23 mar 2015

Capítulo 80: Nada crece si no come

¿Que tal les va con sus zonas de confort? Yo ando aquí tumbando en la mía, mullidita, de esas que va cogiendo la forma de tu cuerpo de tal apalanque que vas pillando. No se que coño voy a hacer con mi vida, y como siempre que no se que voy a hacer con mi vida, me gusta procrastinarme, sugestionarme, autoengañarme y todas esas formas de mentirse a uno mismo o de mirar para otro lado cuando te están cayendo las ostias como panes. En eso si que soy un auténtico artista, son años de experiencia, me sobra talento. Al menos respiro puro y el entrenamiento me da la vida. Esta semana he pasado a engordar oficialmente las listas de paro de nuestra amada patria, y en el Sexpe me saludan como si fuese un colega de toda la vida. No veo la hora de que llegue esa edad de echar chatos de vino con los colegas y las boinas mientras tiramos las mañanas en el centro de salud, y afilamos nuestras viejas lenguas verdes. He perdido el control total sobre el almanaque, salvo los fines de semana que cumplo con mis obligaciones arbitrales y me dan mi pequeña remuneración semanal que me hace sentirme útil paraconmigo mismo. Dicen que tengo que marcarme objetivos. Por si acaso repasé los propósitos que me plantee hace tres meses y veo como no cumplo ni medio, ni mucho menos este dos quince está abasteciendo el hype con el que lo celebramos desaforadamente. Va, estoy mintiendo como un bellaco, tampoco fue para tanto aquella noche. De vez en cuando los pronósticos se cumplen. A veces agarro el pincel como si fuese un florete y el público aplaude y dice: ¡oh, que bueno eso! Ay si supiesen... Pero yo no soy de rendir si no quiero, y si el entorno no me gusta no suelo querer. Eso si, de ahí a conformarse, a resignarse, hay un trecho. Sobre esto os hablaré pronto, pero mejor en verso. Hablando de versos, espero que caigan algunos pronto, se me están acumulando en las catacumbas pero, que coño al final siempre pierdo yo. Tampoco es que me preocupe, se quien soy desde que me levanto. Enviar curriculums debería de poder incluirse en el curriculum, me estoy haciendo experto. Si me pagasen por las cosas que hago bien sería millonario. A veces miro desde lo lejos la independencia, le lanzo un guiño y reculo. Pero por momentos recupero mi espiritualidad, ya sea entre páginas o divagando con alguna amiga. Sólo por esos pequeños momentos merece bastante la pena gastar el resto del tiempo. Gastar. Dispenso. Estoy escribiendo eso que aparece en las películas con un fondo negro bajo las letras "X (período de tiempo) después". No pidan por mi, ya no soy un niño.


¿Autocrítica o un corazón crítico? Un retablo desde lunas llenas hasta desamor y desarraigo, y sigo pintando claroscuros... Si hablo de la vida precipítome a un discurso prematuro, si, mejor hablo de fases, dioses, quiero recuperar la fe en mi espiritualidad. Me cuesta demasiao' olvidar y poco recordar, y soy sensible, como de cristal, más filósofo que vos con psilocybe. Artista, si pasas la criba sabrás que la envidia guillotina y que esa vida exige. ¿Con quien comparte uno sus derrotas? Antes he sincerado un crimen, yo escribiendo hasta en las tapas. Dicen: ¡nada! Dios es un trauma. Un escritor con tramas, dramas, sin salida visible. Más que otro drama con principio feliz, una daga saca a otra y así, yo que llevo desde los sixteen, ya sabes... la sinceridad tio, buah. Estoy más guapo rapeando como que la sonrisa tiene más proyección que el intelecto y un pasao' maltrecho, te guardo un trecho, así que de hecho, pienso que va siendo hora de comer menos, suelo... Nadie supo valorar mi desnudez de alma, pensé que compartir era exhibir mi confianza y no ultrajarla, y a veces erré errando con principios férreos, deje de arar, me obligan a surcar. Confío en lo que entierro pero no en el viento y recelo de la lluvia desde hace na' (...) Un rey con virreinato con una volldam y un golden manío. ¡Enfrío tús delirios de grandeza! como la vida a medida que pasa. buscando cariño borracho en plazas, o el destino se retrasa o es un desconsiderado... Ora parece oro, ora parece un infeliz con todo, olvidando, mirando al Tibidabo* recordando, contrariedades que alojo como casas ocupas, tirando fichas gratuitas (...) Estaré tras un insulto de lo más poético, cuando discrepo entre dignidad y orgullo ¡no se! Si estoy por respeto o por lo último. La reiteración no es redundante si enfatiza, sigue guapísima eh... la puta de la vida, ey yo, la puta de la vida. Música para autoestopistas, guías de poder para gente mágica, relatos de una vida, el existencialismo, novelas autobiográficas. Correspondencia no correspondida. Blanco y negro claroscuro, dicotomías, de la ciudad y el tiempo y su gente, encuentros y desencuentros, habituales...

La puta de la vida.

Me pregunto si mis genes tienen que ver en mi leit motif, para mi no hay música sin feeling, dejo a las calles hablar, al metro hablar, a gente hablar, deslizar mi psicoanálisis y no es juzgar si no jugar a un proxí-mo a un egoísmo natural, que tu amor propio jode a mi amor propio, y aquí nadie es narcisista sólo es autoayuda, guardemos la distancia ínfima entre amor y odio que la nada salva la distancia infinita entre nosotros y es una lástima el recuerdo marchito y sigo asiduo al tedio, así la vida, que sólo paso página si la relleno...

Puedes matar neuronas si tienes más que los demás, es más, debes hacerlo. No es moralmente lícito campar a tus anchas mirando al resto de la sociedad desde unos zapatos más altos y exigirles que hablen de la perspectiva de la misma forma que tú y que la entiendan y perciban igual estando en tal desventaja. Afino mis sentidos, pero no en el sentido de agudizarlos, si no de ponerlos a punto, de hacer que funcionen con puntería meridiana, de colocarle los presets adecuados a las condiciones de esta sala. Oteo, porque puedo. Ya se lo que significa este verbo ¿Como entender al samurai? Que putada es esperar a que te crezca el pelo. Que putada cuando la medicina produce su caída. Unos le echan gasolina al yate y otros atan sus pateras con ropa vieja. Si me van a disparar que no usen balas de fogueo. Que irónico que el ser humano haya creado videojuegos de guerra, divertirnos a costa de nuestras habilidades para matar. Vanagloriarnos. Que orgulloso estaría Marte, aunque siempre me gustaron más los cuentos sobre dioses griegos. Al fin y al cabo las historias sobre dioses no son más que eso, cuentos. Jugamos a matar porque no podemos matar de verdad. Aún así, en la sociedad de hoy en día no habría pelotas para matar, estamos hechos de otra pasta, nos cagaríamos encima, y disfrutamos de un placer ficticio ya que no lleva una carga de responsabilidades atada en sus espaldas. Nos masturbamos porque no podemos hacer el amor con quien se desea. Nadie elegiría masturbarse pudiendo hacer el amor. Pudiendo hacer el amor con quien uno quiere, claro. Siempre se puede hacer el amor. Pero para eso hacen falta dos. Por eso a veces nos masturbamos cargados de miedo, por la carencia de alguien a quien hemos dibujado, a quien esperamos. A alguien, o algo, que en definitiva, quizás no existe. Otra vez la paja más triste. Para mi se han masturbado en directo, justo delante mía, y no había amor en sus ojos. García Márquez decía que el sexo era lo que le quedaba a los que no les quedaba amor. Esa frase me hizo mucho daño un tiempo. Cuando se tocaron para mi supe que se nos había marchitado para siempre. Pensé que algo así le sucedió al que podía escribir los versos más tristes esta noche. Hoy prefiero mi cínico cinco contra uno a que huela a látex y tener las manos pringadas de lubricante, porque ya te huelo venir, te huelo tanto como ganas tengo de que vengas. O puede que solo huela a derrota. Siempre pensé que el amor y el fracaso no huelen de manera tan distinta, pero nunca había tenido tan afinados mis sentidos. 

Ah, todo esto es figurado, coma, metáfora.

Mi.Amargo - Love & leave

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