4 nov 2013

Capítulo 8: Trabajos manuales

La semana comenzó rítmica, quizás sea la palabra que más represente con fidelidad el transcurso de la misma. El lunes, tras volver a dejarme los cuernos en el gimnasio tras el bendito parón del finde, acudimos rutinariamente al Fabrés a nuestras clases intensivas de no hacer nada. La noche fue movidita, como se esperaba y como queríamos que fuese. Salimos a pillar unas tomas más para Automne, en este caso fuimos Carlitos, Anderson y messieur. Volvimos a casa contentos porque logramos grabar varias cosas de calidad y que pueden funcionar bastante bien en el clip. Y a descansar.

A descansar nada, una mierda, porque no dormí ni seis horas, para variar. Me tocó, como siempre, llevar los chismes al Fabrés. Esta vez iba más cargado de la cuenta, con un par de antorchas, el trípode, el sigma y el macro, está bien la cosa. Sabía yo que todo esto no podía acabar en buen puerto. El caso es, que cuando estaba devolviendo el material a Iván, más salao' que las pesetas, al sacar el sigma, el macro quedo enganchado. Esa secuencia se reprodujo para mi en modo película a cámara lenta, ya que al salir este despedido, cayó contra el suelo y empezó a rebotar, clash clash clash. No se partió, ni se rompió, solamente se dobló un poco la cobertura del objetivo y sonaba algo suelto por dentro, algo suelto como arenilla. Estuvimos probando y la verdad es que encajaba con dificultad en las cámaras, pero su función la cumplía exactamente. Espero la resolución de todo este jaleo, a la par que espero que esto no se convierta en la historia de "como me hice de un macrobjetivo para mi cámara". Me ha jodido, mucho, la verdad, pero la vida es puta. Me acordé un poco del karma por meterme con Carlos por caerlo todo, pero no creo que tenga nada que ver, esta vez me han puteado a base de bien sin venir a cuento, vaya. Aún así tengo fe.

Una mujer se me ofreció, la tomé y salí de sus brazos lleno de asco y amargura. Pero entonces pude hacer de Lovelace de café, decir tantas obscenidades como cualquier otro alrededor de una copa de ponche; así ya era un hombre. Me había entregado a vicio como a un deber y después me vanagloriaba. Tenía quince años, hablaba de mujeres y de amantes. Odié a aquella mujer, vino a mi y yo la dejaba hacer; se prodigaba en sonrisas que me repugnaban como una mueca repelente. Tuve remordimientos, como si el amor de María hubiese sido una religión y yo la profanase.

E o meu jardim da vida, ressecou, morreu, do pé que brotou María nem margarida nasceu.

El martes fue un día de puta madre, volvimos a grabar, esta vez en grupo, ya que a mi cuadrilla habitual de filmación se unieron Iván y PacoAtraco, y, a pesar del frío y las inclemencias climatológicas pasamos un rato de puta madre y sacamos más tomas aprovechables para el clip, muy contento con el rodaje. A pesar de ello, estuve bastante jodido de la garganta por lo que mi evolución en el gimnasio sufrió un pequeño parón, pero seguimos en pie.



Avanzamos bastante también en tareas de clase, el trabajo de Ángel en el que me toca el papel de realizador avanza viento en popa, desenvolviéndome estelarmente en papeles como el de Vinnie en la Haine, Rocky, o Jack Torrence en el Resplandor. También terminé los dos trabajos que tenemos que entregarle a Juanqui, así que muy de puta madre todo.

El jueves no fuimos al hormiguero como los de por la mañana, pero nos sacaron al fluvial y a Jesuitas a dar un pequeño boleo y a echar fotos. Está bien esto de que nos saquen del Fabrés un poco, y hacer el payaso por otros sitios de Salamanca. Por la noche se celebraba la cosa esta de los americanos y los muertos, que a mi me es bastante indiferente, pero que gracias a ello me ha otorgado un puente rico rico, en el cual mis compis de piso se han pirado y yo me he quedado durmiendo, porque la verdad es que no he hecho otra cosa. La noche de Halloween se desarrolló tranquila, unas copichuelas en casa con Seve, Angela, una amiga de esta y mi escuadra, y Casado nos abandonó pronto que partía a Santander presto y raudo en la mañana. Yo no se ni pa' que salí de casa porque ya sabía lo que había la verdad, pero aún así me aventuré. Tras ver el panorama, el percal y ver que en esta plaza de abastos estaba todo el pescado, post pasada por los tugurios Bender (especial mención al cruce de gestos con Nuria, esa ex mía de Salamanca que no follaba pero que la chupaba de vicio) y por el Ciao, hice bomba de humo y me vine para el keo. 





El viernes pasé la tarde con Germán y MariTere. Con una estuvimos poniéndonos un poco al día respecto a todo, que no era poco, me gusta hablar con esa chica. Con el otro estuvimos a lo de siempre, rap y más rap. Me enseñó todo el material que había acumulado últimamente. Tiene tanta madera como futuro ese chaval si la constancia y la disciplina están de su parte, pero queda mucho camino por recorrer. De momento se mete en el ritmo correctamente y muchas veces con clase y personalidad, y en cuanto a contenido, muy firme para estar empezando, sin aspavientos ni alardes, muy correcto, y con mucho gusto a la hora de dar estructura y forma a todo. Por la noche estuve tan cansado que opté por terminar a Flaubert y echarme en la cama, no era mal plan para un puente de esos que te recuerdan lo solo que estás por momento. 


¡Pobre debilidad humana! Con tus palabras, tus lenguas, tus sonidos, hablas y balbuceas. ¡Defines a Dios, el cielo, la tierra, la química y la filosofía, y no puedes expresar en tu lengua toda la alegría que produce en ti una mujer desnuda... o un pudin de ciruelas!

El domingo, como el tenor, Plácido. Le arranqué cuatro versos nada más al tedio, recogí la bolsa llena de amor que me mandó la vieja con unas bambas nuevas para desgastar en el gimnasio (patadas en el hígado al qe le llame gym), lleno de rica fruta, con todas mis camisetas de fútbol por si me muero tenerlas cerca, con las dos camisetas que me he comprado y que aún no he abierto y con el  nuevo número de líbero. Esto me ha recordado que debo de comprar una revista para el baño, que ya estoy cansado de leer sobre la guerra en el Congo y sobre los profesores de matemáticas chinos. He recibido orden positiva para ir a Madrid, me hace, pero no tengo compañía. Lo que más me inquieta es que quizás tengo más ganas de echarle un par de polvos a Tárrega que de ver a Lechowski, y todo por la puta psicosis del tiempo que llevo sin meterla en caliente, que me la trae bastante al pairo, pero que subconscientemente pesa. Veremos en que queda todo, pero no le voy a dar el valor que realmente tiene, a nada. Galaxies se va viniendo, es como un puto parto.

Ah, cerré la semana dejando iTunes bien bonito, cargué la discografía de Crema, un par de discos de Sólo los solo, Hijos bastardos y todos los inéditos del Charlie, Javo, Manto, Lone, Ziontifik, vamos, que tengo tontería para rato...

Ir más allá, cruzar la raya, juzgar la línea, saltar la vaya que demuestre la continua busca intrépida, vivir dando la talla y no la estética, la métrica no es útil sin la mística, sólo se hablar de música.



Rels Beats - Rock you

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