cristal, más filósofo que vos con psilocybe. Artista, si pasas la criba sabrás que la envidia guillotina y que esa vida exige. ¿Con quien comparte uno sus derrotas? Antes he sincerado un crimen, yo escribiendo hasta en las tapas. Dicen: ¡nada! Dios es un trauma. Un escritor con tramas, dramas, sin salida visible. Más que otro drama con principio feliz, una daga saca a otra y así, yo que llevo desde los sixteen, ya sabes... la sinceridad tio, buah. Estoy más guapo rapeando como que la sonrisa tiene más proyección que el intelecto y un pasao' maltrecho, te guardo un trecho, así que de hecho, pienso que va siendo hora de comer menos, suelo... Nadie supo valorar mi desnudez de alma, pensé que compartir era exhibir mi confianza y no ultrajarla, y a veces erré errando con principios férreos, deje de arar, me obligan a surcar. Confío en lo que entierro pero no en el viento y recelo de la lluvia desde hace na' (...) Un rey con virreinato con una volldam y un golden manío. ¡Enfrío tús delirios de grandeza! como la vida a medida que pasa. buscando cariño borracho en plazas, o el destino se retrasa o es un desconsiderado... Ora parece oro, ora parece un infeliz con todo, olvidando, mirando al Tibidabo* recordando, contrariedades que alojo como casas ocupas, tirando fichas gratuitas (...) Estaré tras un insulto de lo más poético, cuando discrepo entre dignidad y orgullo ¡no se! Si estoy por respeto o por lo último. La reiteración no es redundante si enfatiza, sigue guapísima eh... la puta de la vida, ey yo, la puta de la vida. Música para autoestopistas, guías de poder para gente mágica, relatos de una vida, el existencialismo, novelas autobiográficas. Correspondencia no correspondida. Blanco y negro claroscuro, dicotomías, de la ciudad y el tiempo y su gente, encuentros y desencuentros, habituales...

La puta de la vida.

Me pregunto si mis genes tienen que ver en mi leit motif, para mi no hay música sin feeling, dejo a las calles hablar, al metro hablar, a gente hablar, deslizar mi psicoanálisis y no es juzgar si no jugar a un proxí-mo a un egoísmo natural, que tu amor propio jode a mi amor propio, y aquí nadie es narcisista sólo es autoayuda, guardemos la distancia ínfima entre amor y odio que la nada salva la distancia infinita entre nosotros y es una lástima el recuerdo marchito y sigo asiduo al tedio, así la vida, que sólo paso página si la relleno...

Puedes matar neuronas si tienes más que los demás, es más, debes hacerlo. No es moralmente lícito campar a tus anchas mirando al resto de la sociedad desde unos zapatos más altos y exigirles que hablen de la perspectiva de la misma forma que tú y que la entiendan y perciban igual estando en tal desventaja. Afino mis sentidos, pero no en el sentido de agudizarlos, si no de ponerlos a punto, de hacer que funcionen con puntería meridiana, de colocarle los presets adecuados a las condiciones de esta sala. Oteo, porque puedo. Ya se lo que significa este verbo ¿Como entender al samurai? Que putada es esperar a que te crezca el pelo. Que putada cuando la medicina produce su caída. Unos le echan gasolina al yate y otros atan sus pateras con ropa vieja. Si me van a disparar que no usen balas de fogueo. Que irónico que el ser humano haya creado videojuegos de guerra, divertirnos a costa de nuestras habilidades para matar. Vanagloriarnos. Que orgulloso estaría Marte, aunque siempre me gustaron más los cuentos sobre dioses griegos. Al fin y al cabo las historias sobre dioses no son más que eso, cuentos. Jugamos a matar porque no podemos matar de verdad. Aún así, en la sociedad de hoy en día no habría pelotas para matar, estamos hechos de otra pasta, nos cagaríamos encima, y disfrutamos de un placer ficticio ya que no lleva una carga de responsabilidades atada en sus espaldas. Nos masturbamos porque no podemos hacer el amor con quien se desea. Nadie elegiría masturbarse pudiendo hacer el amor. Pudiendo hacer el amor con quien uno quiere, claro. Siempre se puede hacer el amor. Pero para eso hacen falta dos. Por eso a veces nos masturbamos cargados de miedo, por la carencia de alguien a quien hemos dibujado, a quien esperamos. A alguien, o algo, que en definitiva, quizás no existe. Otra vez la paja más triste. Para mi se han masturbado en directo, justo delante mía, y no había amor en sus ojos. García Márquez decía que el sexo era lo que le quedaba a los que no les quedaba amor. Esa frase me hizo mucho daño un tiempo. Cuando se tocaron para mi supe que se nos había marchitado para siempre. Pensé que algo así le sucedió al que podía escribir los versos más tristes esta noche. Hoy prefiero mi cínico cinco contra uno a que huela a látex y tener las manos pringadas de lubricante, porque ya te huelo venir, te huelo tanto como ganas tengo de que vengas. O puede que solo huela a derrota. Siempre pensé que el amor y el fracaso no huelen de manera tan distinta, pero nunca había tenido tan afinados mis sentidos. 

Ah, todo esto es figurado, coma, metáfora.

Mi.Amargo - Love & leave

16 mar 2015

Capítulo 79: El último que cierre

Esta semana he aprendido mucho, quizás incluso demasiado. Y lo mejor es que he aprendido de esas pequeñas cosas que parece que no tienen excesivo valor, que no tienen mucho donde rascar, pero que sin embargo le dejan a uno un rato reposando y haciéndose consciente de. He tenido la oportunidad de entrenar con todo un campeón de Europa de tenis de mesa. Un hombre que quedó en silla de ruedas por un accidente, y que posteriormente perdió su mano derecha, con la que jugaba, con lo que tuvo que aprender a jugar con la izquierda. Me parece algo increíblemente brutal, como ejemplo de superación, de amor a algo, de pasión y sobre todo, de cojones. Vino a entrenar con su hijo pequeño, Aleksander, que ya empieza a soltar el revés de una manera en la que se pueden aventurar futuros rasgos de uno de los mejores reveses que ha visto el circuito, aunque aún queda mucho por pulir. Estuve cosa de una hora peloteando con su padre y fue todo un honor poder compartir cancha con, nunca mejor dicho, todo un campeón. Disfruté cada pelota que toque y me dejé los cuernos con mucha más alegría que de costumbre, que puestos a ser francos, no es ni mucho menos poca. Cada día me encuentro más fino aunque aún queda mucho para volver al que fue mi nivel y muchísimo más aún para adaptarme de nuevo al juego y al nivel de la competición, pero es tan jodidamente rico y gratificante que no lo cambiaría por nada en el mundo. Por otra parte sigo cogiendo responsabilidad y galones a la hora de arbitrar, y ya me ponen partidos con cierta intríngulis, cruces de eliminatorias para el campeonato de Extremadura, en los que no sólo disfrutas de poder poner paz si no que además disfrutas del nivel de juego y trabajo de los equipos, y empiezas a tener cierto trato con los jugadores y entrenadores de los mismos, con los que puedes echarte un café pre-partido o unas cañas post-partido. En este caso no fue así porque tenía otra serie de obligaciones que cultivan mucho más por dentro y riegan los simientes. Este fin de semana volvía a estar marcado con pintalabios en el calendario porque sabía de sobra que volvería a hacer el amor. Y así fue, volví a ponerme delante del SH y a hacer manitas como sólo las hago con él, a encontrarme y conocerme de una forma en la que sólo puedo hacerlo a través del cable y no la carne, a dejar parte de mi, a abrirme con bisturí y a coserme con el fil D'Arianna los puntos de sutura. Y siempre que tienes a Juanmy al lado pilotando las naves que arden más allá de Orión pues no hace falta ni abrocharse el cinturón de seguridad y simplemente coges palomitas y disfrutas del viaje intergaláctico. Sobra decir que como siempre, nos faltó tiempo para todo lo que queríamos y debíamos hacer, pero vaya, es algo con lo que contábamos más allá de que nos guste dar palos de ciego con nuestras cábalas, porque así somos felices, elucubrando, y trece bendice mi fe. Mientras todo sea cuestión de tiempo y medios y no de talento y saber hacer, podemos estar tranquilos, porque no nos hace falta ni que todo llegue para saber todo lo que hay. Prometo dejaros disfrutar pronto de mis aleaciones con el norte, prometo regalaros mi desnudo sin pediros el vuestro a cambio, mis pajas son mentales. 

Y para rematar un poco la semana, en la que pude volver a tocarme bien fuerte con el escudo del atsu y las siglas de mi pecho porque volvimos a reinar por Europa, pusimos fin al sábado en la mejor de las compañías posible, más allá de que Rubén ande haciendo de sus fresas su caballo de batalla y no podamos disfrutar de su presencia en directo. Volver a juntarnos todos para echar una cuatrola en el Candy y tomarnos unos zumos tal y como están las cosas sigue saliendo más barato de lo que piensan y nos hace ser más privilegiados de lo que nunca seremos conscientes. Puedo mover con Jesús la cabeza en su coche y bailar el Satisfaction, puedo cantar el Rubén Castro alé con Garry y con Ángel y puedo despedirme de Mangy con un achuchón bien fuerte ¿que más queréis que pida? Por si fuese poco hicimos del domingo una celebración atípica a medio camino entre cañas y café, con Lorenzo saliendo a pasear para nosotros y con Eólo siendo clemente. Caen las horas y hacemos de la vida un lienzo en el que aunque no poseamos los colores más bonitos, dejamos constancia de un trazo tan pulido como nuestra técnica, tan certero como sincero. La ruleta gira, señores: hagan juego.


Yo que solo sé llorar por dentro, vigilo la presión de mi ataúd es lo que intento,conozco mi talento, mi virtud y mi defecto... y el eterno rechistar de latitud al que me enfrento. En este azul baúl de invierno que no deja volar, yo tengo una vida fabricada con sentencia, se está tiñendo gris este cielo de aparencias, de mis caricias de triste arrepentido... por inercia voy perdiendo el sentido, me siento solo y escribo, decido cada verdad, reacio a mi soledad en un palacio edifico...

Mirar desde la peana no es fácil. Yo solía usar el podio para atarme los cordones, pero una vez que te subes es harto difícil no mirar con el vértigo que provocan las alturas. Ese extraño desnivel que te aprieta en la barriga y que te hace arrojar todo, aunque no hayas comido. Resulta paradójico que esta sensación nos invada cuando el punto de gravedad que guarda nuestro equilibrio no está asentado establemente, más allá de que tengamos o no los dos pies apoyados en el suelo. Lo mismo pasa con la vida. Tengo un tubo que recorre mis cavidades intravenosas y que está conectado con el que surte líquido a la tinta del bolígrafo. Tienen mi sangre en un tubo de ensayo. Primero supe quien era, luego que debía hacer. Mis amigos dicen que puedo seguir esperando si quiero que la vida haga justicia y nos ponga donde debemos estar. Me corto el pelo una y otra vez, y otra vez y otra vez. He caído en la cuenta de que no tengo habilidades sociales para resultar interesante a gente a la que no me importa parecer de ninguna manera, pero no estaría de más no encontrarme tan incómodo en según que situaciones porque se me atisbe desde demasiado lejos que me es indiferente caer bien o caer mal. Quizás sea un lastre, quizás una virtud. Válgame, ya salió el orgullo a pregonar. No va a haber ningún momento mejor para jugárselo todo a una, a cara o cruz, a mi o a mi, ahora que la suerte me sonríe. Mi espacio vital es un círculo muy pequeñito y la presión me hace no saber si estoy demasiao' dentro o demasiao' fuera, pero mientras más apretado estoy más espacio tengo. No-se-comparte. No aún, no se merece. No se si coger a la vida del culo o del cuello. Ahora soy capaz de vivir todos sus problemas sin tenerlos, y eso me hace poder disfrutar mejor de las vistas, de mi tumbona y de mi sol, de vaya sol pa' un lunes, de vaya sol. Podría haber echado la vista atrás antes de haber empezado a redactar y ver donde y a que andaba el año pasado. Y pienso uf, como si fueran a cogerme. Necesito una isla pa' pensar en partículas elementales. A la que pasa le hago "así así" con la mano, como mi colega, y le digo "nada nada". Sobra tiempo y falta humo. Faltan medios, sobra actitud. Nada me falta, todo me sobra. Hay fotografías que te alegran la vida. Luego está Alessandra Mastronardi. 



Cráneo y Rels beats - Green room


9 mar 2015

Capítulo 78: Antes del apagón


Que mejor excusa para dar forma a una firma que dejar constancia de mi estancia trimestral en las instalaciones de CanalEx ¿no? Al final hasta me dará pena acabar y todo... una polla como una olla. No veía la hora. Y ojo, he estado más cómodo de lo que parece, se han portado conmigo genial y he aprendido todo lo que se puede aprender de una experiencia como esta, pero llega un momento en que sabes que has exprimido todo el jugo y te subes al podio y escupes: ¡que pase el siguiente! Y eso que la última semana ha sido con diferencia la mejor de todas. He pasado un par de días toda la mañana en control de audio, con Raúl, un chaval que se viene todas las mañanas en mi bus, y que me estuvo explicando el funcionamiento de la mesa de mezclas, los pluggins, la configuración, instalación de sets y efectos y demás. Hasta tuvo tiempo para echarle un ojo a nuestro humilde trabajo dentro de la música y aparte de darme la enhorabuena por el contenido y la calidad, me dio algunas pautas para mejorar nuestro trabajo. Otro de mis entretenimientos semanales fue instruir a la nueva becaria en sus labores en aquesta nuestra gran familia audiovisual. La chavalita era tela de maja y además muy intuitiva, hubiésemos hecho muy buenas migas de haber coincidido más espacio-temporalmente pero ya saben que la providencia dispone a su antojo y a cada cual sólo le queda aceptar los entresijos de su destino. Una de las cosas que más me agradó de esta llegada es que a uno siempre le gusta que le bailen el agua, y a mi hace mucho que no me la bailaban. Pero lo curioso, y que a la vez más me gustó, es que era la primera vez que lo hacían respecto a mi manera de desempeñar el trabajo. Se ve que en estas semanas me ha dado tiempo a desarrollar ciertas dotes que para aquel que las maneja con destreza no son gran cosa y para aquel que lo observa desde fuera con su prisma de novato, como me pasó a mi los dos, tres primeros días, son un lujo que pocos se pueden permitir. No está de más que de vez en cuando le miren a uno con el halo del misticismo que provocan aquellos que ves como seres superdotados. No es que tuviese que hacer gran cosa en mis fct's, pero la verdad es que la hacía bastante bien. Por lo demás, estos últimos días son esos días que más te llenan porque ya eres uno más de los de allí, tú te sabes el nombre de todos y ellos se saben todos el tuyo, empiezas a tener trato más allá de la tarea que haya que desarrollar y empiezas a adaptarte al ecosistema de la empresa. Algún día me echaré una novia en CanalEx y entraré a formar parte de la plantilla, que es como rulan por allá. Paz y amor para esa gente, desde la perspectiva del que ya sabe como funciona este mundillo, aunque sea por encima. 

Por lo demás esta semana no fui ningún día a entrenar porque estuve literalmente muerto de cansancio, ya que diez horas diarias desde punta mañana de aquí pa' allá o apoltronado en la silla dejan a uno sin muchas ganas de nada, con lo cual empiezas a entender bastantes cosas, no te hace falta de un periodo de tiempo mucho más largo y continuo para cerciorarte de que ciertas rutinas queman a cualquiera y matan pasiones. Quizás el estar lejos de eso mucho tiempo me hizo depositar más amor en según que cosas o personas que en mi mismo, pero al fin y al cabo uno no es más que la forma que queda cuando la vida te curte a base de ostias y alegrías, sólo que unos son como arcilla y otros como mármol, pero a todos les curte, a todos nos curte. Empecé a leer Un mundo feliz de Aldous Huxley, que como no pongo nada por aquí últimamente, parece que no leo, ni veo películas ni nada. Encargué también el libro Ilustres ignorantes de Pepe Colubí, que a buena cuenta me amenizará bastante los días. El Sevilla ha vuelto a la senda de la victoria y yo he vuelto a la senda de no salir los fines de semana y de gastar la mitad del tiempo del mismo en arbitrar, actividad que no es que te alegre la existencia pero te alegra la cara una vez llega la retribución, retribución que por suerte o desgracia aún no tengo en mi poder. El sábado pasé la tarde entera con MJ y el tiempo se pasó tan rápido que parece mentira que echásemos toda la tarde. Ya saben todo lo que ello implica. Me mola tenerla en mi vida. Y el resto del tiempo lo invertí en escribir Jardines colgantes, ya que tengo un coleguita por el norte que hace magia con los platos y me mandó un pepino de instrumental en la que se puede escuchar a Barry Manilow haciendo de las suyas por debajo y que incitaba a uno hasta casi a arrancarse por bulerías. Si todo va bien, que no tiene porque no ser así, el fin de semana que viene me veo las caras con Juanmy y los dos nos las vemos con la maquinaria hi tek para rescatar todo aquello que nos dejamos por el camino. Pero vaya, que yo ya no hablo de más porque no estoy en potestad de ello, que luego pasa lo que pasa y parece que no me tomo en serio mis quehaceres y menesteres. Por cierto, una cosa más antes de acabar mi resumen netamente rutinario de lo que ha sido la semana: sólo quiero añadir que este par de frikis molan bastante, ¿es o no? A ver si pronto la del bombín se viene de farra a nuestras celebraciones navideñas amenizadas por el patriarca del patriarca, keep it raw! 


Patty de Frutos - Llamé al futuro y no lo cogió nadie



Otra vez me ha vuelto a coger la providencia con la mano en las pelotas y esta vez no he sabido si poner cara de "esto no es lo que parece" o "hace tiempo que deberías haber asumido que soy así". Mientras la gran mayoría de los chavales de mi edad no tienen otra preocupación que hacer propias las heridas de otros mientra se toman unos cubatas yo intento calentar con mi aliento mi habitación para ver si el frío de la tundra que en ella se ha instalado no me impide levantar el asentamiento que me permita drenar ríos de tinta. No estoy en esa etapa de preguntarme que estoy haciendo mal cuando veo a alguien disfrutar de algo que no merece, como tampoco estoy en esa etapa de maldecir a discreción por ello. Tampoco es indiferencia. Llamémoslo coste de oportunidad, que no tiene nada que ver con el costo de oportunidad. Hablan del mar como si porque su agua ayude a cicatrizar las heridas ya fuese a borrarlas. Esos mismos son los que cuando están en su casa usan ropa interior. Me estoy haciendo viejo de fondo, no de forma (leed esto como si lo hubiese escrito en la pizarra como castigo, unas quinientas veces). A mis pasiones les ocurre justo lo contrario. A mis pasiones tampoco les pongo nombre, ni invito a nadie a compartirlas. Deberían abrir tiendas de todo a cien en las que vendan eutemia. Drogas con receta de venta en farmacias no son drogas, son mentira. Quizás me venga bien dejar de leer los periódicos un tiempo, malsana costumbre, animal de hábitos, indómito. Antes solía pensar que si te preguntan que es lo que más deseas en la vida y contestas a bocajarro eres un afortunado, ahora me ocurre todo lo contrario. No se si es porque es lo que me pasa a mi y siempre intento justificarme, o si es que realmente el hecho de tener siempre metas en el horizonte no hace más que desplazarnos la línea de llegada diez metros más allá por cada paso adelante que damos, o nos la acerca diez metros más acá por cada paso dado en falso. A raíz de ver Ilustres ignorantes me he dado cuenta de que o estoy haciendo algo muy mal, o estoy haciendo algo muy bien, o he vendido motos que no he comprado, porque a las múltiples preguntas sobre la temática del coloquio, véase ¿cual ha sido tu momento más feliz en la vida? ¿cual es tu mejor recuerdo? ¿que tres deseos pedirías ahora mismo? ¿cuando fue la última vez que sentiste...? no contesto sin pensar, si no que tengo que pararme a reflexionarlo. Eso o digo putas chorradas. Y que me hayan hecho creer que esas putas chorradas no son realmente la vida... eso, eso no se lo perdonaré nunca. Tengo un par de manos, y se como usarlas, y tengo un bagaje, y se como usarlo. No tengo un currículum gordo, pero te lo pinto bien bonito. Y digo currículum como digo cualquier ámbito de la vida. Cualquiera menos mi polla, claro.


Lágrimas de sangre - Vidrieras rosas (fragmento)



Una y mil veces volverá el agobio, una y mil veces más pasará el momento idóneo, una bolsa de kikos, un litro, un folio, una pequeña victoria pa' subir a diario a un pequeño podio.

2 mar 2015

Capítulo 77: Una pequeña victoria

Cierro los ojos en Septiembre y amanece en Marzo, tengo propiedades energéticas igual que el cuarzo.


Gergo - Luces



El mayor crimen al que nos pueden someter es la pérdida de emoción. Ahora todo es más difícil. De pequeño era mucho más fácil emocionarse, lo mirabas todo desde el prisma de aquel que se deja sorprender por el mundo. El sentir admiración por alguien estaba a la orden del día, así como adoptar pautas de conducta que imitar de aquellos que eran mayores que tú y les tenías por auténticos triunfadores. Yo de mayor quiero ser como Yohann. A medida que creces, estos nexos van desapareciendo poco a poco y los sustituyes por vínculos más fuertes, con la diferencia de que estos se crean respecto de gente mucho más cercana a ti y por tanto mucho más accesible, ya sea por edad, rango o talento. Caen los ídolos y nacen los rivales, o al menos aquellos con quien competir, pero desaparece esa magia que existía cuando veías a alguien con quien compartías el amor a algo que poseía cierta exclusividad, más allá de los matices personales que cada uno le diésemos. Recuerdo que cuando era niño me flipaba hablar de fútbol con los colegas, hasta que empezó a gustarme demasiado y a interesarme de verdad, que fue cuando me dio por leer y adentrarme en su intríngulis. Sabed niños que leer va a reportar en vuestra vida más taras que pros, de largo, ya que sólo vas a extraer dolores de cabeza y apartheid. Por ende, empecé a despegarme bastante de quien no se lo tomaba de la misma manera que yo, o, al menos, de todo aquel que se quedaba en la superficie, la cáscara sin pulpa. Siempre he sido muy de eso y aunque me ha ido bien me ha ido mal. Pero claro, esto era bastante previsible, dada la gran difusión que tiene el fútbol, que unido a la insana creencia instaurada en nuestra sociedad de creer que todos están en potestad de poder emitir un juicio válido sobre todo, consiguió que perdiese mi interés y con el tiempo, la alegría de disfrutar del fútbol, salvo cuando a mi equipo le dio por vivir su etapa deportiva más gloriosa. Tampoco es que el fútbol fuese la verdadera pasión de mi vida, como no es menos cierto que sigo disfrutando de él tanto como se, pero a mi manera. Y eso no es poco. Luego se abrió paso en mi vida la que hasta hoy ha sido mi jaqueca más grande, de la que aún ando de borrachera y no se que será de mi cuando llegue la resaca. Por si acaso, me empeño en no dejarla llegar y cuando la veo venir de lejos y empiezo a flaquear vuelvo a emborracharme. Como aquello de no luzco ojeras, no les di tiempo, les he comio' el espacio y el radio de movimiento. Obviamente estoy hablando del rap. Si mi yo de veintilargos mirase a mi yo de diecipocos y le viese dormir en la calle por ver un concierto de Jesuly, en cuanto a forma, le metería una somanta' de palos. En cuanto a concepto, me sangran las manos de aplaudirme. Porque era lo que había y dentro de lo rancio de la escena, más a nivel de público que de artistas (sin desdeñar a estos) hasta que esto floreció, algunos estuvimos ahí para beber de lo que ni mucho menos eran los inicios, pero que a su vez anda muy lejos de todo el circo que hay ahora montado, cuando ya tiene el sombrajo los cuatro palos peor que mejor puestos. Antes te cruzabas con un pibe que vestía medio ancho, de tribal o fubu, y movía la cabeza con los cascos, y más o menos cercano a ti en cuanto a facha, en cuanto a gustos, o en cuanto a ideas, sabías que había un vínculo entre vosotros, que era uno de los tuyos aunque fuese diametralmente opuesto a ti porque la lucha era un camino unidireccional que había que recorrer juntos. Hoy es todo lo contrario, intento separarme de todos los estratos en que la movida se ha fragmentado, he intento dejar lo más claro posible a que vertientes pertenezco y de cuales ando bastante lejos, que eso no es lo que me representa y lo mucho que me jode que enarbolen la bandera de algo que me hace respirar. Porque una persona es lo que hace y luego ya lo que dice, pero sobre todo, como lo dice. Hoy en día me cuesta mucho más identificarme con nada ni nadie, y no por mi carácter separatista, ni mucho menos, pero cuando lo hago y me acerco a alguien por pequeñas casualidades de la vida como que lo disfruto mucho más. Lo mismo son gilipolleces. Lo mismo no vaya, lo son, pero yo soy así. Andar a tu rollo por Salamanca y cruzarte con un chaval que tiene la misma camiseta de Francia que tú, la segunda blanca, con el seis y Cabaye, o pitar a Pacense y que el colocador, que es el que reparte el bacalao, lleve una trenza como la que ansío tener y estoy pagando penitencia de parecer un gitano, justamente el colocador, son detalles insignificantes que no deberían tener importancia alguna, pero son esas pequeñas cosas que a mi me hacen volver contento a casa. Eso, y tirarme en el cuarto y masturbarme pensando en un mundo mejor. Que coño, nunca mejor dicho.

Julius Marvesol y Anibassia Vals - Aperturas




El cielo rojo fuego, yo escribiendo a juego, con la sensación del coño otra vez no llego... Tú échale veneno ahí sin miedo, hace tiempo que me cuesta sonreír si no voy ciego. El cielo rojo fuego, yo escribiendo a juego, llámame midas cuando el boli baila con mis dedos, sin secretos, esto es todo lo que tengo... la seguridad que sólo te da el tiempo. La fe en mi mismo forjada a base de trabas después de tocar fondo, en mi familia no toco la loto, no tuve un colega rico, no supe hacer contactos tampoco. A mi mi padre si algo me enseñó es a ser currante, pero es que aquí todo se valora tan poco... Aquí cualquiera te exige sin haber estao' en tu piel, sin haberte visto nunca roto...

La música es el tiempo en que no me aburro, no pienses que escribo lo primero que se me ocurre.




¿Que qué hago yo con una camiseta del Atlético? Pues si hijo, yo le llamo gajes de la vida. Al menos tengo para limpiarme cada vez que termina el gangbang. Mi vida a día de hoy se puede resumir en la acción en la que Iborra tira al palo contra el Atlético de Madrid y por extensión a un partido dominado totalmente por mi equipo, que sólo pasó apuros cuando le dio por dejar de correr y donde la calidad y el talento se premian con los mismos puntos que la racanería y el conservadurismo. Si dijese que me alegro por mis amigos del atleti mentiría, pero no todos se pueden pudrir en segunda como Osasuna y Betis. No de momento. Pero tranquilos, ya se saben ese mantra mio que hace mucho que no repito, todo llega, todo llega, los momentos las pibitas los colegas... Eso si, me voy con buen sabor de boca, una pequeña victoria es una pequeña victoria.

¿Que quien manda? Mi crew manda. Aunque apenas tengamos una mierda ahí fuera, aunque las bombas estén en el refugio antiaéreo y no surcando los cielos, mi crew manda. Porque yo y dos más sabemos lo que hay, lo que llevamos, y lo que decimos cuando nos juntamos para echar freestyle. Porque estoy viendo a mucha gente recolectar lo que sembraron hace mucho y me da mucha alegría, ya que es un claro síntoma de que a todo le llega su momento, y porque yo en su día no sembré menos ni peor que ellos. Porque a pesar de estar lejos trece kilómetros es un concepto, no una medida. Porque es inevitable que cada día que pasa quede menos para asomar la cabeza, valga la perogrullada. Porque hemos puesto otra piedra en el camino y por lo que nos cuelga hijos de puta. Contra los que mandan según su capricho.

Si me vieseis la cara entrenando a tenis de mesa podríais decir que soy el fiel reflejo de que la vida es bella. Ni cuando follo tengo esa cara. Creo que ha sido más el recuperar algo muy mio que el tenis de mesa en si, pero me está dando la vida. Por fin tengo la suerte de poder echar el rato con chavales que son todos más buenos que yo y de los que tengo muchísimo que aprender. Disfruto y juego cada bola como si no fuese a jugar ninguna más en la vida, y veo a esta girar y girar como si fuese un universo, cuando la lanzo al aire y al caer realizo el saque invertido. O cuando realizo el invertido de revés. Baila y la pongo a girar. Mi hermana ha empezado a entrenar a volley, y como casi cualquier cosa que hace mi hermana apenas la comentaré aquí porque se me cae la jodida baba con ella, y encima lo de que empiece a entrenar me parece una pasada. La semana de practicas no hace más que testar que ya sólo queda una para cerrar el ciclo y que cuando publique la siguiente huella ya no me deberé ni a la vida de estudiante ni a la laboral. He vuelto a arbitrar como he vuelto a no salir si lo que me abastecen no me renta. Sigo en mi cueva, no necesito nada más.

Por lo demás, uno escribe lo que suda y lo que sangra, pero no puede reescribir el sudor que se lavó ni la sangre que cicatrizó. Yo escribo a nivel usuario, y cuando escribo algo, aunque no me veáis, estoy haciendo con el índice y el anular de las dos manos el gesto ese absurdo que sirve para acotar que entrecomillas algo mientras pones cara de asco. Y hay gente que le interesa lo que escribo... en fin. Aún así por ellos doy gracias. No voy a escribir más porque resultaría pedante para una etapa de tanto tedio y porque hasta superman tenía un empleo de periodista en el que no había mucho que contar. Me lo guardo, que se avecinan tiempos de cambio.


El coronel no tiene quien le escriba... como él escribe.


CeeRRe - La teoría gris