10 mar 2014

Capítulo 26: Antes de irnos

Esta fue la semana previa a la semana crucial. Comenzó tras un fin de semana en completa soledad y aislamiento ya que a la gente le encanta eso de irse a otras ciudades a disfrazarse. Paco volvió el lunes y eso hizo más fáciles las cosas. Por la noche tuvimos una de nuestras grandes charlas para la historia, de tranquileo' en ese sofá que sabe atrapar, planchados con Bob dándolo todo en la televisión y disfrutando de la libertad que te otorga el no tener obligaciones, ya que las obligaciones llegarán, como llega la vendimia. Aproveché para leer un poco y para dedicarme algo de tiempo, que quizás lo necesitaba bastante. Mi madre me mandó un macuto lleno de cosas bonitas como comida, una sudadera nueva y mis preciosísimas bambas, que hacía dos años que no tenía unas nuevas y que hacen que me sienta un poco así:





El martes llegó el que faltaba, Mr President, con todas las batallas carnavaleras y arrasando con la paz que reinaba en el puti. Hicimos reunión post carnavales en el salón echando un ratejo y comentando la jugada los de siempre y viendo como se presentaba la recta final. Volvimos al trabajo el miércoles con todo lo que ello conlleva, entrega de notas, trabajos, y comenzar a organizar todo. Nos despedimos casi de Pili, o al menos de sus clases, y comenzamos a reorganizar todo el tema de entrega de prácticas, exámenes, cosas que faltan por entregar y por demás. El jueves ya comenzó con la gracia de hacer un día de puta madre para estar en Salamanca en Marzo, y cuando uno tiene obligaciones la verdad es que no hace excesiva gracia que hagan días de puta madre de Tormes y plaza mayor, pero bueno algunos se proponen jodernos y lo consiguen. Nosotros que somos muy de sudárnosla los compromisos y obligaciones agarramos los chismes y nos plantamos en Anaya a gozar del lorenzo y de las chicas en pantalones cortos. Por la tarde realizamos por fin la puta cámara técnica, y nos reorganizamos en plató para hacer el examen el viernes. Lo más divertido sin duda del jueves llegó por la noche, cuando en torno al salón del puti se organizaron unos extraños (que no pagaron por entrar) entre los que se encontraban Capo, Dani, otro hipster colgao' y una chavala amiga de Ángela, Marta, un encanto. Fue muy divertido porque hablaban de lo mucho que sabían de música y pusieron una canción de Lori Meyers. Yo le dije a estos que no se riesen que si no iban a poner una de Supersubmarina y la chavala se chiscó porque por lo visto también le gustaban (se veía venir). Pues nos decían que escuchásemos la letra, que era buenísima, pero buenísima. 

Empiezo a quererte, empiezo a pensar que no hay un día que no quiera verte  y demostrar  todo el amor que te mereces. Y vestiré como tú digas, iré más decente para poder ir a esos sitios deprimentes haré de escoba. Y de felpudo, haré de sirviente y triturar mi corazón con ingredientes. 

Bien, pues ese es todo el cacho que aguanté sin descojonarme. Ahí ya no lo pude evitar y rompí en una sonora carcajada, porque se suponía que eso era una letra increíble (que ya de por si abarca la misma temática de siempre y de un modo muy original, vaya amor burdo y prefabricado el que se tragan algunas). A la chavala no le hizo mucha gracia que a mi me hiciese gracia la letra, y me preguntó que de que me reía. Obviamente dije que me parecía una putísima mierda lo que decía y el mensaje que transmitía. Bien, pues la piba sin conocerme de nada plantó sus santos cojones en la mesa y me dijo que no me riese tanto, que a mi si me gustase una pava de verdad cambiaría por ella, dejaría de vestir así, e iría donde a ella le gustase, que es más, que lo iba a hacer si quería ligar algo. En ese momento, miré a Paco que se golpeaba en el pecho y me decía "tranquilo Emilio, estoy aquí", miré a Pana que no podía aguantar la risa, y yo no sabía donde meterme, si reir o llorar, o que hacer. Luego me enteré de que tenía 19 años y claro, unos aires que hablan muy bien del servicio en educación que sus padres le han prestado. Me moló mucho todo esto, para que mentir.







El viernes en el Fabrés fue el día más improductivo de la historia de estos dos años, no hicimos nada salvo las dos últimas horas, que teníamos el examen de realización. Como valiente y aventurero que soy me ofrecí voluntario para ser el primer realizador, y lo mejor de todo es que hasta salió bien la cosa (a mi juicio y a juicio de mis compañeros, luego ya sabemos todos que los profesores van aparte). Nos vinimos a casa a disfrutar tranquilamente del viernes, suave. En casa estaban Paco y Nacho, a los que se sumaron Lucía, MariTere, Gonzalo, y posteriormente Huido e Iván. Echamos una noche de la ostia, hablando de movidas muy guapas, yo conté cosas de mi familia, Iván más de lo mismo, Huido sacó las gominolas y no dejó de sonar buena música en ningún momento. Muy pocas de esas quedan, por no contarlas con los dedos de una mano. No se muy como voy a asimilar todo eso, la verdad, porque ni siquiera se como se van a desarrollar las cosas, pero se que va a ser duro. Espero tener la paz y calma suficiente para que no afecte a mi felicidad. Actitud. 

El sábado seguía haciendo un día de puta madre por lo que Paco y yo nos calentamos y pillamos unos burguers y nos fuimos a la plaza mayor a disfrutar como guiris de la primavera trompetera sin ser ni primavera ni trompetera. Y allí gozamos del sol y de la historia, y llego Alberto que se había soñado que me mataba tirándome por el balcón porque yo me pensaba que podía volar. Muy mio eh, muy bipolaridad. Gozamos un rato y nos subimos a casa a descansar y a que Alberto hiciese los trabajos. Luego cada mochuelo voló, Paco a patinar, el Pana a organizar la fiesta y yo aproveché para cerrar Cøncorsø, que tras Con los pies descalzos, Aria y Sobre el nivel del mar empiezan a dar forma a En busca del tiempo perdido. Deep Keepers. Luego ya hicimos tiempo y eso hasta la noche. Nos reunimos por acá con Cintia y fuimos al garito este donde luego llegaron MariTere y Tamara. El sitio ese estaba guapo pero muy desaprovechado a mi gusto, y muy lleno de cosas raras y gente más rara aún que las cosas. Hice algo de tiempo con Paco jugando al futbolín y me hizo mucha gracia que no tuviesen huevos a ganarnos, siendo su futbolín y siendo sus normas de mierda de pararla con los delanteros, cambiarla y algún iluminado y todo girar los mangos como los niños de cinco añitos. No se, charritos. Luego ya la sorpresa a Alberto, y nada muy agusto en el sofá, comiendo doritos y bebiendo algo rosa pero rico, estaba entretenida la cosa. Alberto se lo tuvo que gozar muy mucho la verdad, me alegro de la ostia de que le diesen esa sorpresa de reunir a toda su peña. Luego ya me vine para casa con Atraco que se encontraba mal y yo estaba cansado y esas cosas y el domingo tenía que hacer la orla y estudiar un poco y ordenar prácticas y bueno ya sabéis...













Ponemos aquí esta piedra antes de irnos. La siguiente entrada ya no perteneceré al Fabrés como tal (y ojalá que sea con un aprobado entre las manos). La siguiente entrada ya no podré poner fotos de Casado, y todos mis compis estarán desperdigados por tiendas y productoras de Salamanca y yo un poco perdido probablemente, aunque nadie dude que no perderemos el tiempo. Nos encontramos solemnes ante la última función del año, y esa siempre es la mejor de todas porque los sentimientos son de verdad. Hay cosas que es mejor no escribir.





L'Orange - Need you (feat Blu)

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