27 abr 2015

Capítulo 85: Jodidos mis demonios


A veces la  realidad nos abofetea en la cara, y parece que lo hace con sorna, como aquel que se regodea en un chascarrillo de todo aquello que previamente había vaticinado de manera altiva y que váyase usted a saber porqué se acaba cumpliendo como una profecía que o bien llega a destiempo, o es una desconsiderada. Con desdén, alevosía y ensañamiento. Lo que quiero decir es que de vez en cuando, nos vemos reflejados en aquello que repelemos con todas nuestras fuerzas. Los estudios y perfiles psicológicos hacen que las redes sociales se rían a menudo de nuestra paciencia con continuas sugerencias de vídeos musicales, deportivos, o, lo que es mejor aún, personas. Si a usted le gusta la manteca de cerdo debería considerar comprar nuestro foie de pato. Otros usuarios que compraron esta camiseta también compraron estas zapatillas. Quizás conozcas a Emilio José Arroyo (4 amigos en común). Amigos, dice. Hubo un tiempo en que creía que el enemigo era el inepto, el vacío. Pobre de mi, que me proyectaba como un chiquillo harto ingenuo. El verdadero rival es aquel de tu misma naturaleza, el de tu mismo potencial, con el que compartes más similitudes. También es cierto que las únicas guerras que se recuerdan son las que, victorioso o no, sales con magulladuras y completamente desfondado del campo de batalla. Eso de que no hay rival pequeño es mentira por muy arriba que hayamos visto venirse a medias tintas. Eso otro de que no hay derrota en el corazón del que lucha lo inventaron aquellos que no hacían otra cosa que perder. Ganar sin sufrir es como amar con reservas, llenarlo todo de sucedáneos y de aditivos. Y todo esto nos lo dan en una sociedad en la que se supone que todos somos únicos y diferentes, cuando nos están robando la individualidad. La chica del texto, Marina Keegan, que es el prototipo de intensita propiamente dicho (el cual repelo, pero ante la cual me tengo que doblegar en esta ocasión) citaba un término alemán en el mismo, que yo ya conocía de la revista Líbero, una de las mejores compras que puede hacer un amante de la lectura, del fútbol, o de ambas cosas (si no amas ninguna de las dos no se que haces aquí, a no ser que estés por el rap, quieras rollo o seas una ex novia) y que refleja perfectamente la naturaleza del ser humano: Schadenfreude. Dícese del sentimiento de alegría o gozo que provocan las desgracias ajenas. Me parece bastante triste que no exista un termino equivalente en castellano. Triste y, obviamente, increíble, conociéndonos. Es quizás hasta una ofensa el hecho de que se nos hayan adelantado, pero el alemán es un pueblo con demasiadas deudas como para no haber acuñado tal término como propio. Lo que si que me resulta curioso es que la chica reflexione sobre si existirá un antónimo para dicha palabra, cuando yo lo que deseo es encontrarle un campo semántico. Tú que vas a saber a que huele el sudor del jornalero, tú que vas a saber. Esta semana vi Interestellar (que decir), Perdida, y Boyhood. Boyhood tío, esa mierda si que es buena, y encima me trae a colación múltiples temáticas de conversación que hemos tocado en los último botellones, como lo de ligar la psicología y la tecnología, los estudios de mercado, los perfiles personales... A mi todo eso me está empezando a agobiar un poco. Voy a meter el hype en un grinder como metí las flores que te iba a regalar. 


Esta semana mi equipo se ha metido en semifinales de la Europa league (bendito fútbol que da la vida cuando el resto de cosas no marchan como deberían... ¿imagináis la de cosas que le voy a contar a mi hijo en un futuro de lo que está logrando nuestro equipo?). Una vez más sufriendo, una vez más de manera épica, una vez más suma y sigue. Lo único que me jode de todo esto es no poder hacer el amor con alguien para celebrarlo, que yo con estas cosas me vengo muy arriba (metafóricamente, pero también de manera literal). También tuve tiempo para echar un rico café con Carmencina y con MJ, y ponernos al día como es debido. Sin duda, los mejores momentos de toda la semana de largo, son esos ratos que quedan para siempre por muy poco que den de si, por muy poco que se haga. He cambiado el Alambique por el Límite y creo que es el mejor descubrimiento en lo que va de año. También he tenido tiempo de rematar deudas y cuentas pendientes y terminar de volver a grabar, esperemos que por última vez, Galaxies. Hemos metido la tijera y hecho recortes, pero se puede decir casi que ya está como debería de estar, en mezcla, mucho más fina que la anterior, y si los oráculos quieren a poco de ver la luz. He vuelto a estar con Juanmy por lo que he vuelto a ser el tío más feliz de la tierra. Me han llegado cinco copias más de Alturas. Nadie me escribe, ni yo le escribo a nadie ¿que más necesitan para ser felices? Mañana me voy a Madrid, a hacer aviones de papel y su fuselaje con currículums, a partir un poco la rutina, a desoxigenar, a respirar, a volver a sentirme pequeño, a vivirlo grande y gordo, y a ver a mucha gente que echo mucho de menos. Ya os contaré que tal ha ido, mejor que escribir nada más que esta semana, que, al fin y al cabo, no es más que otra más, como tantas ultimamente, y así le guardo los hilos a la siguiente. Madrid files es la entrada que más se ha leído en lo que va de blog, lo dicen las cifras... ¿Repetimos?

Ah, si vas a estar por Madrid esta semana y quieres rollo deja un comentario y tal, aunque sea anónimo.


De la soul feat Nas - God it 

20 abr 2015

Capítulo 84: Baile de sonámbulos



Los días caen como moscas. Mi crisis existencialista (que no vacío) acabará por llevarme a buen puerto. Me siguen oyendo pero dudo que me escuchen. Dudo más que me quieran entender. Dudo más aún que me entiendan ¿que es la vida si no dudas? El reconocimiento y las certezas son para débiles. El creer que produzco mucho menos de lo que realmente produzco es como un burdo truco que un trilero se gasta para hacer negocio de la ilusión de los demás. Eso si que es ser una puta y no la pobre mujer que tiene que vender su cuerpo porque no le queda más remedio. Ahora, está pagando un precio más alto del que nadie puede imaginar: justo antes de realizar el amaño, el admitir ante uno mismo que la magia no existe y que todo se puede reducir a un engaño o una ilusión es de las cosas más tristes que se pueden hacer en la vida. Otras son escribir sin pasión, follar sin amor, hablar sin decir. A mi todo eso me importa ya, o al menos a día de hoy, lo que el mensaje a Celedonio. Quien lo diría. A un coleguita lejano al que tengo aprecio le han diagnosticado una mierda bastante fea. Parece que todos los de alrededor están obligados a reflexionar. Él y yo la compasión nos la pasamos por el forro de los cojones. Eso, y su falso podio de mierda desde el que se creen que pueden hablar de moral como si fuese un púlpito. Vociferar nunca consiguió a nadie otorgar una razón que no se han ganado primeramente con principios y a posteriori respaldando sus palabras con hechos. Tengo colegas que takean por mi los sitios donde dejé señales. Tengo colegas asesinos. Tengo un corazón asesino. Quiero tener muchas hijas y llamarlas Ariadne, Sofía, Ágatha, Lucía, Iria. Quiero tener muchos hijos y llamarles Enzo, Luca, Gael. Quiero muchas cosas, pido muy pocas, y me quejo mucho menos de lo que debería. Si bien es cierto que muchas veces me creo en disposición de exigir lo mismo por el mero hecho de yo darlo, se de sobra de hace mucho que las cosas no funcionan así y que la vida no me tiene preparado algo mejor, pero, no es menos cierto que toda esta insatisfacción que no es más que un enorme montón de mierda que he coronado me hace poder decir que desde aquí arriba, lo de ahí abajo se ve todo muy pequeñito. Me ha salido mi primera cana, la primera de la barba digo. Luego me revuelco sobre la arena fina de tu desierto... Nunca me pareció un mal momento pa' irme con lo puesto. Deben de tenerme bastante miedo, ya que si estando en este barrizal hasta las tetas de lodo y estiércol sigo moviendo cosas en la peña, de que sople un poquito el viento a favor se les van a caer los palos del sombrajo. Y lo saben. Uno depende de los vientos, pero no los controla. Tu cierzo contra mis aliseos, que los de poniente me los guardo para cuando te pongas falda ponerme.  

De esta semana, destacar que siento un enorme orgullo por lo que está haciendo mi equipo, por comernos a los rusos con un Pizjuán precioso, por el esfuerzo y la garra, por la pasión. También que el sábado lo pasé entre cañas, café y fútbol con Garry, por lo que no pudo si no ser un día maravilloso, y que al caer la noche pude disfrutar en directo de un grupo de chicas que ponen corazón cuando cantan, que llevan detrás un esfuerzo y un sacrificio tremendo y eso se nota en la magia que tienen en el escenario. Ya sabéis, sobre todo al público masculino: si pasan cerca de vuestro radio las Groove girls no dudéis en acercaros. Por cierto, hacía mucho que no veía nada más sexy y bonito que la chica del trombón, y una chica tan guapa como la de la guitarra. Os dejo aquí abajo el link de las fotos en blanco y negro del concierto, por si gustáis echarle un ojo. Estuvo guapo, mucho, pero no tanto como las fotos. Yo es que soy muy de hacerlo bonito, por eso de que la gente no se entera de que las historias no son para tanto, sólo lo es la forma de contarlas. Lo de como trabajo los colores os lo dejo sólo aquí para vosotros, para que sepáis lo que quiero decir cuando me escuchéis en un futuro gasto un alma nueva cada día, pinto los días, con los tonos de Rembrandt en lección de anatomía... Esto es pintar.







Evocador, inspirador, trascendente. La vida te da pequeños regalos como por arte de magia. Viendo los Goya meses atrás estaba yo, aturdido con que alguien como Dani Rovira pudiese ser homenajeado, primeramente con una estatuilla, y, lo que casi tiene más delito (ya que los premios subjetivos andan siempre rozando una mezquindad cuasi absoluta) que esto, regodeándose de un aplauso por parte de los supuestos entendidos de la academia por hacer una presentación bastante burda de la gala (que, por otra parte refleja perfectamente, como su película, lo que es España), cuando tras sorprenderme por que hubiese una categoría de premios a documentales como en los oscars (dato que desconocía) el mismo se lo llevaba uno titulado La búsqueda, que narraba la vida y obra de Paco de Lucía. Subía a recogerlo su hijo, que visiblemente emocionado dedicaba el galardón a todo el equipo, pero en especial a su madre y esposa del guitarrista, por haberlo hecho posible. En su momento no comprendí mucho ese mensaje, pero tras el visionado lo comprendo mucho más, dentro de que no entiendo nada, porque se nos escapan tantas cosas que si fuesen tenidas en cuenta y nos hiciésemos sabedores de las mismas se nos pondría la cara moradita una vez emitido un juicio sobre la forma de vivir o sentir de los demás. En el documental no aparecen ninguno de ellos, apenas si lo hacen los hijos pequeños de Paco, aunque se intuyen al resto. Y es que refleja vivamente lo que fue la vida de este genio, y, lo mejor de todo, es que saca a relucir a la persona, todas esas manías, toda esa parafernalia adherida al maestro que el público ignora y que sólo sufre aquel que tiene de cerca. Me sentí identificado de una manera tremenda con varios pasajes del documental (sobra decir que salvando las distancias, tan sólo me refiero a la forma de entender según que cosas como la música, la fama, el dinero, el éxito, y, principalmente, la crítica, la auto realización y la creación). Decía que tocaba para él, para si mismo, que el público es algo insignificante y extrínseco a lo que él ama, que no necesita del aplauso o la reprimenda de los asistentes para saber como ha tocado, para estar en paz consigo mismo, para llegar a casa empatado con su espíritu. Decía que era su fantasma más grande, y que tener que satisfacer las exigencias del guión le hacía vivir con unos monstruos atroces. Decía también que amaba su soledad, que se había pasado más de cuatro quintas partes de su vida sólo porque aparte de no saber vivir de otra manera, necesitaba de la misma (imagínense esto para los que le rodean, con todo lo que implica). Hablaba de su conexión con Camarón, de lo enriquecedora que había sido la experiencia de conocerlo y trabajar con él más allá de la relación personal que tuviesen, que no era ni mucho menos una amistad acérrima, pero si basada en el respeto total y la admiración mutua. Hablaba de su timidez y de su peor enemigo, que era a su vez su mejor aliado: el perfeccionismo, la metodología. ¿Y así como no va a sentirse uno completo cuando todo esto te lo dice una persona que ha pisado los mejores teatros del mundo y que tiene una educación exquisita pero que no deja de hablar en un andaluz cerrado, y para colmo te lo aderezan con unas imágenes preciosas? Con todo y con esto vuelves a conectar, vuelve a haber algo dentro de ti que por momentos hace que veas tu vida como la de las películas, algo hace clic y vuelve a estar todo dentro de un orden que sabes que no es casual si no causal, y que siempre hay señales para el que las quiere ver. Sin duda, indagar y beber de las lecciones de vida y del talento de seres humanos que están dotados de una sensibilidad especial y distinta es la mejor manera de conectar con esa parte de uno tan enterrada en lo profundo y con la que es difícil de dar. Sigo sin saber con que intención hace nadie nada, como aman, o como disfrutan cuando dicen que disfrutan, pero me basta y me sobra con saber como lo hago yo y, que ellos, más o menos conscientemente, lo hacen de la misma manera, porque sólo existe una forma de hacerlo. Creo que tan sólo estoy focalizando y pasando por el embudo todo aquello que en su día no pude. De una manera mucho más lenta y menos metódica de lo que me gustaría, pero lo estoy haciendo. Sobra decir que recomiendo encarecidamente el visionado de esta pieza y el deleite con su música. Ver a Paco recitar con la guitarra es algo que no se paga con dinero. Gracias maestro, y peace y'all.

Limpiaba el agua del río como la estrella de la mañana. 
Limpiaba el cariño mío al manantial de tu fuente clara. 
Como el agua, como el agua, como el agua... 
Como el agua clara que baja del monte, 
así quiero verte de día y de noche. 


Paco de Lucía - Entre dos aguas




Tengo el corazón vacío como Premier sin Gurú...

La semana pasada os hablaba de dos que nos dejaron. Hoy hace cinco años que nos dejó otro, otro que para mi siempre fue muy especial, y siempre lo será. Toda la gente habla siempre de Tupac y Biggie. Para mi Big L, Big Daddy Kane o Nas están por delante, pero sobre todo hay uno que sobresale brillando con luz propia por encima de todos. Como bien sabéis no es otro que Keith Elam, Gifted Universal Rhimes Unlimited, Gurú para los colegas. A mi Gurú me gusta por convicción, inercia, me gusta por pulsión. Quien ame esta música (por llamarlo de alguna forma, y miren que música es una palabra preciosa y aún así se queda si no chica, menuda, para definir 'esto') no puede si no amar y estar en deuda con este pionero, con el padre y precursor de la fusión del rap con el jazz y con el aventajado de la clase a la hora de versar sinfonías. Tener de escudero al mejor productor de la historia es motivo más que suficiente para que tu nombre ya se escriba con letras doradas en el top, pero si encima se juntan el hambre con las ganas de comer y más que por suerte, tu nombre se escribe por méritos, pues nos encontramos, como tan poquitas veces, ante circunstancias fuera de lo común y siempre que esto pasa la historia guarda un pequeño hueco para los inmortales. Más allá de Jazmatazz y lo que supuso a la larga para nosotros, más allá de los últimos años de decadencia y más allá de la toma de decisiones más o menos acertadas a las que algunos se aventuran a enjuiciar con una potestad que nadie les ha dado, Gurú tendrá siempre un pequeño habitáculo no sólo en los oídos, si no también en los corazones de los auténticos amantes de la pasión, de la que ya hablé capítulos más atrás. Se lo llevó una de esas enfermedades que no hace distinción entre sexo, dinero, religión, raza o edad, como a Dilla, como a Mercury, como a tantos y tantos. A los buenos también han de llevárselos para que se nos recuerde de una manera cruel que no hay nadie invencible y que esté por encima del bien y del mal por mucho que algunas películas se encarguen de intentar hacernos creer lo contrario. Quizás con un poco de suerte en estos cinco años se hubiese dejado caer por acá y hubiese podido participar de él como en su día participé de De la soul o de Talib, nunca se sabe. Sin duda una de las espinas más grandes que tendré jamás clavada será no poder haberle visto en el territorios de dos mil seis en mi Sevilla natal. Aún así, sigue muy pero que muy presente. A poco que conozcas no dejarás de escuchar sus míticos cortes en samples en miles de producciones, su voz en scratches, su manera de fluir que tantos y tantos imitan a día de hoy. Como la semana pasada, y como siempre hago y haré en mi vida, te recuerdo con una sonrisa y con tu música a todo volumen. Un trago al cielo, uno al suelo y otro a mi garganta por usted, messieur. Como tú decías, peace y'all, god.


Gang Starr - Mass appeal


 

13 abr 2015

Capítulo 83: Elige a dedo


Amor por lo que hago, hasta mis enfados son amor, amor enquistado. Mámatelos. Amor curtido por lo insano, no es que el mundo sea cruel si no que tú no eres sádico. Amor sintetizado con dosis de hardcore, yo se como se configura un clásico. Igual que los niños pintan el futuro con plastidecor me abstraigo, mágico, y como los átomos bailo. Te dejo que vayas a nutrirte de todo de lo que me desarraigo pero por favor no me metas en el mismo saco que a analfabetos del rap que se creen Lord Byron... y no traen nada fresh, algunos se creen iluminaos' por leer un libro de Hermann Hesse, pero ya ves... ni tengo que competir, cuando se meten mi mierda por donde salen las suyas como el polen libanés...

Por supuesto que hablamos de amor enquistado, un ágape que no se puede encerrar ni en epígrafes ni en acepciones. Toda crítica, toda envidia, todo odio, no es más que amor que no ha encontrado la vía o el medio para poder ser canalizado de manera correcta y proyectado como lo que verdaderamente es. Como diría aquel, ya no me avergüenzo de no ser simple. O, en otras formas, todo sentimiento negativo que nace en ti respecto de algo, viene dado por tu amor hacia otro de su misma naturaleza o de naturaleza opuesta al que este daña, un mal entendimiento de ideas, sentimientos o gustos que para ti suponen algo más que el envoltorio de los mismos, que son motivo de lucha, orgullo y disfrute. De ahí que el amor se desborde cuando consigues crear empalmes de tus cables para con los cables de los demás, y al pulsar el interruptor, la corriente haga que la bombilla se encienda y dé luz que ilumine y que haga brillar. Puentes. Creo que existen pocas palabras más bellas que esta. Esta semana vivimos el centenario de la metamorfosis de Franz. Que paradoja. Quizás lo de mirar al horizonte y sólo ver niebla sea un motivo más que suficiente para seguir. Sigo en mis quehaceres que son pocos, pero que me dan una mínima estabilidad en esta cuerda floja. Sigo dejando que la pantalla de inicio cargue el videojuego, aunque esté rallao' y a veces parece que no avance. Si tal, saco el cd, lo limpio y lo vuelvo a meter. Así hasta que termine de cargar. La fruta se valora tanto por lo que cuesta trepar el árbol, por lo que se sufre esperando mientras madura sin llevarte nada a la boca, porque los simientes los pusiste tú, más allá de que recolectaste. De vez en cuando me pica la cabeza, seguimos haciendo bien las cosas. Sigo echando peso en aquello en lo que creo, aunque se parta la balanza. La fe es tan importante como el talento, y estoy equilibrando ambas. No se si vienen tiempos mejores, pero viene el calor. Estamos trabajando en ello. Al menos puedo seguir brindando con mis colegas según que fines de semana, al menos podemos seguir aplaudiendo a nuestro capitán cuando vuelve a casa. Hay elecciones que están tatuadas en el alma. Tengo nuevos compañeros de carretera, pero ya os los presentaré. Por cierto, gracias por los números redondos, desde el primero hasta el último, se pase con la intención que se pase.



Juaninacka - Éxodo


Y si quieres poner esto en el club bravo por ti, pero yo hago música pa' inteligents hoodloom's, pa' que me escuchen sin pegar gritos ni poner la voz de otro... Mc', si tienes tantos pelos en la lengua deberías ponerle un turbante sig, ¿pa' que coño te sientes más honesto por no hablar de ti y renegar del egotryp, si luego la vanidad te sorprende por ahí cuando quieres salir guapo en la foto y gesticulas con soberbia en un videoclip cuando te crees distinto y caminas creyéndote Ghadafi en Trípoli o Bob Marley en Kingston? Cuando en verdad caminas en un laberinto en el que alguien siempre te ve (...) La verdad no está ahí fuera está aquí dentro, hay que hacer algo, porque si te quedas quieto serás el árbol al que el viento del otoño le desnude con violencia para que lo viole el invierno. Dejen de promover una vida de locos, dejen de venderles relojes con diamantes incrustaos' a chiquillos que tienen en la suela de los zapatos incrustados cristales rotos. En un mundo por control remoto en el que casi to' está a la venta traigo un serio y grave mensaje de amor, si quieres guárdalo juntos a los gramos de anfetas en el congelador... y sácalo cuando lo entiendas. 



Día triste entre los días tristes, marcado para siempre en ese almanaque eterno en el que registramos cada suceso acaecido en la historia. Hoy se acabó la tinta en dos plumas que desprenden virtuosismo, y eso es motivo suficiente para guardar solemnes minutos de silencio. Bien es cierto que no puedo hablar con excesiva propiedad de ambos, pero no cabe duda de que lo haré más adelante porque están escritos sus nombres en un lugar privilegiado en mi lista de deberes. A uno siempre le recordaré por mi profesor de lengua y literatura, quizás el mejor profesor que he tenido nunca y al que más cariño guardo de todos con los que me he cruzado, que no paraba de recomendar incesantemente su Tambor de hojalata. El otro me recordará siempre a una persona muy especial que me devolvió una fe que empezaba a estar marchita y en la que había perdido toda la esperanza. Galeano para mi siempre será María Emilia Panizzolo, y no puedo no recordarlo con un cariño enorme por haber acariciado con extrema dulzura unas heridas a flor de piel que no dejaban de sangrar. Tristes días aquellos en los que perdemos seres humanos especiales por tener una sensibilidad distinta y por tener el don de expresar con palabras lo que muchos llevamos dentro dormido pero no sabemos como sacar. Hace falta gente así en el mundo y es necesario ponerlos en el atril para que instiguen a las masas, para que sean antorcha, para que hagan de guías en el desfiladero, de sherpas en borrascosas cumbres. Mientras que mamporreros de la farándula poseen los focos y los micrófonos para vociferar ante una masa que les aclama, a los grandes siempre les quedará la encuadernación y la tinta, 'esa chica guapa a la que nadie se atreve a entrarle porque es demasiado bonita para tener oportunidades con ella' que son los libros. Pero no lloren, amigos, hay gente que posee un preciado privilegio más allá del que otorga el talento, y es el de ser eternos. Tanto Grass como Galeano retumbarán por los siglos de los siglos, se hablará de ellos, de su obra, se les rendirá un tributo tan tardío como merecido (al menos yo se lo brindaré), como se les ha brindado a todos aquellos que han sido capaces de llevar el pensamiento más allá, o, al menos, de llevarlo de una manera diferente, y eso es para estar más que felices. Yo no les llevaré flores, yo les compraré su obra, y, esta vez, como reza alguno de mis textos que más tarde que pronto verá la luz, más si muero, beban a mi salud y no lo derramen al suelo... Va por ustedes, dioses entre los dioses.

Si indagando en ti mismo, o por mera casualidad descubres algo de valor, cuídalo. Es más, apaláncalo como si viniera la guardia, vigilando siempre que nadie te vea. Mézclate entre la gentuza. Si tienes brillo cuídalo también, porque no es un derecho de la gente el verte brillar, es un privilegio que otorgas tú, elige a dedo...


Joan Manuel Serrat - Fiesta

 

6 abr 2015

Capítulo 82: Lo que hay que aguantar

Y yo que pensaba que vendría esta semana con más anécdotas y aventuras que una novela de Manolito gafotas y resulta que han sido una de las vacaciones más tranquilas de la historia. Prolíficas, pero tranquilas, eso si. En su día critiqué al que en mi situación no supo adaptarse y entender su rol en el momento que le tocaba vivir. Podría hacer un acto de empatía y pedir disculpas por ello, pero como siempre fui más de alardear y en épocas de vacas flacas sacarmela y poder con todo, no me quejaré y disfrutaré de esta dulce apatía sin cometer los errores que en otros vi en su momento, ya que se que no hay mal que cien años dure, aunque no es menos cierto que en estas tierras males doblemente son. Y para nada me estoy quejando del pueblo en si, ya que sería absurdo tras tantos años de idilio, y justo ahora que empezamos a conocernos el uno al otro; más bien me quejo de lo que no me abastece, que puedo dar gracias que a día de hoy sean simple y llanamente personas que por algún motivo u otro están lejos. Esto, a la par que tranquilizador, es sumamente hiriente, ya que conocer el potencial y no poder explotarlo (cosa a a la que por otra parte estoy bastante acostumbrado en otros ámbitos de la vida) es como una dulce y lenta agonía, como un veneno dulce. Al menos se, o al menos sigo sabiendo, mejor dicho, cual es mi sitio. Y no es que crea que el tiempo no es justo y no pone a cada uno donde se merece, es simplemente que no por más madrugar amanece antes. La transición a la edad adulta es más dura en estos tiempos que antaño y más que lo será en tiempos venideros, de eso no me cabe la menor duda. Y no todo aquel que pasa a engordar las listas tanto de empleados como de desempleados es adulto, ni todo aquel padre de familia o ama de su casa, para nada. Hacerse adulto es algo más abstracto y para lo que muchos jamás están preparados. Tanto es así que lo ven venir de lejos y se achantan (poco aprietan porque mucho abarcan), y empiezan a proyectar que son más niños que nunca cuando realmente lo único que están es muertos de miedo porque el mundo les ha cogido de frente mientras estaban meando en un botellón. Poder volver a hacer manitas con el micrófono esta semana es un motivo más que suficiente para sonreír, como lo es poder disfrutar de Juanmy y conocer por fin en persona a esa chica que le alegra los días. También he podido disfrutar de mi compadre Techi, un grande donde los haya y al que siempre me alegro sobremanera de ver. Para colmo, el colega se llevo una camiseta de las guapas para poder vacilar por Madrid, justo ahora que no la necesita porque se me ha comprometido... Otro al que le sonríe la vida, y nos sonríe a los que le queremos por sonreírle a él, que yo soy muy de los míos y de todo aquello que les hace felices. Como feliz le hace a uno que se acuerden de él cuando viajan al extranjero y le traigan fotos a contraluz de lugares mágicos, y un pedacito de droga del país de los relojes y las navajas. Quien bien me conoce bien sabe como valoro estas cosas y el valor que les doy, por lo que espero que confíen en el tiempo tanto como lo hago yo. El regalo para mi familia esta semana santa fue en forma de presencia y nos deleitó con la misma durante cuatro días. Ya saben que yo no soy muy de parentescos pero me mola tener a la cuñada por casa aunque le traiga el alcohol a mi padre y no a mi. Mi familia, como mi casa, se barre de puertas para adentro, como todas. Ya saben eso de en todos lados cuecen habas, no es oro todo lo que reluce y demás, pero aquí somos aún más especialitos que todo eso si cabe. No voy a abrir este blog como abro mi cuarto para que se airee, no es esa su función, pero quizás por ello tenga yo mis ratos y actitudes que vistos desde fuera reflejan una imagen de mi que si bien es cierta, no tiene para nada que ver con todo lo que realmente soy, aunque esta la absorba. Yo a las cosas grandes muy de a poquito a poco. A muerte, mordiendo, pero de a poquito a poco. Espero tenerla mucho más por aquí y pronto (que se que así es porque en Mayo nos volvemos a ver) y disfrutar las cosas como es debido en su justo momento, justo con la leyenda con la que yo voy a desayunar cada mañana. Por lo demás, no me he prodigado ni he dejado ver mi poco pelo por los viejos y nuevos antros de mi ciudad, como no me he cruzado con ninguna representación eclesiástica que me gire el humor. No me aventuraré a dar mi opinión que  todo el mundo sabe que tengo sobre las tradiciones, la cultura, el respeto y todo eso, pero no os olvidéis de que llevo una cruz en el cuello y que todos somos igual de dioses; a ver cuando empezamos a ser igual de humanos. Y no he paseado la cara voluntariamente y sobre todo de manera muy consciente, porque llega un punto en el que las ideas y los principios valen más que las palabras y se demuestran con hechos, y tengo la suficiente potestad y libertad como para elegir que y con quien hacer las cosas que me plazcan, y, por supuesto, las que no me plazcan. Ya no me caso con nadie por mucho o poco tiempo que lleven en mi vida. Y ojo, para nada estoy de mal humor, tengo un bote lleno de pastillas. Cerré el sábado con Suso escribiendo como el que vomita y disfrutando mucho del rap, que nunca me falla y que me hace estar vivo, sin importarme absolutamente nada cualquier cosa que pasase fuera de estas cuatro paredes. Obvio que cuando digo paredes son las cuatro cuerdas del ring que para mi es el folio. Vaselina e id dilatando, no os pille de imprevisto ni queráis sacar el matasuegras y el confeti cuando este funeral se convierta en una fiesta en la que pienso bailar sobre vuestras tumbas, de manera literal o metafórica, me es indiferente. Por suerte vuelvo a tomarme un café con Laurita y tengo a media china cubriendo mis carencias emocionales con placer consumista. Cuando queráis me convencéis del cuento, si es que podéis.



Si antes de cada acción pudiésemos prever todas sus consecuencias, nos pusiésemos a pensar en ellas seriamente, primero en las consecuencias inmediatas, después, las probables, más tarde las posibles, luego las imaginables, no llegaríamos siquiera a movernos de donde el primer pensamiento nos hubiera hecho detenernos. Los buenos y los malos resultados de nuestros dichos y obras se van distribuyendo, se supone que de forma bastante equilibrada y uniforme, por todos los días del futuro, incluyendo aquellos, infinitos, en los que ya no estaremos aquí para poder comprobarlo, para consagrarlo o para pedir perdón. Hay gente que dice que eso es la inmortalidad de que tanto se habla.




Pero tú estás por encima y tu vecina intuye algo...

Alicia Keys - Fallin'