10 nov 2014

Capítulo 61: Un ramo de violetas

Sombra de Noviembre, a lo mejor nunca has sido el de siempre...


El tiempo perdido la peor de las condenas, la fortuna aún es el tiempo que nos queda y el suspiro y el lamento no lo paran. La rabia no lo frena, la música lo guarda y lo conserva, escribo soñando que regrese y me devuelva lo que no debí gastar... Aún así sonamos puro y con historias que contarte.



Echaba de menos a uno de mis hermanos, y tengo pocos. Este no es de sangre, pero como si lo fuese. Cuando ya he pensado una cosa una y mil veces bajo mi perspectiva y punto de mira, acudo a él para que me diga todo eso que no quiero oír pero que me es tan necesario como los que me dan aliento y ánimo. Él siempre se guarda de no desanimarme mucho, y se que aunque me lo diga menos de la cuenta, le gusta mi forma de ser, aunque me equivoque mucho y muchas veces. Al fin y al cabo no somos tan diferentes. Esta vez me hubiese venido bien hablar con él antes, por eso de que me calma y me apacigua como nadie, y quizás haya llegado un poco tarde, pero siempre lo pone todo lo más en orden que se puede poner dicha situación, por malamente que se pueda poner. Le echaba mucho de menos. Se que no está en su mejor momento, y no creo que sea una paradoja que nos encontremos cuando yo no estoy en mi mejor momento, pero hay algunos que huelen la sangre a distancia y acuden para meter la cara cuando te van a dar una ostia. A esos los quiero cerca, a esos los quiero siempre. Y este, que siente tan puro y tan hondo como yo, lo quiero más cerca aún. Me ha tenido preocupado últimamente, bastante, pero se que aunque la vida puede llegar a ser muy puta, pero muy muy puta, confío en que tarde o temprano sabe compensar a los hombres de buen corazón, y me he cruzado con pocos como el notas este. Poco más que decir, todo lo que se habló, queda entre él y yo, y son de ese tipo de cosas que nos ayudan a crecer hacia dentro y hacia fuera, a través del otro y no de uno, y a crecer juntos. Hay lazos que nada podrá tumbar y que permanecen inalterables ante el tiempo y las circunstancias. Siempre puedo contar con DF, con Laurita, con Jesús, con Garry y Nuve... Con Marinas, con Charo aunque no esté últimamente, que la entiendo y siempre la entendí aunque se piense que me olvido de ella, con tantos y tantos, y a la vez tan y tan pocos... Paz para todos vosotros. Y paz para ti, hermano.

No encuentro mis violetas ni mi 9 de Noviembre...




(Nota mental: insertar más fotografías).


Y el sábado fue un día maravilloso. Volví a mis andanzas arbitrales que me reportaran algo de líquido de aquí en adelante para poder afrontar mis gastos dignamente y me divertí mucho, estoy volviendo a disfrutar del deporte y además desde otra perspectiva que nada tiene que ver la exigencia y el yugo de la competición, que no quiere decir que no vuelva al fragor de la batalla y que nunca haya dejado de ser competitivo en ninguna afrenta que afronte. Aún así el verdadero motivo de disfrute fue que se unió de nuevo a la quinta de los del cuarto de siglo el que faltaba, don Antonio José Garrido aka Garry aka GRY. Los días de celebración siempre reportan una paz distinta, y si encima volvemos a juntarnos todos, podemos hasta celebrar que celebramos. Fue un día de sonrisas y alegría desde que comenzó hasta que el cuerpo aguantó. Se pudo disfrutar de charlas realmente reconfortantes y bonitas, de esas espirituales, con consistencia, de dar abrazos y besos, de tocar a la gente, de dar fuego al frío de los días y de mirar con complicidad. A destacar que el cumpleañero tiene más puntos que nadie, la gaceta del Drink team, el viaje a LPGC que le hemos patrocinado a este personaje, el mindungueo que se gastaban los pollos del carnaval en el JeroPool, el hilo de forocoches sobre Elementss y sobre todo, sobre todo, el cariño que te aportan los de siempre y los de verdad (incluso los que no están) cuando saben ver que es necesario. Honor y gloria, días de vino y rosas. Días de paz.

(Nota mental: escribir aquí cuando sea el momento).

Anexo: Ya puedo escribir, ya si tiene sentido. Ha sido una semana de mierda. La peor desde que este espacio existe. Incertidumbre y miedo a raudales y la tan malentendida "bipolaridad" que sufrís el resto de los mortales de ahora esto, ahora lo otro, ahora otra vez esto, ahora otra vez lo otro. Carmen me pidió un espacio el jueves. De nunca he creído en los espacios, ni en el tiempo. Si encima le sumamos que el motivo por el que me lo pidió es por la falta de ilusión, se puede decir que tenemos el cóctel perfecto para que todo estalle saltando por los aires. No hay nada más duro que ver la falta de ilusión en los ojos de la persona que amas, las dudas de que tú seas esa persona con quien quiere compartirlo todo. Yo llevo viéndolo desde que nos volvimos a ver en Salamanca, quizás por eso escribí lo que escribí sobre la despedida. Confías en que sea por presión, miedo, o vete tú a saber que, pero en el fondo, o al menos yo que tengo mis convicciones, sabes cuando no hay nada que hacer. Lo vi en los ojos de Cris nada más llevaba dos días en Salamanca cuando se suponía que nos tocaba empezar a disfrutar. Esta vez más o menos igual, tras la agonía en el desierto de dos años peregrinando para encontrar un poco de agua, de que la encuentras no te da ni para el deleite de empezar a pagar la sed. Te agarras a clavos ardiendo, a lo que crees que suponías que eráis, pero cuando llega en el momento que sabes que no puedes hacer nada, y lo asimilas, comienza una nueva etapa. Cuando mandé el sms justo antes de publicar esto, sabía que esa etapa había comenzado. Sólo faltaba el pistoletazo de salida.


Bombony Montana & Lone - The only way

2 comentarios:

  1. Me pienso muchas cosas, sí. Pero no he dejado de tener puesto el oído vaya a ser que intentes silbar.

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