20 abr 2015

Capítulo 84: Baile de sonámbulos



Los días caen como moscas. Mi crisis existencialista (que no vacío) acabará por llevarme a buen puerto. Me siguen oyendo pero dudo que me escuchen. Dudo más que me quieran entender. Dudo más aún que me entiendan ¿que es la vida si no dudas? El reconocimiento y las certezas son para débiles. El creer que produzco mucho menos de lo que realmente produzco es como un burdo truco que un trilero se gasta para hacer negocio de la ilusión de los demás. Eso si que es ser una puta y no la pobre mujer que tiene que vender su cuerpo porque no le queda más remedio. Ahora, está pagando un precio más alto del que nadie puede imaginar: justo antes de realizar el amaño, el admitir ante uno mismo que la magia no existe y que todo se puede reducir a un engaño o una ilusión es de las cosas más tristes que se pueden hacer en la vida. Otras son escribir sin pasión, follar sin amor, hablar sin decir. A mi todo eso me importa ya, o al menos a día de hoy, lo que el mensaje a Celedonio. Quien lo diría. A un coleguita lejano al que tengo aprecio le han diagnosticado una mierda bastante fea. Parece que todos los de alrededor están obligados a reflexionar. Él y yo la compasión nos la pasamos por el forro de los cojones. Eso, y su falso podio de mierda desde el que se creen que pueden hablar de moral como si fuese un púlpito. Vociferar nunca consiguió a nadie otorgar una razón que no se han ganado primeramente con principios y a posteriori respaldando sus palabras con hechos. Tengo colegas que takean por mi los sitios donde dejé señales. Tengo colegas asesinos. Tengo un corazón asesino. Quiero tener muchas hijas y llamarlas Ariadne, Sofía, Ágatha, Lucía, Iria. Quiero tener muchos hijos y llamarles Enzo, Luca, Gael. Quiero muchas cosas, pido muy pocas, y me quejo mucho menos de lo que debería. Si bien es cierto que muchas veces me creo en disposición de exigir lo mismo por el mero hecho de yo darlo, se de sobra de hace mucho que las cosas no funcionan así y que la vida no me tiene preparado algo mejor, pero, no es menos cierto que toda esta insatisfacción que no es más que un enorme montón de mierda que he coronado me hace poder decir que desde aquí arriba, lo de ahí abajo se ve todo muy pequeñito. Me ha salido mi primera cana, la primera de la barba digo. Luego me revuelco sobre la arena fina de tu desierto... Nunca me pareció un mal momento pa' irme con lo puesto. Deben de tenerme bastante miedo, ya que si estando en este barrizal hasta las tetas de lodo y estiércol sigo moviendo cosas en la peña, de que sople un poquito el viento a favor se les van a caer los palos del sombrajo. Y lo saben. Uno depende de los vientos, pero no los controla. Tu cierzo contra mis aliseos, que los de poniente me los guardo para cuando te pongas falda ponerme.  

De esta semana, destacar que siento un enorme orgullo por lo que está haciendo mi equipo, por comernos a los rusos con un Pizjuán precioso, por el esfuerzo y la garra, por la pasión. También que el sábado lo pasé entre cañas, café y fútbol con Garry, por lo que no pudo si no ser un día maravilloso, y que al caer la noche pude disfrutar en directo de un grupo de chicas que ponen corazón cuando cantan, que llevan detrás un esfuerzo y un sacrificio tremendo y eso se nota en la magia que tienen en el escenario. Ya sabéis, sobre todo al público masculino: si pasan cerca de vuestro radio las Groove girls no dudéis en acercaros. Por cierto, hacía mucho que no veía nada más sexy y bonito que la chica del trombón, y una chica tan guapa como la de la guitarra. Os dejo aquí abajo el link de las fotos en blanco y negro del concierto, por si gustáis echarle un ojo. Estuvo guapo, mucho, pero no tanto como las fotos. Yo es que soy muy de hacerlo bonito, por eso de que la gente no se entera de que las historias no son para tanto, sólo lo es la forma de contarlas. Lo de como trabajo los colores os lo dejo sólo aquí para vosotros, para que sepáis lo que quiero decir cuando me escuchéis en un futuro gasto un alma nueva cada día, pinto los días, con los tonos de Rembrandt en lección de anatomía... Esto es pintar.







Evocador, inspirador, trascendente. La vida te da pequeños regalos como por arte de magia. Viendo los Goya meses atrás estaba yo, aturdido con que alguien como Dani Rovira pudiese ser homenajeado, primeramente con una estatuilla, y, lo que casi tiene más delito (ya que los premios subjetivos andan siempre rozando una mezquindad cuasi absoluta) que esto, regodeándose de un aplauso por parte de los supuestos entendidos de la academia por hacer una presentación bastante burda de la gala (que, por otra parte refleja perfectamente, como su película, lo que es España), cuando tras sorprenderme por que hubiese una categoría de premios a documentales como en los oscars (dato que desconocía) el mismo se lo llevaba uno titulado La búsqueda, que narraba la vida y obra de Paco de Lucía. Subía a recogerlo su hijo, que visiblemente emocionado dedicaba el galardón a todo el equipo, pero en especial a su madre y esposa del guitarrista, por haberlo hecho posible. En su momento no comprendí mucho ese mensaje, pero tras el visionado lo comprendo mucho más, dentro de que no entiendo nada, porque se nos escapan tantas cosas que si fuesen tenidas en cuenta y nos hiciésemos sabedores de las mismas se nos pondría la cara moradita una vez emitido un juicio sobre la forma de vivir o sentir de los demás. En el documental no aparecen ninguno de ellos, apenas si lo hacen los hijos pequeños de Paco, aunque se intuyen al resto. Y es que refleja vivamente lo que fue la vida de este genio, y, lo mejor de todo, es que saca a relucir a la persona, todas esas manías, toda esa parafernalia adherida al maestro que el público ignora y que sólo sufre aquel que tiene de cerca. Me sentí identificado de una manera tremenda con varios pasajes del documental (sobra decir que salvando las distancias, tan sólo me refiero a la forma de entender según que cosas como la música, la fama, el dinero, el éxito, y, principalmente, la crítica, la auto realización y la creación). Decía que tocaba para él, para si mismo, que el público es algo insignificante y extrínseco a lo que él ama, que no necesita del aplauso o la reprimenda de los asistentes para saber como ha tocado, para estar en paz consigo mismo, para llegar a casa empatado con su espíritu. Decía que era su fantasma más grande, y que tener que satisfacer las exigencias del guión le hacía vivir con unos monstruos atroces. Decía también que amaba su soledad, que se había pasado más de cuatro quintas partes de su vida sólo porque aparte de no saber vivir de otra manera, necesitaba de la misma (imagínense esto para los que le rodean, con todo lo que implica). Hablaba de su conexión con Camarón, de lo enriquecedora que había sido la experiencia de conocerlo y trabajar con él más allá de la relación personal que tuviesen, que no era ni mucho menos una amistad acérrima, pero si basada en el respeto total y la admiración mutua. Hablaba de su timidez y de su peor enemigo, que era a su vez su mejor aliado: el perfeccionismo, la metodología. ¿Y así como no va a sentirse uno completo cuando todo esto te lo dice una persona que ha pisado los mejores teatros del mundo y que tiene una educación exquisita pero que no deja de hablar en un andaluz cerrado, y para colmo te lo aderezan con unas imágenes preciosas? Con todo y con esto vuelves a conectar, vuelve a haber algo dentro de ti que por momentos hace que veas tu vida como la de las películas, algo hace clic y vuelve a estar todo dentro de un orden que sabes que no es casual si no causal, y que siempre hay señales para el que las quiere ver. Sin duda, indagar y beber de las lecciones de vida y del talento de seres humanos que están dotados de una sensibilidad especial y distinta es la mejor manera de conectar con esa parte de uno tan enterrada en lo profundo y con la que es difícil de dar. Sigo sin saber con que intención hace nadie nada, como aman, o como disfrutan cuando dicen que disfrutan, pero me basta y me sobra con saber como lo hago yo y, que ellos, más o menos conscientemente, lo hacen de la misma manera, porque sólo existe una forma de hacerlo. Creo que tan sólo estoy focalizando y pasando por el embudo todo aquello que en su día no pude. De una manera mucho más lenta y menos metódica de lo que me gustaría, pero lo estoy haciendo. Sobra decir que recomiendo encarecidamente el visionado de esta pieza y el deleite con su música. Ver a Paco recitar con la guitarra es algo que no se paga con dinero. Gracias maestro, y peace y'all.

Limpiaba el agua del río como la estrella de la mañana. 
Limpiaba el cariño mío al manantial de tu fuente clara. 
Como el agua, como el agua, como el agua... 
Como el agua clara que baja del monte, 
así quiero verte de día y de noche. 


Paco de Lucía - Entre dos aguas




Tengo el corazón vacío como Premier sin Gurú...

La semana pasada os hablaba de dos que nos dejaron. Hoy hace cinco años que nos dejó otro, otro que para mi siempre fue muy especial, y siempre lo será. Toda la gente habla siempre de Tupac y Biggie. Para mi Big L, Big Daddy Kane o Nas están por delante, pero sobre todo hay uno que sobresale brillando con luz propia por encima de todos. Como bien sabéis no es otro que Keith Elam, Gifted Universal Rhimes Unlimited, Gurú para los colegas. A mi Gurú me gusta por convicción, inercia, me gusta por pulsión. Quien ame esta música (por llamarlo de alguna forma, y miren que música es una palabra preciosa y aún así se queda si no chica, menuda, para definir 'esto') no puede si no amar y estar en deuda con este pionero, con el padre y precursor de la fusión del rap con el jazz y con el aventajado de la clase a la hora de versar sinfonías. Tener de escudero al mejor productor de la historia es motivo más que suficiente para que tu nombre ya se escriba con letras doradas en el top, pero si encima se juntan el hambre con las ganas de comer y más que por suerte, tu nombre se escribe por méritos, pues nos encontramos, como tan poquitas veces, ante circunstancias fuera de lo común y siempre que esto pasa la historia guarda un pequeño hueco para los inmortales. Más allá de Jazmatazz y lo que supuso a la larga para nosotros, más allá de los últimos años de decadencia y más allá de la toma de decisiones más o menos acertadas a las que algunos se aventuran a enjuiciar con una potestad que nadie les ha dado, Gurú tendrá siempre un pequeño habitáculo no sólo en los oídos, si no también en los corazones de los auténticos amantes de la pasión, de la que ya hablé capítulos más atrás. Se lo llevó una de esas enfermedades que no hace distinción entre sexo, dinero, religión, raza o edad, como a Dilla, como a Mercury, como a tantos y tantos. A los buenos también han de llevárselos para que se nos recuerde de una manera cruel que no hay nadie invencible y que esté por encima del bien y del mal por mucho que algunas películas se encarguen de intentar hacernos creer lo contrario. Quizás con un poco de suerte en estos cinco años se hubiese dejado caer por acá y hubiese podido participar de él como en su día participé de De la soul o de Talib, nunca se sabe. Sin duda una de las espinas más grandes que tendré jamás clavada será no poder haberle visto en el territorios de dos mil seis en mi Sevilla natal. Aún así, sigue muy pero que muy presente. A poco que conozcas no dejarás de escuchar sus míticos cortes en samples en miles de producciones, su voz en scratches, su manera de fluir que tantos y tantos imitan a día de hoy. Como la semana pasada, y como siempre hago y haré en mi vida, te recuerdo con una sonrisa y con tu música a todo volumen. Un trago al cielo, uno al suelo y otro a mi garganta por usted, messieur. Como tú decías, peace y'all, god.


Gang Starr - Mass appeal


 

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