13 abr 2015

Capítulo 83: Elige a dedo


Amor por lo que hago, hasta mis enfados son amor, amor enquistado. Mámatelos. Amor curtido por lo insano, no es que el mundo sea cruel si no que tú no eres sádico. Amor sintetizado con dosis de hardcore, yo se como se configura un clásico. Igual que los niños pintan el futuro con plastidecor me abstraigo, mágico, y como los átomos bailo. Te dejo que vayas a nutrirte de todo de lo que me desarraigo pero por favor no me metas en el mismo saco que a analfabetos del rap que se creen Lord Byron... y no traen nada fresh, algunos se creen iluminaos' por leer un libro de Hermann Hesse, pero ya ves... ni tengo que competir, cuando se meten mi mierda por donde salen las suyas como el polen libanés...

Por supuesto que hablamos de amor enquistado, un ágape que no se puede encerrar ni en epígrafes ni en acepciones. Toda crítica, toda envidia, todo odio, no es más que amor que no ha encontrado la vía o el medio para poder ser canalizado de manera correcta y proyectado como lo que verdaderamente es. Como diría aquel, ya no me avergüenzo de no ser simple. O, en otras formas, todo sentimiento negativo que nace en ti respecto de algo, viene dado por tu amor hacia otro de su misma naturaleza o de naturaleza opuesta al que este daña, un mal entendimiento de ideas, sentimientos o gustos que para ti suponen algo más que el envoltorio de los mismos, que son motivo de lucha, orgullo y disfrute. De ahí que el amor se desborde cuando consigues crear empalmes de tus cables para con los cables de los demás, y al pulsar el interruptor, la corriente haga que la bombilla se encienda y dé luz que ilumine y que haga brillar. Puentes. Creo que existen pocas palabras más bellas que esta. Esta semana vivimos el centenario de la metamorfosis de Franz. Que paradoja. Quizás lo de mirar al horizonte y sólo ver niebla sea un motivo más que suficiente para seguir. Sigo en mis quehaceres que son pocos, pero que me dan una mínima estabilidad en esta cuerda floja. Sigo dejando que la pantalla de inicio cargue el videojuego, aunque esté rallao' y a veces parece que no avance. Si tal, saco el cd, lo limpio y lo vuelvo a meter. Así hasta que termine de cargar. La fruta se valora tanto por lo que cuesta trepar el árbol, por lo que se sufre esperando mientras madura sin llevarte nada a la boca, porque los simientes los pusiste tú, más allá de que recolectaste. De vez en cuando me pica la cabeza, seguimos haciendo bien las cosas. Sigo echando peso en aquello en lo que creo, aunque se parta la balanza. La fe es tan importante como el talento, y estoy equilibrando ambas. No se si vienen tiempos mejores, pero viene el calor. Estamos trabajando en ello. Al menos puedo seguir brindando con mis colegas según que fines de semana, al menos podemos seguir aplaudiendo a nuestro capitán cuando vuelve a casa. Hay elecciones que están tatuadas en el alma. Tengo nuevos compañeros de carretera, pero ya os los presentaré. Por cierto, gracias por los números redondos, desde el primero hasta el último, se pase con la intención que se pase.



Juaninacka - Éxodo


Y si quieres poner esto en el club bravo por ti, pero yo hago música pa' inteligents hoodloom's, pa' que me escuchen sin pegar gritos ni poner la voz de otro... Mc', si tienes tantos pelos en la lengua deberías ponerle un turbante sig, ¿pa' que coño te sientes más honesto por no hablar de ti y renegar del egotryp, si luego la vanidad te sorprende por ahí cuando quieres salir guapo en la foto y gesticulas con soberbia en un videoclip cuando te crees distinto y caminas creyéndote Ghadafi en Trípoli o Bob Marley en Kingston? Cuando en verdad caminas en un laberinto en el que alguien siempre te ve (...) La verdad no está ahí fuera está aquí dentro, hay que hacer algo, porque si te quedas quieto serás el árbol al que el viento del otoño le desnude con violencia para que lo viole el invierno. Dejen de promover una vida de locos, dejen de venderles relojes con diamantes incrustaos' a chiquillos que tienen en la suela de los zapatos incrustados cristales rotos. En un mundo por control remoto en el que casi to' está a la venta traigo un serio y grave mensaje de amor, si quieres guárdalo juntos a los gramos de anfetas en el congelador... y sácalo cuando lo entiendas. 



Día triste entre los días tristes, marcado para siempre en ese almanaque eterno en el que registramos cada suceso acaecido en la historia. Hoy se acabó la tinta en dos plumas que desprenden virtuosismo, y eso es motivo suficiente para guardar solemnes minutos de silencio. Bien es cierto que no puedo hablar con excesiva propiedad de ambos, pero no cabe duda de que lo haré más adelante porque están escritos sus nombres en un lugar privilegiado en mi lista de deberes. A uno siempre le recordaré por mi profesor de lengua y literatura, quizás el mejor profesor que he tenido nunca y al que más cariño guardo de todos con los que me he cruzado, que no paraba de recomendar incesantemente su Tambor de hojalata. El otro me recordará siempre a una persona muy especial que me devolvió una fe que empezaba a estar marchita y en la que había perdido toda la esperanza. Galeano para mi siempre será María Emilia Panizzolo, y no puedo no recordarlo con un cariño enorme por haber acariciado con extrema dulzura unas heridas a flor de piel que no dejaban de sangrar. Tristes días aquellos en los que perdemos seres humanos especiales por tener una sensibilidad distinta y por tener el don de expresar con palabras lo que muchos llevamos dentro dormido pero no sabemos como sacar. Hace falta gente así en el mundo y es necesario ponerlos en el atril para que instiguen a las masas, para que sean antorcha, para que hagan de guías en el desfiladero, de sherpas en borrascosas cumbres. Mientras que mamporreros de la farándula poseen los focos y los micrófonos para vociferar ante una masa que les aclama, a los grandes siempre les quedará la encuadernación y la tinta, 'esa chica guapa a la que nadie se atreve a entrarle porque es demasiado bonita para tener oportunidades con ella' que son los libros. Pero no lloren, amigos, hay gente que posee un preciado privilegio más allá del que otorga el talento, y es el de ser eternos. Tanto Grass como Galeano retumbarán por los siglos de los siglos, se hablará de ellos, de su obra, se les rendirá un tributo tan tardío como merecido (al menos yo se lo brindaré), como se les ha brindado a todos aquellos que han sido capaces de llevar el pensamiento más allá, o, al menos, de llevarlo de una manera diferente, y eso es para estar más que felices. Yo no les llevaré flores, yo les compraré su obra, y, esta vez, como reza alguno de mis textos que más tarde que pronto verá la luz, más si muero, beban a mi salud y no lo derramen al suelo... Va por ustedes, dioses entre los dioses.

Si indagando en ti mismo, o por mera casualidad descubres algo de valor, cuídalo. Es más, apaláncalo como si viniera la guardia, vigilando siempre que nadie te vea. Mézclate entre la gentuza. Si tienes brillo cuídalo también, porque no es un derecho de la gente el verte brillar, es un privilegio que otorgas tú, elige a dedo...


Joan Manuel Serrat - Fiesta

 

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