28 jul 2014

Capítulo 46: Knockin' on heaven's door














Le estoy cogiendo el gusto a los lunes. Creo que nada produce tanta emoción, o pocas cosas en su defecto vaya, como que te comuniquen que el servicio postal en este país funciona decentemente (cuando quiere) y que hay paquete para un servidor. No por esperado este provocó en mi menos ilusión que otros que no sabía que iba a recibir. Además, la emisora siempre se guarda el derecho de tanteo a dar sorpresas con el contenido. Resulta curioso que justo unas huellas atrás hablase de que había guardado todas las cartas en un cajón, y justamente ahora llegue una carta, que, la verdad, dista mucho de la última que recibí, hará ya cosa de dos años y medio, más o menos. Cartas desde cualquier parte, supongo. Quizás las palabras que en ella se vierten sea lo que más alegría provocó en mi, y no porque lo que acompaña a las mismas no me haya gustado, que como podéis apreciar, así ha sido. Y esto es así porque más allá de que las palabras sean lo que dan testimonio, ahora y siempre, ante el paso del tiempo, se que estas son sinceras a la par que bonitas. Supongo que una carta que comienza con una cita de Ray Loriga habla ya de por si sobre la calidad del contenido de la misma, y más cuando esta cita es acerca de la locura y el infinito. Otro de los elementos a tener en cuenta, sin duda, es el mensaje constante que rezuma la misiva, y es que pese a que se puede palpar por todas partes de la misma que dicho mensaje es el que yo lancé hace un tiempo, que te lo hagan tener presente es casi tan importante como el mismo. El hecho de que algunos no lo pasasen por alto y se lo tomasen tal y como había que hacerlo, con una interpretación personal y sabiendo que ese es el camino, hace a uno sentirse un poquito orgulloso de haber dispersado simientes ante una tierra a veces árida, a veces fértil. Finalizar agradeciendo el enfoque e instando a no dejar que la pereza, mi tan querida enemiga en algunos casos, merme el potencial que poseo no puede ser si no más que un precioso punto final a esta epístola, más allá de la postdata que habla de refugios y lugares comunes. El resto de elementos que acompañan a este papel que ya reposa en sitio adecuado sirven para complementar de manera tan perfecta como a una mujer le complementa un bonito color de pintalabios y piezas de joyería austera, así como el no usar perfume y saber ser sexy sin tacón. La camiseta de Rodrigo era una de esas que no podía faltar en la colección y que sin duda tarde o temprano iba a formar parte de la misma, ya fuese del Internazionale o la albiceleste, y que mejor que esta para terminar de cerrar, de momento, las de tonos azulados. No había mejor situación para recibirla que justo después de que fallase la ocasión que pudo hacer a Argentina campeona del mundo, que no es más que un botón totalmente fidedigno de lo que es la vida en si. Dejo constancia por acá de que terminaré de complementar la camiseta de Palacio cuando me crezca el pelo y consiga lucir el característico piojo que él ya luce, que no duden que así será, y que ya luciría de no ser porque en un arranque de enajenación durante la bipolaridad me diese por ejercer de torero y cortarme la coleta ante la posible visita de Raquel. Otro hecho a tener en cuenta es lo en serio que algunas personas se toman lo que escribo por acá, y que las hacen especiales y las elevan por encima del resto cuando son sometidas a comparaciones, y claro, luego algunos se preguntan el porqué. No es ya el hecho de colaborar económicamente con la música que te gusta (que ya de por si me ruboriza que sea la que se haga en mi crew), porque eso es algo que la gente que amamos esto hacemos continuamente, si no el pequeño detalle de saber que cuando aquí alguien aporta se toca la campana, que no es más que un gesto simbólico para celebrar que alguien comparte algo con nosotros, que es lo que está por encima de la música en si, que ya es decir. Pocos lo hacen, pero los que lo hacen valen por diez. Para acabar, decir que me resultó curioso el último detalle. Y digo curioso porque justo hace unos días, mientras escribía el primer tema de la mixtape que estoy preparando con Garry, mi pluma danzó algo así como los mapas son piezas de tángram en mi dharma, arrecian tempestades, más aquí nunca hubo mar... Aquí nunca hubo mar. Y bien es cierto que así era. Mi comunión con el mar es algo así como mi comunión con esas pequeñas cosas de la vida que uno disfruta cada vez que puede pero en pequeñas dosis, ya que el poder disponer de la misma continuamente sería restarle magia y encanto a la misma, y no quiere decir que esto sea así para todo el mundo, ojo, cada cual tiene sus preferencias y sus propias picas en Flandes. Creo que no podía haber elegido mejor manera para tener un detalle con InVastam que regalarle ese pequeño territorio que la caprichosa geografía nos negó a los extremeños, pero que sabemos apreciar como cualquier persona que está casada con las aguas... Háblame del mar, marinero. Poco más puedo añadir aparte de agradecer continuamente estos pequeños detalles que pintan en uno una sonrisa de colores y que dan sentido a todo, incluso antes de que vea la luz. Que decir de la primera persona que reservó su copia de Galaxies cuando todos tuvieron la oportunidad de hacerlo. Ese tipo de cosas no se pagan, y no duden, como siempre digo, y como siempre hago, en cancha a mis posibilidades y más pronto que tarde, que uno siempre cumple sus deudas. Merci.





El miércoles pasé el reconocimiento médico en la clínica por excelencia de los mismos, el Sepad, antes de oficializar mi traspaso al Girondins de Burdeox. Periódicamente hago visitas y chequeos a mi mente, por ser más guay que el resto de gente que suele hacerlas con su cuerpo. El cuerpo no es más que una extensión del alma, ya dijo CS Lewis que no somos un cuerpo que tiene alma, si no un alma que tiene cuerpo, y, si no lo sabéis, y ya estoy yo para decíroslo (no me deis las gracias), el alma reside en la mente, que reside a su vez en el cerebro. Resulta que mi alma consume más gasolina de la cuenta (quizás porque excede la velocidad en sus viajes por el hipotálamo) y uno necesita estar continuamente repostando. Pero la gasolina, por muy bien que huela (y muy convencional que sea) es algo lo suficientemente común como para que no haga funcionar (o al menos a los que somos más especialitos, que no especiales) de manera certera el mecanismo de viaje de nuestro espíritu, así que yo me pasé al litio, que no vayan a pensar ustedes que es más barato, pero al menos tiene más glamour. Mi coleguita Isaac al que ya tenía ganas de presentaros está bastante contento con que los niveles de las encimas de mi cuerpo y todo ese tipo de cosas estén en orden (o al menos lo que la sanidad considera en orden) y de que mi vida a su vez cuente con unos hábitos saludables y que yo lleve una vida estable y feliz. A mi la verdad es que después de decirme que se alegran de ello y sonreír irónicamente no me sale otra cosa que devolver una sonrisa sarcástica y acompañarla con un yo también me alegro de que usted sea feliz. Pero no andaba muy desencaminado porque en aquellos momentos me encontraba en un estado de felicidad plena, ya que no hay nada más cercano a ello que evacuar después de que el estómago decidiese apresurar sus trámites tras la ingesta del café matutino y yo verme obligado a retrasarlos por la imposibilidad de detenernos durante el trayecto hacia Mérida. Por lo demás, no hay nada como una visita al psiquiátrico para apreciar los placeres de la vida. Por allí pasea gente con la mirada tan vacía, perdida y fría que son capaces de arrebatarte la vida sólo con cruzar sus ojos con los tuyos. También me lo pasé genial contando el número de tics de los inquilinos del centro y ver cuales podría reclutar para mi vida diaria. Hubo uno que me flipó sobremanera y que quizás adopte. Consistía en introducir las manos en los bolsillos del pantalón pero del revés, quiero decir, con las palmas hacia afuera, mostrando por completo las muñecas hacia adelante, y luego realizar una serie de pasos dignos del ministerio de los andares tontos de los Monthy phyton. Para rematar la maravillosa velada, me encontré con la pecholobo, típica paisana a la que hace años que le perdiste la pista y que cuando eras pequeño solías increpar como al resto de ancianos entallados de tu pueblo (cónfer la ola, el mecedorael monu, la cabra mocha, etc). La mujer se hizo amiga de mi abuela (o ya lo eran), ya que esta siempre ha sido muy campechana (mi abuela, digo) y mi querida yaya supo corresponder a la simpatía de la mujer con algo de dinero para que pudiese fumar, que era su mayor pasión, cosa que aún recuerdo, ya que su hija la había dejado allí desprovista de recursos. No se preocupen, todos nos veremos las caras en vidas futuras. Terminamos la mañana en un bazar chino de la extensión de algunas de las tierras de mi abuelo, en el que compre cosas que huelen para InVastam (ambientadores, velas, incienso y demás), las macetas para sembrar (ya llegaron las semillas) y algunos marcos, que a mi lo que me gusta es regalar fotos. Para cerrar la magnífica mañana mi abuela me compró el libro que ando leyendo y del que iré dejando reseñas por estos lares, El monje que vendió su ferrari, al que le tenía bastantes ganas. Al llegar a casa lo primero que hice fue buscar la diferencia entre mesar y atusar. Luego me di cuenta de que la entrada que más habéis leído sigue siendo el Capítulo 33: El último beso. Queréis la paz del mundo y no tenéis la vuestra propia.

Por la tarde recibí la visita de un viejo amigo, que me causó tanto gozo como sorpresa. No contaba con que Sergy recordase donde vivía y menos aún que se presentase sin avisar. El chaval vino cargado con anécdotas de mi propia casa que ni yo recordaba, y es que no hay nada más cierto que aquello de que la memoria se retroalimenta y aflora a medida que el feedback crece. Estuve explicando detalladamente que ha sido de mi vida durante todos estos años (desde que salí de primaria no nos poníamos al día) y a que me dedico (osease nada, pero vaya, me refiero artísticamente). Él está realizando las prácticas de redactor en Mérida en rtve (donde las quiero hacer yo y probablemente salgan si dios quiere) y me estuvo contando un poco sus rutinas y la forma de trabajar allí. También estuvimos hablando de hacer algo conjuntamente, cada cual con sus dotes pero siempre pudiendo entrar en tareas que incumben a los demás (que yo también quiero redactar, vaya, aunque no conozca las pautas ni tenga las nociones básicas de periodismo, aunque dado el nivel de hoy en día se de sobra que puedo hacerlo sobrao'). Tras muchas risas, pero muchas, recordando viejas vivencias y tras repasar la actualidad de nuestros antiguos compañeros nos emplazamos a quedar en unos días y sacar punta a ese proyecto que a día de hoy está en el aire pero que ójala salga adelante.

Lenylen - Ritmos de desobediencia





El de arriba es el culpable de que luzca los colores rojo y blanco en mi corazón. Creo que nunca podré agradecérselo lo suficiente. Verlo a él es como ver el reflejo en el espejo de lo que seré dentro de unos años, o de lo que me gustaría ser, sin duda. Con sus pasiones, siempre de buen humor, con una sonrisa para todos, le vayan más o le vayan menos, líder de una familia preciosa y encima guapete, aunque con menos pelo del que yo espero tener. Le quedan esos colores tan bonitos como a mi ¿eh? El de abajo es el más cabrón de todos los primos que tengo. Quizás no es al que más quiero, ni con el que más identificado me siento, ya que creo que el que más se parece a mi es Javier, el hijo del de la camiseta azul, pero sin duda es con el que mejor me lo paso. Siempre está en la sombra con sus tretas y triquiñuelas para tocar los cojones a pequeños y mayores y conseguir con perfectas evasivas salir airoso e indemne de todo tipo de aventuras. Su ingenio sólo se ve superado por su gula, y la alegría que transmite siempre que participa de las fiestas es indescriptible. Parar con la familia de vez en cuando es agradable, aunque sólo nos unan un puñado de cromosomas y unos lazos que algunos intentan ensalzar y elevar por encima de su valor real. Pero se les quiere. De todos modos, a mi familia, la elijo yo.

A posteriori disfrute de uno de esos viernes de los que poco se estilan en los últimos tiempos por estas tierras. Sin duda la suma de Ruben a la tropa y avanzadilla es siempre un plus que patrocina cordura y risas aumentándolas exponencialmente. La verdad es que contra menos efectivos somos, mejor lo pasamos. Fue la noche de si tiene un piercing en la lengua puede seguir poniendo música, del hasta luego mindunguis a los municipales con una tasa de alcoholemia ocho veces mayor de la permitida (como poco) y cuatrocientos decibelios por encima de lo permitido legalmente (y más a las cinco de la mañana), del guantazo al peluca y del cristianoronaldopichípichá.gif así como los múltiples didn't read y los haters gonna hate, la noche de ceder el derecho de tanteo y pernada de mis primas a Garry, y aquella en la que Fuentes invitó a botellón, adelantando múltiples puestos en la escala de roles y dejando muy atrás a otros que hace poco tenían mucho peso y parangón en aquesta nuestra pandilla.

El sábado lo empezamos tempranito, la verdad, porque unas cañitas an'ca' el Candy siempre vienen bien en buena compaña. Yo me despegué a eso de las cuatro para echar una siesta y estar presto y fresco para la batalla nocturna, que a mi la cervecita a esas horas me amodorra de una manera que el cuerpo me pide fresco y sueño. Si me conociérais en todas mis facetas sabríais que yo, en pre-siesta y post-siesta siempre me pongo muy tontorrón y esta vez si, de esa forma que les gusta a las chicas. El caso es que cuando recibí señales de la civilización estaba ya caído el sol y por culpa de Rubén nuestro querido amigo Garri no salió, ya que realizo la jugada de manera matutina y agarró la mosca antes de tiempo. Su baja fue cubierta con eficiencia por Quinte, aunque nos hubiese gustado contar con todos los efectivos para este partido. La baja de última hora de Garry fue motivo de chascarrillo y sorna durante toda la noche con las míticas Garry ha ido a mear y ahora viene y un Quintero en la calle y un Garry en la cama. Con la compañía de Mangy y algún que otro tarado y tras unas risas con algún látigo nos dispusimos a hacer el payaso en la pista de baile del talego, donde sin duda Jesús es el rey de la pista y las risas se cuentan en cantidades ingentes. Por supuesto seguimos imitando el gif de Cristiano (del que más abajo os hablaré) durante el transcurso de la noche para terminar de cerrar las anécdotas predesayuno con Cori y la Pochi, una amiga suya regordina a la que llevamos a casa que se reía como un cerdito y que pesaba lo que ocho, lo cual nos dió para múltiples variantes de no reirse de los sunormales por favó. Tras un par de homenajes más a Garry durante las tostás cada mochuelo acudió a su nido a descansar como todo hijo de vecino.








Fede El (con Regina Zerené) - LPGC 199?



El domingo nos fuimos a despedir a Rubén, del que no podré poner más fotos por aquí (al menos echas por mi) hasta navidades, ya que se nos va a currar a Canarias y aunque sabemos que ya es mayor y que le irá bien eso es algo que nos pone muy tristes, a todos, y a mi en especial, bueno, a todos en especial. Para ello nos juntamos Mangy, su esposo Quintero, el soldado que se reservó para el domingo Don Garry, el propio Rubén y servidor. Echamos un cubino de tercios muy ricos y frescos allí por el Europa recordando todas las anécdotas de estos días, que no han sido malas ni pocas, y echando unas risas con los memes, chops, gifs, y personajes que copan nuestras vidas, que tampoco son malos ni pocos. Para terminar de cerrar la jugada acudimos al burguer king de Alm, que yo estrené por fin, y me pedí un bk fussion de esos con el king ahorro que me dio dolor de cabeza, por subnormal, la verdad, todo sea dicho. Despedimos a la pareja también, que espero ver pronto eso si, y más tarde tras echar un poco con Paco y Gloria para conocer a su hija que está preciosa y recordar anécdotas de su accidentada boda de la que algún día os hablaré, dejamos al muyayo en su casa tras un abrazo de los que ceden energía y buena suerte así como mis mejores deseos. Con que ganas te viá' coger de que te vea y lo que te voy a echar de menos... Se feliz, Nube. ¡Y vuelve con el coche!





Por cierto, tengo una respuesta que voy a empezar a emplear para todas y cada una de las preguntas que me realicéis en la vida a partir de ahora, y creo que sirve para responderlas sin ningún margen de error. Es más, creo que me voy a comprar un marco de fotos electrónico para ponerlo y cada vez que alguien me haga una pregunta enseñárselo. Probad su eficacia, con preguntas del palo "¿le harías el amor a Natalie Portman todos los días de tu vida?" o "¿estás muy hasta los cojones de la gente de tu pueblo?" e incluso "¿como te parece que está la escena del rap en este país?", me vale hasta para "¿que opinas de los fichajes que está haciendo el Sevilla este año?". El caso, os la regalo por si queréis emplearla vosotros también, ahí va:


Introduje las manos con mucho celo y apreté la tierra fértil, notando como a medida que ejercía presión esta se desintegraba entre mis dedos. Los cuencos de cerámica brillaban impolutos reflejando los rayos de sol que chocaban entre sus poros. Con celo posé el barro sobre la arcilla, y con suave presión realicé hendiduras y surcos para con mimo colocar estratégicamente las semillas. Con las yemas de los dedos removí la tierra como el que toca una guitarra y le di de beber la cantidad suficiente, ni mucho ni poco, acariciando los nutrientes. 

Siempre antes de comenzar, coloco paralelo al folio vírgen, que es algo así como el bloque macizo para el escultor, un par de papeles desordenados repletos de ideas, palabras y conceptos que de un modo u otro están relacionados con el hilo conductor que he elegido esa vez. Cojo uno de mis bolígrafos fetiche, que se deslizan con increíble suavidad, y hago un poco de café para que no falten las fuerzas cuando apremie la clarividencia. Saco la llama del mechero con dulzura y la paseo por la bolita que gira en la punta, y la mezo con mimo alrededor de la tinta para que se caliente y fluya. Dispongo en un bucle infinito la música desnuda, para que no acabe nunca, y dejo que germinen mientras hacen el amor las palabras, que se juntan con celo entre semejantes, que se juntan con celo según sus terminaciones expresando la belleza de los axiomas que todos tenemos en nuestro interior pero que pocos comparten con encanto.


Sobre lo de tener un hijo, sólo decir que cuando el alumno está preparado, siempre aparece el maestro.

No he plantado un árbol, pero tengo unas semillas que florecerán si las cuido con el amor y tesón que yo sólo se poner a las cosas cuando hay cariño; no he escrito un libro, pero tengo a mis espaldas las suficientes canciones como para dejar un legado lo suficientemente bello a todo aquel que lo quiera abrazar y que verán la luz cuando todo esté a oscuras; no he tenido un hijo, pero se la pasión que pongo cuando beso y tengo la certeza de que el mundo no está preparado para mi descendencia, y eso no es poco. No permito que nadie que entre en mi se vaya vacio, y yo no paro de vaciarme siempre que alguien llega para dejar hueco y llenarme de él. Algunos golpean y golpean las puertas del cielo, pero cuando les preguntan no saben la contraseña. 

Antony and the Johnsons - Knockin' on heaven's door


21 jul 2014

Capítulo 45: Los sonidos del silencio


Los lunes por la mañana se podría decir que el mundo no es el mejor lugar posible para plantar un árbol. Si además es verano y este lo gastas en Extremadura, no es que se pueda decir, es que lo puedes afirmar sin temor alguno a equivocarte. Pero ya saben ustedes que a mi me van las pequeñas cosas, y que no se puede plantar un árbol sin haber plantado antes plantas de menor tamaño. Para poder avanzar en el dominio de la técnica, he comprado semillas de bonsai y de plantas carnívoras, a las que buscaré su acomodo y su lugar en InVastam. Como digo, esperaba con especial entusiasmo la llegada de las mismas, ya que el bucket viene desde China y no cuento con él hasta Agosto, así como aún no encargué la zamarra de Rèmy Cabella del Newcastle (porque aún no tiene número ni salió la nueva equipación de los magpies) ni tampoco pedí la de Adam Lallana, que finalmente no creo que pida del Liverpool si no de los proos (es lo que tiene warrior). Mi madre me avisó, una vez terminadas las tareas de recogida de la azotea (metimos todos los chismes del cuartiche en la buhardilla de una vez por todas) de que había llegado un paquete para mi, lo cual me puso contento (y no hablo de "estar contento" como les gusta a las chicas). Cuando lo cogí me extrañó bastante el tamaño y la forma del paquete, pero nunca se sabe que es lo que fuman estos del herbolario, por lo que tampoco me llevé las manos a la cabeza. Mi sorpresa llegó cuando a medida que desenvolvía podía apreciar que en su interior no había unas semillas. Como dije antes, no esperaba nada más aparte de estas, por lo que me quedé bastante descolocado. Tampoco atinaba a ver que era (posiblemente a causa del desconcierto) y tampoco ayudaba mucho tener a mi madre y mi hermana encima 'letreando'. Pude ver que abajo traía un pequeño post it, pero nada más, ninguna carta ni nada por el estilo. Decidí no abrir el post it en primera instancia y me fui con el paquete a InVastam. Una vez hube quitado todo el embalaje, pude apreciar una estatuilla de madera, muy pulida, suave, de bastante tamaño. Tenía muchísima energía, notaba como al sostenerla algo recorría todo mi cuerpo. La figura eran dos personas abrazadas, hechas una, en un bloque macizo. Era verdaderamente preciosa. Pero a estas alturas seguía sin saber ni su procedencia, ni su remitente. No venían señas en la parte posterior del paquete ni nada que indicase quien podía haber mandado algo así. Cuando abrí el post it, mi sorpresa termino de ser mayúscula. Solamente se podía apreciar un pequeño fragmento de una canción de Manolo García (lo cual quería decir que esa persona me conocía bastante bien), y la firma. No se realmente como se habrá hecho de mis señas, probablemente lea el blog, pero entendió sin duda a la perfección lo que significa InVastam y participó de ello de una manera colosal. Sin duda es uno de los detalles más bonitos que han tenido conmigo, a la par que inesperado, ya que, si bien es cierto que servidor disfruta dando sorpresas en la medida de lo posible (si no lo hago más es porque no tengo oportunidad y porque ahora no gozo uno de una economía superlativa) nunca está de más que se acuerden de uno. Es cierto que no he hablado mucho de esta chica aquí, como no es menos cierto que a día de hoy es de las personas con las que más trato y confianza tengo de lejos, y eso que solamente intercambiamos correos (y no pocos, la verdad). Se de sobra cuando llego a una persona y como llego, otra cosa es que a veces disimule, bien porque creo que es lo adecuado, bien porque todas las cosas tienen su proceso. También es cierto que suelo confundirme poco cuando 'calo' a las personas, y efectivamente, cada cosa nueva que fui conociendo de su vida, pese a las reservas que guardaba, fueron cerciorando todo lo que imaginaba. Este pequeño detalle no es más que otro botón que certifica todo lo que ya se de ella. Chicas sensibles, inteligentes, y además con la suerte de ser guapas, hay pocas hoy en día, por eso tiendo a crear lazos con ellas, sean del tipo que sean, siempre que se presenta la ocasión. Cuando además existe una energía palpable (y no hay más muestra que el motivo por el que nos conocimos), más aún. Y todo esto no tiene nada que ver con ningún tipo de posible relación sentimental ni nada de eso eh, que conozco vuestras pájaras, es algo más, que siempre será algo menos. Escribí rápidamente para agradecer el detalle, y, tuvo todavía mayor carga emocional cuando me contestó con dos fotografías de otra estatuilla igual, que guardaba ella en su casa, y que había comprado porque se compraban conjuntamente. Sin duda corresponderé a este detalle como es debido, pero esto no hace más que cerciorar, que la felicidad, la dan los pequeños detalles, que tengan a uno en cuenta así como sus emociones, sentimientos, ideas y palabras, y que sepan captar la energía. Cada vez cobra más sentido En busca del tiempo perdido...







Katharina Schüttler - Mein kleines herz


Conozco bastante bien el alma humana para prever que pensarán en la vanidad. Piensen lo que quieran: me importa un bledo; hace rato que me importan un bledo la opinión y la justicia de los hombres. Supongan, pues, que publico esta historia por vanidad. A fin de cuentas estoy hecho de carne, huesos, pelo y uñas como cualquier otro hombre y me parecería muy injusto que exigiesen de mí, precisamente de mí, cualidades especiales; uno se cree a veces un superhombre, hasta que advierte que también es mezquino, sucio y pérfido.

Algo que se desde hace bastante, es que no atinar con la foto es como no atinar con el texto, os lo aseguro. Sin ser pretencioso (bueno un poco), y haciendo algo de honor al texto de Sábato, se que entráis en el blog para ver la foto que tengo con el libro de Kay R. Jamison, al menos los que no estáis en facebook, que la veis allí, y los que la quieren en color la pueden ver en fotolog (o podían, ja, os dije que iba a poner candados, a ver ahora como volvéis a leer ese pasado que no habéis escrito, sin pedirme permiso... no lo voy a actualizar más, pero tranquilidad en las masas, está a buen recaudo, como este blog, por si algún día hay que dar fe de algo que dije bien hace tiempo, que fijo que si, descuidad), si es que me lee alguien que venga de allí, que igual hasta alguien ha llegado aquí por ahí, vete tú a saber, lo que es el mundo eh, vaya enajenaciones me monto acho... Os doy un consejo, que me sale gratis: abrid la fotografía, clickad con el botón derecho y pulsad la opción "guardar como", elegid un título lo más pornográfico posible y le dais a aceptar (en formato jpeg), y así no tenéis que entrar más en el blog, a no ser que lo que os interese sea lo que escribo, que lo dudo. A mi es que me gusta siempre ponérmelo complicado eh, no es que no sepa que estoy más salao' con una mijina de barba o con el pelo largo, pero el rollo es que a quien le tengo que dar por culo es a mi mismo y no a ustedes, es algo que aprendí hace bastante tiempo gracias a alguna. Me sería bastante fácil poner en pie de manera lo suficientemente sencilla para que mentes planas pudiesen entender, la diferencia entre 'explícito' e 'implícito', y no porque el año pasado Ana supiese hacer tal cosa en clase, desde luego que no. Como decía, carecería de complejidad hacerlo, pero estoy seguro de que ni con esas, a algunos y más bien algunas llegarían a entenderlo. Por si acaso, voy a sudar de hacerlo, no sin antes aclarar el matiz por el cual he sacado el tema: yo nunca expreso nada de manera implícita, todo lo que escribo es explícito. Inclusive, cuando me refiero a alguien sin mencionarlo, que son las menos, no hace falta ser un visionario para interpretar hacia quien va dirigido el mensaje ya que se ve de manera obvia a quien está dirigido. Cuando he tenido que hablar de alguien aquí, siempre he citado a dicha persona sin putos pelos en la lengua, que es uno de los complejos que tenéis la gran mayoría, no se me han caído los anillos en dar nombres y apellidos siempre, para poneros en bandeja de plata cualquier interpretación. Y luego alguno tendrá el valor de venir a echar cosas en cara. Así que si queréis expresar algo de mi, aquí, o donde sea, que sea a la cara (ya sabéis a que me refiero), ya que aunque entiendo que gozáis de libertad para hacer lo que os plazca, me parecería lo más justo, sobre todo si lo que se intenta es llamar la atención, ya que si no, probablemente pase a ser una persona cruel y amoral por no escuchar los llantos de quien pudo y no quiso. Entiendo que las comparaciones son odiosas y que la vida es dura cuando alguien copa expectativas y luego pretendes que el resto llegue a esos niveles cuando sabes de sobra que no dan para mucho, lo entiendo, de verdad, en su día me pasó, hasta que aprendí a dar valor a las cosas por mi mismo y me fue mucho mejor, pero eso es algo lo suficientemente complicado y complejo como para que todos puedan hacerlo e incluso para que siempre surta efecto, ya que no es igual derribar ídolos de barro que al coloso de Roma. No pasa nada, de verdad, yo seguiré en las sombras echando unas risas viendo como más de uno se humilla a si mismo intentando autoengañarse por no tener pelotas para escupir a la cara. Soy de las personas que abren las puertas por temporadas, y a veces ni eso, con pegar carpetazo me sobra, le pueden preguntar a Cris (que además es como yo), a María (la de Sevilla, esto de especificar siempre es un coñazo, aunque bueno, la de Salamanca también me vale en este caso) o a Alberto, el de quidpro (por muchas bromas que haga sobre él y mucho que me parta el culo, por mucho que fuese él el que crea que se fue). Si no se aprovecha el margen que me muestro receptivo por los motivos que sean, luego no se tiene la potestad de poder preguntar el porqué de caer en el ostracismo, pero dejo la veda abierta a que cada cual se resigne como quiera y eleve la voz más de la cuenta. Y el que quiera entender, que entienda, que es bien fácil, y si no que pregunte, que sois muy de montaros unas películas dignas de Kubrick. Conmigo indirectas no, que ya es buena hora para más de uno de saber como me las gasto. Sobra decir lo que me suda los cojones que alguien se ofenda, ya que si ni tienen la decencia de opinar a pie de página de estas anotaciones, sólo faltaba que estas palabras molestasen a alguien que muy probablemente aparte de ni dejar constancia de que lee, no ha sido invitado a ello. Pueden dejar su reclamación metida en un sobre en aquella urna que encima tiene un papel que pone "cosas que me importan una puta mierda". Para mi que no se han enterado de lo que implica leer esto, ni saben interpretarlo, y probablemente acaben aplaudiendo. Paraos a pensar, que lo mismo estáis escupiendo para arriba. Por cierto, veo a algunos a los que os está saliendo rentable el cambio, una ovación para todos ellos y un minuto de silencio para mi. Que situación más precaria la mía, y algunos queriendo estar debajo de mi pellejo, ay...


La verdad es que muchas veces había pensado y planeado minuciosamente mi actitud en caso de encontrarla. Creo haber dicho que soy muy tímido; por eso había pensado y repensado un probable encuentro y la forma de aprovecharlo. La dificultad mayor con que siempre tropezaba en esos encuentros imaginarios era la forma de entrar en conversación. Conozco muchos hombres que no tienen dificultad en establecer conversación con una mujer desconocida. Confieso que en un tiempo les tuve mucha envidia, pues, aunque nunca fui mujeriego, o precisamente por no haberlo sido, en dos o tres oportunidades lamenté no poder comunicarme con una mujer, en esos pocos casos en que parece imposible resignarse a la idea de que será para siempre ajena a nuestra vida. Desgraciadamente, estuve condenado a permanecer ajeno a la vida de cualquier mujer.








Pasar un sábado, leyendo a Ernesto Sábato, como sístole y diástole mi rap bombea sangre...

Uno empieza a revisar estantes de casa y como por arte de magia se encuentra joyas. Hace mucho tiempo que tenía ganas de echarle mano a esta pequeña novela de uno de los mejores escritores argentinos (de lo que ya me he cerciorado), y que probablemente me invita a seguir echando mano a su prosa. Me la acabé más rápido de lo que deseaba, y no ya sólo porque no sea muy extensa, si no porque absorbe como pocas. Otro de esos libros que me han dado auténtica pena de que tuviesen punto y final, aunque supongo que todas las cosas tienen su fin. Creo que de haberla agarrado hace un par de meses, hubiese empatizado con Castel hasta límites insospechados, y no porque ahora lo haya hecho poco. Probablemente hubiese podido cambiar el nombre de María Iribarne por el de alguna otra chica a la que su país también baña un mar celeste, y que compartía muchas más cosas con ella. Me gustaría recomendarle a esa chica que le echase un ojo a este libro, que fijo que lo disfrutaría tanto como yo lo he hecho, pero ya me conocen, y además, más allá de la recomendación, carezco de ganas de hacerlo, descuiden. Es bonito que haya gente que sepa poner palabras a lo que tu sientes, sea de la manera que sea. Hoy leí que los libros son las abejas que mueven el polen (que sería la inteligencia) de flor en flor, que en este caso sería de cabeza en cabeza. Me resultaría muy difícil explicar esto a quien no quiere entender, que son la mayoría. El siguiente que tengo entre manos también tiene pinta de ser maravilloso, ya os diré. Probablemente os empeñéis en leer lo que he difuminado de cada texto en vez de centraros en lo nítido, pero bueno, suele pasar, creo que a partir de ahora difuminaré lo que quiero que leáis, voy aprendiendo a entender como funcionáis. 

Mira, soy más de lo que crees, estoy llamando a tu puerta, esa que nunca está abierta, esa que voy a romper...

DePedro - Nubes de papel


El sábado al final como el que no quiere la cosa me animé y salí en primera instancia a tomar algo, que se acabó alargando bastante más de lo que tenía previsto, eso es señal de que se estaba agusto. Salimos Domi, Garry y el que escribe acá, y nos convertimos en abuelistas por momentos, y seguimos de pureteo en el blues. Luego ya cogimos nuestra antigua costumbre de ir al botellón y pudimos comprobar aquello de que la experiencia es un grado y que nos miran como a los mayores del lugar, los míticos del pack de habana, que recuerdos. Allí pude echar un ratejo con Sergy, y con Nanu. Los ratos con Nanu son geniales. Le pude comentar la visita esta semana de Alberto y de su hermano Momo a InVastam, y lo guapo que lo pasamos. Momo tiene un talento increíble para lo que quiera, va a reventar haga lo que haga, tiempo al tiempo. Luego nos pusimos al día en todo aquello que al rap refiere, ver cuando grabamos nuestro tema juntos y seguir reafirmando que nuestra escala de valores es más paralela de lo que es con la mayoría de gente que conozco, y eso a uno le hace muy feliz. Por último eché unas risas en el talego con Pepe y con MJ, que estaba un poco chisposa (y tan guapa como siempre) y estuvimos mucho rato hablando. Creo que quedaremos como muletilla el poner cara de asco a lo Eli cada vez que nos veamos. 

El domingo fue el cumpleaños de Laura, y aunque no la vi ni pude disfrutar de ella, creo que poco más tuvo relevancia aparte de esto. Quiero decir, que cuando es el día de una persona que amas con locura, todo lo demás es como que no importa mucho, ya sabéis. Laura siempre ha estado presente en mi vida, a veces hemos tenido más contacto, otras menos, pero siempre ha estado ahí, aunque no estuviese. Y es por ese tipo de cosas por las que uno se siente orgulloso de ser quien es y de formar parte de la vida de algunas personas. Cada vez que nos vemos podemos estar horas eternas hablando de todo lo que ha pasado porque quedan muchas más cosas por pasar, si no, nada tendría sentido. Ójala verla pronto, que se que así será, y disfrutar en directo de ella. Y echarle una foto para el albúm leches, que en Madrid no pude, aaaay...

Quien me conozca bien sabrá qe no soy muy dado a hacer muestras públicas de cariño ni tampoco suelo expresar en exceso lo que siento si bien me encargo de demostrarlo más con hechos, que con palabras. Pero claro, hay ocasiones en las que uno puede romper su protocolo, porque la persona lo merece, y si hablamos de merecer, hay poquitos que hagan más méritos y con más fuerza que ella. Y esto es así porque desde el momento en que quien sabe que hizo que nos cruzáramos cada uno en el camino del otro, aunque estos hayan discurrido cada cual a su manera, de un modo u otro, siempre, y digo siempre, han estado unidos. Cierto es que hay momentos en los que la he echado un poco en falta, como ella me ha echado en falta a mi, pero bueno, uno acepta las circunstancias y aprende a reírse de ellas. Por ser alguien que es feliz cuando estoy contento, por ser igual de estúpida que yo y reírse con las mismas tonterías, y sobre todo, por estar en todas las malas, que es donde se demuestran los de verdad, y sufrir conmigo y por mi (que, por muy ceporro que sea, lo se), no puedo hacer más que dar las gracias, y lo hago continuamente. Es un auténtico placer poder decir algo que nunca digo porque se que uno se la juega mucho cuando hace este tipo de sentencias, pero, como digo, no me temblaría el pulso, a la hora de poder afirmar qe siempre vas a poder contar conmigo y estar en mi vida, y lo sé porque sé que es recíproco. Hoy, toca celebrar que hace unos años que llegaste, vieja pelleja, así que brindemos por ello y por los que quedan, "¡así que celebremos!", ajá uh. Quiérote. .


Recuerdo la noche del final del mundo con una precisión milimétrica. Llevaba cuatro días sin dormir, algo a lo que el café había ayudado; creo que abastecí de dinero suficiente a Colombia yo sólo para poder mantener su precaria economía al menos durante un par de años. Había vuelto a Salamanca, al principio, a priori, completamente recuperado. Había dejado las pastillas, y había atravesado de nuevo la delgada línea roja entre la eutemia y la manía, sólo que yo no lo sabía. La noche del fin del mundo era tal porque este no hacía más que mandar indicios de que así era. Yo seguía teniendo en mi mente que el hecho de que Raquel llegase a casa allá por Diciembre, no era provocado por su borrachera y pulsar mal el ascensor, si no que era una de esas señales que le daban sentido a todo, y, por un momento creí, que todos así lo habían visto, incluso ella, aunque esas cosas sólo pasen en las películas y la gente salga con los ojos lacrimosos del cine pensando que un mundo mejor es posible. No se como llegué al extremo de creer que todo el mundo estaba conspirando para que ella volviese, pero sin ninguna duda, tirase del hilo del que tirase, no hacía más que evidenciar dicha circunstancia. Explicar esto a alguien que no ha estado en manía es complicado, como supongo debe de ser complicado que le expliquéis a alguien que jamás ha estado enamorado lo que es estar enamorado (que nada que ver con el amor). Pues algo así. Como pude anticiparme al final, dejé el instituto un par de horas antes y me fui a casa con caminar pausado, que era exactamente el polo diametralmente opuesto a lo que ocurría en mi cabeza, donde las ideas no paraban de declinarse como expresiones latinas, reaccionar como elementos de la tabla periódica y aparearse como animales en su hábitat, libres, sin barreras, y estallando para dar paso a otras cuyo periodo de vida era aún menor pero que al inmolarse creaban a su alrededor una belleza aún superior a las anteriores. Al llegar al piso, mis compañeros que ya habían avisado a mis padres que vendrían la siguiente mañana, intentaron que causase el menor daño posible a mi futuro yo, a mi yo verdadero o al yo no-maníaco, como queráis llamarlo, cosa que a mi me era bastante indiferente. Yo estaba convencido de que esa noche, llegaría Raquel, que por fin se habría dado cuenta de que tenía que venir, que habría priorizado el estar conmigo en Salamanca a su curso erasmus en Suecia, gastándose un dinero importante en un billete y que todo el mundo le habría ayudado a ello, porque yo soy muy de conspiraciones. Lo preparé todo de manera perfecta, cerré la puerta de mi cuarto y les dije a mis compañeros que no se asustasen ni nada. Llené el cuarto de velas (cuarto que estaba desierto a estas alturas) y animé al mundo a indicar el camino con velas. Alguno quizás hasta lo recuerde, ya que antes de desconectar cualquier nexo de unión al mundo, le insté a que lo hiciese. Pájaros en la cabeza que cantaban Ismael Serrano y Pedro Guerra, gaviotas, golondrinas, albatros, gorriones, aguiluchos... El mundo, a las tres de la mañana, se veía oscuro (al menos desde mi balcón), silencioso, y con una paz mística. Imaginé que era de noche en todo el mundo (y probablemente así fuese), imaginé los templos más recónditos con estatuas e ídolos por todas partes, velas, incienso, y personas orando, cada cual a su dios, que a esas alturas ya poseía la certeza que hoy mantengo de que es el mismo para todos, igual que unos le llaman love, otros amour, y otros amor, así como ágape, pero no deja de ser la misma cosa. Con todo a oscuras salvo por las llamas de las velas, me dediqué a escribir en un folio una de esas canciones que deberían de ser el himno de la humanidad, que yo me se de memoria, y que por momentos pude interiorizar más allá del entendimiento y la conciencia, llegando a los niveles de poder ver con los ojos del subconsciente. Esta rezaba, y nunca mejor dicho, algo así como:

Hello darkness, my old friend, I've come to talk with you again, because a vision softly creeping, left its seeds while I was sleeping, and the vision that was planted in my brain, still remains within the sound of silence. 

And in the naked light, I saw ten thousand people, maybe more. People talking without speaking, people hearing without listening, people writing songs that voices never share, and no one dared, disturb the sound of silence. 

Sin duda esto era así, el mensaje estaba ahí, era real, y era real. Poco me importaba quien guiaba la mano de quien con su pluma dejó tal precioso regalo y legado para el futuro, y si este entendía el verdadero significado de sus palabras (aunque por otra parte no me cabía la menor duda de que así era). También sabía que muchos fanáticos intentarían dogmatizar la belleza para llevarla a su terreno, bien sea por intereses ideológicos, económicos o políticos. Todo eso daba igual. Bajo la luz de las velas, las cuerdas de una guitarra dibujaban un paisaje y de fondo alguien hablaba sobre una luz desnuda, sobre gente hablando sin usar palabras, sobre gente escuchando sin tener que oír nada, gente escribiendo canciones con voces que nunca antes se habían elevado, y nadie, absolutamente nadie, rompiendo los sonidos del silencio. Dicen que el silencio es de las cosas más bellas que existen, y yo creo que sólo en el silencio es donde uno se puede encontrar a si mismo y encontrarlos a todos, así como la verdad, descifrar el enigma y encajar las piezas de todo el puzzle. Las horas pasaron, mientras yo me mantuve en silencio, encendiendo las velas del mundo, y dejando que mi mente, en paz como nunca antes había estado, no se viese inmutada, mientras llegaba el final. El final llegó, sólo que no supe interpretarlo, sólo que no era el final que yo pensaba, sólo que uno a veces se cree con potestad de escribir su destino cuando para nada es así, y uno no puede elegir a su antojo las huellas que han sido asignadas para él. Raquel no vino porque no era Raquel. No vino ninguna porque en ese momento no era ninguna, o quizás alguna si lo fuese sólo que no era el momento, ella no lo sabía, o quien sabe. Probablemente sea que aquellos que merezcamos la lucha no tengamos a nadie detrás con pelotas suficientes para jugarse la vida por nosotros, y nosotros no tengamos a nadie por quien jugarnos la nuestra, como otras veces hicimos. Nunca le hablé a nadie de todo esto, y creo que hubiese sido muy difícil convencer a alguien de que lo que pasaba en mi cabeza era igual de real que lo que pasa en la suya continuamente, aunque tampoco esperaba palmaditas en la espalda y aceptación. Supongo que el mundo se acaba todos los días, sólo que nosotros no lo sabemos.

Un consejo, si tenéis en cuenta mis gustos musicales y todo eso, echad un ojo a la actuación de Simon and Garfunkel en el Madison Square Garden y en concreto a la versión que hacen de esta canción. Desde que empieza la guitarra, con los increíbles arreglos que hace Paul Simon y los acompañamientos de la eléctrica, y sobre todo, el take my arms that I might reach you y la parte del in crescento a mitad del tema, es tener continuamente los bellos como escarpias y los ojos vidriosos. Si no te pasa lo mismo, háztelo mirar, que es probable que tengas más de un problema.

Ah, Villafranca no es tan bonita como os la pinto aquí, sólo que algunos sabemos hacer bonitas las cosas, o que miréis con los ojos con los que nosotros vemos.


Passenger - The sound of silence

14 jul 2014

Capítulo 44: Lejos de las leyes de los hombres

Dios de la lluvia, devuélveme al ayer. Maldito el día en que crecí, dejando atrás el sueño aquel, del dulce mundo en que aprendí, el difícil arte de vivir... entre los campos, verdes de Abril, lejos del mundo, muy cerca de ti. 

¿Recordáis la letra de La media vuelta? Es una canción que conocí gracias a Manolo García, que tuvo en gracia versionar, en un disco que sacó, en su apartado de rarezas y sirocos. Rezaba algo parecido a te vas porque yo quiero que te vayas, a la hora que yo quiera te detengo, yo sé que mi cariño te hace falta porque quieras o no, yo soy tu dueño... yo quiero que te vayas por el mundo y quiero que conozcas mucha gente, yo quiero que te besen otros labios para que me compares hoy, como siempre... Pues a mi me pasa igual, pero al revés. Cuando digo al revés quiero decir el mensaje opuesto, no que alguien guarde ese mensaje para conmigo. A mi me suele pasar mucho eso de escuchar o leer cosas que a todo el mundo le llegan profundo y las hacen propias, pero al revés. Hace tiempo que dejó de parecerme hasta curioso. Recuerdo que una de las veces que más pude sentir este pequeño disparate fue cuando escuché cantar a Lichis aquello de y tomas dos copas de más y se te olvida que me quieres... Pues igual, pero al revés. ¿Guapo eh? Intentad hacerlo vuestro con una muy mítica de Estopa, verás, algo así como y vas echando de más, lo que un día echaste de menos... Igual, pero al revés. Esto de nadar siempre a contracorriente tiene su gracia, pero no implica nada más que eso, que vas nadando en una dirección opuesta a la que la marea empuja, o a la que empuja la masa, que suele ser lo mismo en la mayoría de los casos. Eso no quiere decir que ni unos ni otros estén en conocimiento de la dirección correcta hacia la que se ha de nadar, nada que ver, simplemente indica eso, que llevas un camino distinto. Cuando se juntan diferentes puntos de vista es cuando surgen nuevos métodos que te llevan a lugares en los que nunca has estado, o nuevas técnicas que te ayudan a resolver problemas que antes no tenían solución. Leí hace tiempo que en ciertos laboratorios, estaban contratando a biólogos para resolver problemas de física, ya que, ambas áreas guardan bastantes similitudes, pero los biólogos no cuentan con los clichés y prejuicios que tienen los físicos por el mero hecho de haber seguido las pautas de estudio de la física. Me pareció algo fascinante, y sin duda, esta será una maniobra que en el futuro nos reportará en muchos campos grandes avances (que no siempre tienen porque ser alegría, pueden preguntar en Hiroshima o Nagasaki que opinan de todo esto). Por eso me gusta indagar sobre nuevas tendencias en las disciplinas que pasan por el taller, por eso uno intenta ser una esponja que absorbe, por eso nunca me pareció negativo eso de ir a contracorriente, excepto para aquellos que lo tienen por sistema y solamente por sistema. Por eso me parece algo maravilloso, que alguien pueda coger algo que yo he escrito, para hacerlo suyo, pero al revés.




Viciou$ x Big Jay x Yung Beef - Raxet love 



No es que sea alguien a quien le guste presumir de sus múltiples carencias, que por tener, tengo más que nadie, pero resulta llamativo que todo el que está alrededor se empeñe a veces en promover esta serie de malos hábitos (que no manías) que uno posee. Soy una persona a la que si no se molesta, colabora de manera activa en la vida de los demás y a su vez no da problema alguno, pero parece ser que esto irrita a los que tengo cerca, porque se empeñan en alterar la tranquilidad de uno para que, llegado el caso, muestre lo peor de si. Cierto es que desde hace algún tiempo me controlo muchísimo más antes de poner en pie ningún espectáculo (por los que encima no cobro entrada), pero no es menos cierto que los artificios que ahora despliego son de un fuego mucho más majestuoso que los que encendía antaño. A veces logro sonar más pretencioso de la cuenta ¿verdad? Es otra de mis virtudes. Sólo quería destacar que mientras otros están a vivir la vida y a celebrar sus penas, yo no necesito participar de ello, y, si vienen encima a recriminar a uno cosas que escapan a su entendimiento, es probable que, pese a que servidor pueda perder las formas, las tres o cuatro cosas que este exponga puedan escocer "una mijina" por la razón que llevan detrás las mismas. A mi lo de las formas es algo que me la viene trayendo al pairo desde hace mucho tiempo, como el típico montaje ese del que todo el mundo se ríe, ese que están en un juicio y el juez pregunta al acusado si se ha cagado en los muertos y en la puta madre del denunciante, a lo que este responde que no, que realmente le dijo "por favor, ¿sería usted tan amable de no derramar hierro ardiendo sobre mi espalda desnuda por favor?". Pues básicamente eso, que tras exponer minuciosamente, con calma, y de manera que puedan entender todos los públicos, las razones que uno tiene para no sentirse contento ante cierta situación, se debe de proceder a la única manera en la que algunos entienden que este está disconforme, y no es otra que perdiendo las formas. A mi que no me venga nadie a reclamar nada, que si se dicen cosas que no quieren oír los demás y son verdad, es porque los demás dejan que esas cosas sean verdad, yo se bien cuales son mis faltas y cuando me las echan en cara no voy a llorarle a nadie porque no peco de pretencioso. Pero lo vamos a dejar aquí, y no porque no me pueda exceder, si no porque sería turbar un poco una paz que no estoy dispuesto a que nadie que no sea yo tenga potestad sobre la misma. 


En otro orden de cosas, hay días que le llenan a uno de alegría aunque sólo sea por la mera presencia de gente que quieres con todas tus fuerzas y que no tienes la suerte de poder disfrutar de ella a diario. Se, que si tuviese a Juanmy en la misma ciudad, estaríamos todo el día juntos y hubiese creado con él nexos y lazos mucho más fuertes que los que tengo con la mayoría de gente que forma parte de mi camino. Pero por desgracia no es así. Con todo y con eso, pese a una distancia que realmente es ficticia, puedo decir que es una de las personas a las que más aprecio tengo y que más admiro de largo, y poder compartir con él un rato es una delicia. Nos estuvimos poniendo al día, estuvimos hablando de todos los planes que tenemos, de proyectos, de lo de siempre. Compartimos los gestos cómplices de siempre, le enseñé las cosas nuevas y pude ver, mediante gestos y detalles, que mientras lo hacía, con su lenguaje corporal me indicaba las ganas que tenía de hacer pronto algo juntos de una vez por todas, que ya toca, y estoy seguro de que aunque mi lenguaje corporal no lo manejo de manera tan certera como el oral, no paraba de emitir las mismas señales que él. Tengo muchísimas ganas de trabajar con este pibe, y de sacar algo que sea completamente nuestro, propio, desde cero. Llegará en un momento en el que yo estoy lo suficientemente desarrollado como mc como para que el nivel de la lírica sea bastante elevado, y llegará en un momento en el que él tiene los suficientes conocimientos de música como para que el colchón instrumental sea un césped sobre el que poder bailar descalzo. Y eso me llena de alegría. Ya se empieza a ver, una luz, que, aunque a pocos, iluminará y dará razón de ser al porqué de nuestro amor por esto. 


Siempre que pasa algo extraordinario, o fuera de lo normal, histórico incluso podríamos decir, se tiende a recordar en que lugar y con quien nos encontrábamos cuando sucedió ese acontecimiento. Típico de nuestros mayores recordar a qué andaban cuando falleció Franco, o en el intento fallido de golpe de estado por parte de Tejero. A los de mi generación siempre nos queda aquello del gol de Iniesta, porque lo de la abdicación del rey, más allá de traer muchas risas, tampoco es que haya significado mucho, lo que viene siendo que a día de hoy sigo con la mentalidad de que el campechano sigue en el trono, como cuando cambiamos de año y yo sigo escribiendo en la fecha el anterior hasta Abril, mes arriba mes abajo. Tampoco es que fuese a cambiar nuestras vidas, pero sin duda el día de mañana más de uno nos preguntará que donde y a qué estábamos cuando Brasil sufrió una de las más humillantes derrotas que se recuerdan en la historia del fútbol. En este caso, el hecho es lo de menos, porque como comprenderéis, a estas alturas, por mucho que me guste el fútbol, tanto la verde amarelha como la manschaaft me la sudan bastante, pero si que puedo decir, que esta vez, me pilló en un buen enclave y con la mejor de las compañías posibles. Podría decir que de los que siempre han estado ahí de manera continuada y plausible, los del pueblo quiero decir, estaban todos a falta de alguna oveja descarriada como mucho, pero bien sabe el que me conoce que con ellos tres poco más puedo pedir. Juntar a Jesús, Garry y Rubén es algo así como intentar reunir las bolas de dragón, y es que la vida a veces aprieta aunque no ahogue y nos dispersa. Poder celebrar, con Mangy y Nerea este hecho, es, ya, el culmen de lo que mucha gente se empeña en llamar suerte y que para nada dista de influir sólo sobre las pequeñas cosas, por mucho que nos quieran intentar vender. Pese a que como comenté antes, ni nos iba ni nos venía, nos echamos más de una risa a medida que los goles caían, y nosotros, como el que oye llover, bailábamos y disimulábamos la pena con cerveza. La bodeguita presenció pues, una de esas ceremonias que no aparecerá en los libros de historia, pero en la que en ningún momento se paró de reír, yo hasta me marqué algún freestyle, y todos los que estábamos allí, sin excepción alguna, sabíamos que pese a faltar algunos, y algunas que quizás ni conozcamos, o si, el día de mañana si luchamos por algo es por volver a juntarnos en momentos como estos. Benditos todos y cada uno de los momentos que paso a su lado.






Te he echado tanto de menos, patria pequeña y fugaz, que al llegar cruel del norte el huracán, no se apague en tu puerto el hogar. Mar antiguo, madre salvaje, en tus orillas de rodillas rezaré... Tierra absurda que me hizo absurdo, nostalgia de un futuro azul en el que anclar...

Ni Orellana, ni playa, que no os engañen chavales, nos quieren vender la moto pero ahí estamos nosotros para cerciorarnos de que todo esto no tiene nada que ver con aquello que nos quieren hacer ver. Si algo aprendí de la vida este viernes, es a informarme antes de emprender un viaje o aventura, por corta o fácil que esta sea. Pero bueno, no todo lo que reluce es oro. Como el que no quiere la cosa, Rubén, Nerea, Garry y servidor nos plantamos en Orellana más tarde que pronto, con más calor del que hemos pasado en lo que va de verano incluso juntando la temperatura de todos los días pasados, con una nevera llena de cerveza, con unos fiambres pasados por agua y una bandeja de donuts. Top es poco. Pero resulta curioso que cuanto más demigrante es el viaje, mejor nos lo pasamos y más risas nos echamos, no sólo a costa de nuestra propia desgracia, si no de la desgracia de los demás. Sería muy aventurado llamar playa a un bordillo de cemento con algo de arena para que no raspe, pero había gaviotas y un barco con unos niños de no más de diecisiete años que escuchaban Juan Magan, por lo que no distaba en exceso de lo que se ve por algunas costas de esta nuestra península. No, no había chavalas haciendo top-less, y aunque había alguna de buen ver, no es que Orellana se la panacea de las chicas de buen ver. Pero si que es verdad que a eso de las siete de la tarde, con una coca cola fresquita, unas pipas, y un techo bajo el que no hacía mucho calor, el atardecer cayendo sobre el pantano, y una de las charlas más amenas que recuerdo, el mundo es un lugar mucho más bonito. Se siente uno feliz cuando poco necesita, cuando lo que se le abastece es más que suficiente para hacer el cupo. Pido días largos suficientemente buenos. Días largos.















El sábado fue otro de esos días por los que merece la pena vivir. La tarde la gastamos en el cuartiche tomando café, y el que quiso unas cervezas. Algunos van entendiendo eso de traer algo, e incluso se columpian, con una foto de Karpov y Kasparov y otro detalle que rugirá cada vez que encendamos el micrófono por aquí, encendiendo motores, ya saben. Subimos a la azotea, y estuvimos con buena música y risas en el patio. La noche terminó de pintarse bonita con la visita de los dos que faltaban, el grande de Jesús y su querida esposa Mangy, y destacaré que haré todo lo posible porque se le quede dicho apelativo por y para siempre. Tomamos unos refrescos frescos como en los viejos tiempos, con especial mención a: vocaró, ¿que Rocío, tu Rocío?, ganas de París con Marta Martini, steak tartar, la vinoteca y ¿como saben que soy nuevo? Seguimos a posteriori con la ruta, y en el blues tuve una buena charla con Mangy como siempre que solemos coincidir, para acabar en el antro por excelencia del pueblo pero al que siempre que acudo es con todos y cada uno de los que quiero, por lo que siempre guardo grato recuerdo de mi visita a aquellos lares. Terminamos desayunando, como estas grandes ocasiones requieren, con un gran dolor de garganta al día siguiente, el moratón del pinchazo de la revisión de la litemia, y muchas, muchísimas risas. ¿Te gustan las croquetas? Más que a mi no creo...





Mi música es refugio, sin necesidad de salir de uno mismo, cuando la reflexión moldea el lenguaje lo convierte en ritmo, sin ambajes, pongo a prueba tu intelecto, no hubo riña entre cultura y calle, leí más en tres que en veintidós, escribí más que nadie, amor majestuoso y no grotesco, desde el placer más frívolo al más fiero sufrimiento, de este calibre es mi cuaderno, los paisajes son austeros, yo no pienso en el audímetro, observo y canalizo al micro, no busco el aplauso... 


Locución latina, InVastam significa "hacia rutas salvajes", o aquel que anda en senderos vírgenes. Esquema que se repite a lo largo de la historia de la literatura en diversas obras con múltiples referencias, usaron esta idea para desarrollar sus escritos autores como Thoreau o Lev Tolstoi, y fue el hilo conductor de novelas como La llamada de la selva o Sobre el deber de la desobediencia civil. Salvaje, según la definición del diccionario de la real academia española de la lengua, en la primera de sus acepciones, que es la que mejor se adecua al término al que hago referencia, quiere decir "no cultivado". No cultivado implica que está exento del paso de ningún ser vivo con los conocimientos necesarios como para poder ejercer sobre el mismo un dominio del cual obtener fruto. Se puede decir, pues, que es nuevo. "Hacia rutas salvajes" implica pues, un camino hacia lo no conocido, hacia algo que está por descubrir, nos indica una búsqueda de nuevas ideas, nuevos principios, nuevos lugares, un edén donde poder asentar las raíces para una vida fructífera, mientras llega la verdad absoluta. Ese lugar pues, rezuma por los cuatro costados inspiración, pureza y amor. Hay personas que creen no merecer el amor. Se suelen dirigir hacia los espacios vacíos, para así tapar las brechas del pasado. No es mi caso. Creo que el amor es el único sentimiento capaz de aportar matices positivos a la palabra arma, si este se usa como tal. En sus múltiples expresiones, es el elemento diferenciador de los que viven, y los que solamente respiran, es la solución a cualquier estigma que cualquier pueblo, y que todos, como raza, arrastramos. Por ello, creo que no había mejor epíteto, idea, título o apelativo para este lugar en el que paso tanto tiempo y que tanto tiempo deseé tener, cuya ubicación es lo de menos y que probablemente variará, pero no en si el concepto; ese lugar de donde saldrá todo lo que creo de la nada, todo en lo que creo, todo lo que soy. Ya tiene nombre este pequeño habitáculo, que empezará más pronto que tarde a significar todo aquello que ya significa 13km, Deep Keepers o Manín. Bienvenidos a mi hogar.


Seguí la luz y te perdí, desde ese día rezaré, para que vuelvas envuelta en tu bruma... Dejé a mi niña, dulce Abril,  entre aire de fresas y jazmín... Se desdibuja en mi memoria la umbría vereda que tantas veces recorrí. 


No suelo poner ninguno de los temas al azar, cada cual tiene su razón de estar, pero bueno es algo que tampoco pretendo que entendáis. No se podría asimilar (ni se debería leer) ninguna de las entradas de este cuaderno sin escuchar (que no oir) la banda sonora que acompaña cada huella en el camino. Pero en este caso, deberíais prestar especial atención a la letra del segundo que dispara a discreción en esta canción, uno de los mc's con más talento de este país de lejos, lejos. Me representa más que si lo hubiese escrito yo, ahí queda.


Stalkear es gratis.

La última esperanza - Indiferentes