REM : Bad day
No busco una vida estandar, programada, la rompo a patadas si hace falta... Quizás conozcas a. Si te gusta este artista quizás también te podría interesar tal. Otros compradores que compraron una pippe bender también compraron este otro artículo. Quizás quiso decir. Y así. Estudios de mercado. Perfiles psicológicos. Encuestas y percentiles. Estamos olvidando lo único que nos diferencia de las máquinas y que a su vez es lo más importante de todo: niño ¿donde tienes el alma? El otro día volví a ver por casualidad el experimento que hicieron el programa este banal de tanta audiencia de la tres, consistente en juntar en un pequeño salón perfectamente aclimatado para la ocasión a dos personas a las que habían acribillado a preguntas para encasillarlos dentro de unos parámetros y una vez catalogados buscarles otra oveja cuyos datos fuesen más o menos complementarios y dejarles ahí, interactuando, para que surja la magia. Amor a la carta, como cuando vas a una clínica de fecundación in vitro y les pides uno rubio, caucásico, de complexión fuerte y que esté bien dotado para las matemáticas. Como si fuésemos bocadillos del subway: a mi échame tomate y pollo y mayonesa pero no lo quiero con lechuga. Como si fuésemos ratas de laboratorio: vamos a darles unas cuantas pipas si pulsan adecuadamente el botón. Vamos a dejarles que follen y así nos divertimos un rato jugando a ser Cupido porque este chaval tan salao' con barbas ha dicho que le gustan las castañas, con buenos pechos, que no sea excesivamente perezosa y que su equipo de fútbol sea el Balompédica linense. ¡Lo tienes todo! ¡Eres el amor de mi vida! Pase por caja y abone sus sesenta euros. La empresa no se hace responsable de cualquier inconveniente que surja en su nueva relación pero le da una garantía de seis meses, cuarenta fotos y estados para el facebook y/o un polvete a la semana.
No me estoy quejando de que el ser humano se guíe por detalles que le resulten simpáticos o necesarios en la otra persona (y como sigamos por aquí lo seguiremos reduciendo todo a absurdas reacciones químicas que tenemos en nuestro cerebro, lo mismo un día me tomo un donuts más de la cuenta, como más azúcar de la necesaria y mi cerebro se pone cachondo cuando me cruzo con una del Betis porque hoy tenía el día tonto y le ha dado por segregar más serotonina de la cuenta). No, ni siquiera de eso me quejo, aunque creo que hay cosas más importantes. Yo soy el primero que veo a una chica escuchando una canción que me mola, con una marca de ropa un tanto bizarra o cantando algo de los biris y como si no hubiese mañana. Lo que me toca la polla es que te lo den hecho. Ya hay empresas que se encargan de darte prácticamente cualquier cosa que necesites acabada, packs de felicidad. Viajes a gastos pagados, te buscamos casa, curro y coche en tal país por un módico precio... Absolutamente todo. Ahora también nos quieren vender el amor, el amor real, el de verdad, el de para siempre. Lo mismo algún día quieres tener un hijo y se ofrecen voluntarios a echar un kiki con tu señora por un importe razonable. Sin esfuerzo no hay disfrute. Quieren suprimir todo eso que te hace humano. Quieren suprimir tu timidez y tu miedo al rechazo cuando te vas a acercar por primera vez a decirle a una chica que te gusta. Quieren ahorrarte los trámites burocráticos del flirteo, los daños colaterales de las decepciones, quieren quitarte de encima cualquiera de tus taras y defectos. Pero te están quitando lo que realmente te va a hacer crecer. Te quieren quitar la grandeza de acabar reuniendo las agallas y plantarte frente a la chica para decirle que el mundo es más bonito y tú más feliz simplemente porque ella, así, porque ella, y sentirte invencible e invulnerable por momentos. Te están quitando el rechazo, si, eso a lo que tienes miedo, eso que es lo que te curte, te ayuda a crecer y que acaba por expandir tus horizones. Te están quitando tu derecho a levantarte cuando te caes, te están poniendo rodilleras para que no te hagas heridas y te están dejando inválido para ese día en el que te caigas y necesites estar realmente preparado para afrontar una herida. Te quitan el derecho a pasear tus cicatrices con orgullo. Te venden una felicidad, una felicidad con aditivos, un absoluto fracaso, un sucedáneo de felicidad. Esa si que es mentira y no la que yo tuve en su día. Si, se que todos estáis pensando en la mítica parrafada de Trainspotting, que mainstream, y que fantástico alegato para colocar en tu cuarto en un póster, por si algún día llega una chica a la que también le gusta Trainspotting. O el discurso de Jeux d'enfants. Y está guay, son tremendos, pero no te paras a pensarlo, a sentirlo, a interiorizarlo y sobre todo, aplicarlo. Está ahí, lo ves, piensas "que guapo", y sigues a lo tuyo.
Por supuesto que yo también quiero todo eso que te quieren vender. Y que me canten Bad day de REM, African herbsman de Bob y Mrs Robinson de Paul y Art. Pero no le voy a preguntar a una chica si se las sabe antes de preguntarle cual es su olor favorito, con que se le pinta una sonrisa nada más pensar en ello o que le gusta para desayunar. Y dárselo todo. Ya me encargaré yo de enseñarle las canciones para cantarlas juntos, y esperaré que ella me enseñe muchas otras. Pero no les voy a regalar el lujo de hacer por mi lo que más me gusta hacer, no le voy a permitir al móvil que me sugiera como quiero terminar las frases, no les voy a dejar que me eviten el que se me acelere el corazón, no les voy a dejar que me dejen sin enviar cartas, y no les voy a dejar a quedarse con mi derecho a no recibir el feedback que merezco y todo lo que ello me aporta a la hora de escribir, aprender y crecer y del que soy propietario a niveles de karma por todas esas veces que yo no di el feedback que tenía que haber dado y que seguirá girando hasta el día que pare y, ese día, ya os contaré ese día. Pero de momento no me digan que o quien me tiene que gustar, ni le pongan adornos, ya sabré yo o no sabré lo que me conviene y que no, no anulen mi voluntad, no me etiqueten, no me pongan más códigos de barra, gracias. Estoy feliz en mi jardín aunque esté lloviendo. No necesito mucho más. No nada que no me gane.
Recuerda: Yo hacía origami cuando tú perdías los papeles y yo los encontraba. Pero ¿que arregló?¿Pa' que enseñar el arcoiris a un perro si los perros ven en blanco y negro? No es un arma el ciclo de 'lo que se da se recibe', ni se puede resetear cuando te cansas y decir: 'yo tengo la conciencia tranquila y ya está', quizás después de to' si que exista el karma... pero no puedes venir haciendo como que eres tú quien lo encarna, y menos a conciencia, algún día la magia demostrará que era ciencia, en el sentido estricto, pero hoy ¿quien puede estructurar un instinto? Yo sólo tengo una mente confusa, cogiéndose una sucia, este camaleón color gentuza, apalancando la inocencia y la bondad, magia menor doblega tu voluntad, estoy frito por pintar en tus paredes vaginal un tag y acto seguido decir 'me voy a bombardear la ciudad...
Seguimos por Newland road gente. Otra semana más, cada vez más asentado el campamento, cada vez más rutina, que no monotonía. Y bendita rutina. Los días de diario sigo acercándome casi todos ellos y en el grueso de sus horas a Durrington al almacén. Estos cinco días no se han hecho excesivamente pesados, y tampoco es que sean dignos de mentar en exceso, paso las horas entre libros, realizando mi tarea con la mente dispersa y no es que sucedan grandes cosas excepcionales ni espectaculares. Sigo conociendo a más y más gente, sigo soltándome más con el inglés y cada día que pasa soy más eficiente a la vez que me canso menos. Mi aventura inglesa durará como mínimo un mes más, ya que he pagado el alquiler y el bono de transporte con estos días de trabajo, así como algo de comida para algunas semanas. ¡Miradme, estoy madurando! Otra de las noticias curiosas de la semana fue que mi amiga Lola no terminó de trabajar la semana pasada ni mucho menos, cosa que vuelve más graciosa la situación, sobre todo el primer día en el reencuentro. Hello, you're here again... Again and again. Obviamente ella hizo como si nada y no sólo eso, si no que se propuso hacerse colega mía, y yo la verdad es que no sabía donde meterme. Para colmo, es una de las personas que peor entiendo de todas con las que trato, así que terminé por decirle que siempre que me preguntase cualquier cosa que no se extrañase si le contestaba algo que no tuviese nada que ver. Aparte de eso, paramos juntos bastante, y todo aquello relacionado con el lenguaje no verbal se intensifica cuando no dominas el idioma. Y eso es bonito. Al menos si lo usas con la gente adecuada. Vaya espectáculo. También paro mucho con Matt, Joe y Darren, que no paran de preguntarme por Magaluf y con los que hasta me permito el lujo de bromear de vez en cuando, algo bastante osado cuando ni se expresarme de manera eficaz. Eso si, cada vez estoy más cómodo, si es que se puede estar más. El estar todo el día para arriba y para abajo con unas botas que pesan lo suyo, y el no estar comiendo en exceso me han hecho perder algún que otro kilo, pero de buen rollo. Por casa la cosa está mejor, después de todos los incidentes pasados. A poco. Seguimos esperando a nuestro nuevo compañero y entre tanto llevamos la convivencia todo lo bien que se puede. No es excesivamente agradable que un indio te despierte los dos días de descanso que tienes a las siete de la mañana hablando a voces por el móvil porque tiene que hablar por toda la casa y no puede hacerlo en su cuarto, o en su defecto, la niña pequeña jugando, llorando, o corriendo como en Jumanji, o que el colega entre en el baño justo cuando sabe que es tu hora de irte a trabajar aunque él no tenga que ir pero sigo llevando a rajatabla lo de no cabrearme, por grande que sea el motivo. Estoy en una onda muy guapa. No se si es que me pasan cosas bonitas o si yo lo enfoco como tal, y la verdad tampoco me importa en exceso saber a que se debe. De un tiempo para atrás me hago pocas preguntas y las que me hago son las adecuadas. Parece que el tiempo se haya detenido un poco, como si hubiese dejado de crecer, como si todo fuese atemporal por un tiempo, aunque sea una contradicción en si mismo. No creo que nunca me llegue a sentir de aquí y no es que lo necesite para sentirme totalmente feliz. Todo lo que me pueda faltar aquí, tanto ahora como en un futuro, son cosas totalmente extrínsecas a mi persona, a mi disposición y a mi dominio, y ante ello lo mejor es adoptar una posición de no apego y de conformismo, la mayor de las virtudes del mundo cuando no se malinterpreta y cuando no sublevas tus expectativas a nimias metas. Y se vive bien. Dejamos el ligamento, y pasamos al hueso, para fortalecer el músculo y una vez ejercitado, aplicar. Como dicen por mi club, lo mejor, es lo que queda por venir. Seguro que la cosa se pone interesante más pronto que tarde. Todo es muy distinto acá y recibir nuevas influencias es como recibir nuevas herramientas, y a la espera de poder sacarle el máximo rendimiento a las mismas me dispongo a estudiarlas. Mientras tanto les despido con un batido, donuts del Morrison y escuchando a Bob Marley y Frank Sinatra en vinilo, preparando sorpresas. Nothing I have is truly mine...
Future feat Drake - Where ya at
"...haré lo que no cabía esperar, andar en dirección contraria, desandar, dar vueltas a la manzana, pasarme el portal."
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