17 mar 2014

Capítulo 27: Cuida un buen principio para un final eterno

Para empezar, diré que es el final, no es un final feliz, tan sólo es un final...

Uno entra en la semana final, la de la discordia, con filigrana y gambeta, sobrao', porque sólo los mediocres evitan la samba, y a mi me corre el ritmo por las venas. Reunímos todas las prácticas del curso (con la que Juanki me confundía con Fayez incluida) y las encuadernamos. La verdad es que ver la sensación de ver todo el trabajo de un año reducido a un libro es una sensación tan gratificante como absurda, y esas cosas hasta están bien a veces. Poca vaina más tuvimos el primer día, la verdad, volvimos pronto a casa y estuvimos echando en el salón MariTere, Carlos y yo, la primera de esas charlas profundas que se podrían echar cualquier día a cualquier hora pero que sólo nacen provocadas por la presión de los exámenes y bajo el peso y lupa de la responsabilidad de tener que jugarte todo en los finales, y está bien que así lo sea por otra parte, porque todo nace bajo la chispa adecuada y con la luz idónea, nosotros que somos operadores de cámara deberíamos saberlo.





Luego están el resto de artes de la vida, que a esos si que les da igual el momento en el que lleguen porque de un modo un otro, te atrapan, y no puedes hacer nada. Siempre hablo de todas esas sensaciones encontradas que perdí hace mucho y que no recupero, que a  veces rezo por volver a tener y que los momentos previos a confirmarlas te hacen un nudo en el estómago que no sabes si tienes mariposas o cuervos. Pero, lo mejor de ello, es que ese nudo no tiene porque ser el de una soga, y a veces se transforma en un lazo que cuando suavemente se desliza y se desata deja nacer naturaleza bruta dentro de ti. Creo que es lo que pasa a veces, y creo que es lo que puede pasar. Uno no sabe bien a que se enfrenta, pero, realmente es en las distancias cortas donde se demuestra el carácter, la percha y la clase, y eludir eso sería como llegar a la final de la liga de campeones y no querer jugar por estar nervioso, por miedo a perder. Siempre se puede perder, pero para ganar uno debe de estar dispuesto a que le partan la cara, y yo lo estoy de lejos. Vamos a disfrutar mucho empatando este partido, ya lo veréis.


El martes fue el día culmen, clave, de la semana, por ser el primero en el que te juegas todo de golpe y porque condiciona el resto de días y decisiones que puedan tomar respecto a tu futuro. Ya he dicho muchas veces que no estoy ni agobiado ni cabreado respecto al desarrollo global individual y colectivo del grupo, simplemente me da pena. Me da pena porque la toma de decisiones y la evaluación que hacen sobre nosotros implican muchas más cosas de las que realmente aparentan. Suspender, en mi caso, no demuestra nada más allá de que no he hecho el mamalibros (que podía y debería haberlo hecho), pero sería una necedad (y no cometida por mi parte) que ciertas personas de clase suspendieran (que lo haremos/harán) afirmando de tal manera que los que van a prácticas ahora, manejan más que ellos, y en otros casos podría ser así, pero veo a bastante gente con el agua al cuello que tienen más talento y destreza con una cámara (así como inventiva, imaginación y creatividad, necesarias en nuestro empleo) que gente que tiene habilidades para aprenderse de memoria que un flash de tiristores almacena energía que no usa o que los fotómetros de selenio no usan pilas. A mi todo esto me da igual, ya lo se, me da igual volver a escribirlo en Junio, simplemente da coraje que se crean en potestad de poder opinar sobre mi esfuerzo, capacidades o interés, porque están dando palos de ciego. Dicho esto, me enfundé la casaca de mis colores y mi querida Marina terminó de rematarla consiguiendo la serigrafía del rubio, el alma mater, que ya colocaré cuando pueda y sea debido. Con ella todo fue más fácil pese a ser todo muy difícil. Me pareció una aberración el examen de recuperación de todo el curso de imagen. Cosas innecesarias, cosas que no van a servir de prácticamente nada en la vida, rebuscadas, absurdas, que cuanto menos lo único que no indican es si somos fotógrafos o no. Jamás he visto a nadie de clase realizar una fórmula antes de disparar con los flashes, ni aplicando Scheimpflug por ciencia infusa en cámara técnica. No he visto a ninguno con un fotómetro de sulfuro de cadmio ni les he visto colocar tres esquemas de iluminación en las fotos de carnet, nunca. Pero si eso debe de ser lo que indique nuestros conocimientos, bienvenido sea. A mi, lo que es a mi, desde luego, no me engañan. Nos vinimos a posteriori al keo, la grande de Lucía que últimamente se apunta a un bombardeo y yo que me alegro, y Mrs MariTere, una fija, tesorera casi del NewPuti. Vimos un rato el fútbol y nos quedamos de tertulia hasta tarde, asique MariTere decidió quedarse de buen rollo a pernoctar en nuestra humilde morada (donde el suelo es lava) y pudimos disfrutar de conversaciones serias y su presencia hasta más tarde de lo habitual, regalos de la vida. 










El miércoles ya fue el colmo, el súmum de los despropósitos. Para terminar de rematar la suerte que me ha acompañado este curso, me tocó realizar el examen de cámara de vídeo el primero, con la cámara uno, y con el trípode pocho. Coloque todo antes de empezar, y, sorprendiéndome a mi mismo, me alegre de lo bien y fluído que comenzaba todo. Pero claro, esto tenía que cambiar. Mi cámara estaba bloqueada, y yo como operador de cámara que soy (já) pues debería saber configurarla. Es gracioso porque en todo el año la cámara nunca ha estado así y nadie me ha explicado algo que se supone que es básico y yo debería saber pero por lo que se ve no se. ¡Full auto para todos amigos! Como no estaba el horno para bollos decidí trabajar en automático, total, pa' el caso... Realicé todas las tomas que creí convenientes para un supuesto reportaje, zoom ins, pivotados, basculamientos, panorámicas, planos detalle, enfoques desenfoques... Que dios reparta justicia por una vez, no quiero suerte, quiero que me evaluen por lo que se y respecto de lo que saben el resto de compañeros, sea el resultado que sea, sólo eso, equidad. Conste aquí que mis dos compañeros que usaron mi cámara después trabajaron en automático como yo porque tampoco tenían ni puta idea de como se configuraba la cámara. Gran trabajo de los profesores, por otra parte. Luego la tarde tornó bonita incluso, vinimos a casa y nos reunímos Casado, Iván, Alma, Cintia, Lucía, MariTere, Pana y servidor. Coloquio en toda regla como si no hubiese un mañana. Cafés, humos, buena música y buena charla. La nota divertida de la tarde la puso Lucía, a la que le dimos toda la caña que no le hemos podido dar estos dos años. Pasamos de su supuesta homosexualidad a su moderneo, pasando por su rollo con Toni y demás, pero me mola poder lanzarlas de esa forma y que nos pillemos el rollo (aunque no las ironías) porque se nota que hay confianza y yo la confianza sólo la alcanzo con gente inteligente que sabe a los niveles que trabajamos por aquí, y eso está de puta madre porque hace que las relaciones tengan más sentimiento y poso y todo se disfrute más intensamente. Queda mucha tierra que arar aún. Que no se me olvide citar aquí la frase célebre del año de MariTere refiriéndose al chaval de segundo del año pasado que le molaba con un: ¡es que yo también quería!


Hacer un pequeño hueco aquí (como también en mi vida y en mi corazón) a esta cosa tan shica que acaba de partir de la línea de salida. ¡Vaya camino más largo y bonito le queda, que envidia! Camino bonito por el entorno en el que va a desarrollarse, por la gente que va a tener en su vida, y porque se ve que está aquí para hacer cosas grandes. Me gustaría darle un achuchón fuerte a su tía, pero todo tiene su momento, se lo daré, no lo duden. A disfrutar mucho, que realmente este tipo de cosa son a las que llamamos vida. Por cierto, que mamá más guapa tiene.



El jueves fue un día extraño. Fui al Fabrés a hacer el examen de photoshop. Como no podía ser de otra forma me despollé durante todo el examen que era un insulto a mis capacidades (que no a las de mis compañeros ya que para ellos el nivel de hacer un ejercicio siguiendo los pasos escritos en un papel es el nivel real, en muchos casos). Como no podía ser de otra forma, Juanki se cató, y me alegra que lo hiciese. Luego me instó a tener una charla con él. Gustosamente acepté. En ella no tuve problema en exponer como a pesar de tener dos exámenes teóricos (y argumentar la estupidez tanto de los mismos, como del contenido, como de los criterios de evaluación) controlo con mayor dominio y destreza que un elevado tanto por cierto de compañeros que han aprobado tanto la cámara como el photoshop. Al hombre se le veía afectado por eso de tener que suspenderme (que es hasta probable que no lo haga, cosa que no quiero), pero de un modo u otro le escupí en la cara el cachondeo que ha sido un poco estos dos años en el Fabrés tanto a nivel de organización, conocimientos y evaluación. Aún así ese hombre me cae como pocos profesores me han caído en mi vida. Posteriormente, mientras asimilaba todo esto, hice el examen de cables. Resulta que conecté perfecto el sistema más complejo de todos los que podía poner, tanto el pass panel como el máster de audio, y me felicitó por ello, y me la sudó, me la sudó mucho no, lo siguiente. Acudimos luego a casa de colegueo' y el Betis nos metió los pelos. Me quedo con la rubia mandándolos a segunda, hijos de puta. Le hubiese hecho un par de hijos esa noche de haberla tenido en frente. Queda la vuelta, gente. 


Y llegó el gran día, él último. Como no podía ser de otra forma, esos días acaban pasando más cosas de las que tienen que pasar. Resulta que pese a que yo me jugaba todo el curso de vídeo en un examen y tenía que hacer con Carlos un dvd de mi grupo, la novia de mi querido amigo Alberto decidió que debía reprocharme el no haber hecho el collage que le dije que si tenía tiempo hacía. Ella no había hecho el de repuesto como le dije que hiciese (por lo que no le importaría tanto el collage), pero se permitió el lujo de decirme que no lo he hecho porque no he querido, que en vez de estar espachurrao' en el colchón el día que estuvimos en el salón de mi casa (que todos teníamos exámenes y queríamos relajarnos), pues podía haberlo hecho. Parece ser que a Casado no le van a dejar entrar en Polonia si no lleva el collage, o algo por el estilo. El caso es que me ha preguntado más en tres semanas por el collage que en dos años que que tal estoy. Y parece ser también que según ella Casado me importa una puta mierda por no hacer el collage y que si fuese otro de clase perdería el culo por hacerlo. Me ha hecho mucha gracia todo esto y no voy a exponer ni lo que pienso ya que no lo veo necesario, si alguien quiere, no tengo inconvenientes en explicarle porque no lleva razón, porque lo que es discutir me resulta absurdo. Una pena que una persona como ella se retrate de esta manera, de una forma tan egoísta y pensando sólo en si misma, cuando no es capaz de asimilar que su pareja puede ser feliz más allá de la relación que tenga con ella, una pena el daño que hacen a veces los celos y el intento de poseer a alguien en todos los ámbitos de su vida. Podría pintarle la cara a ella y a cualquiera que se atreva a defenderla, pero que más da, la envidia a veces hace daño. 


Y para acabar el examen final de vídeo, que lo mismo hasta lo apruebo chavales, locura así y tal. Luego nos vinimos al qeo a disfrutar de la libertad, y bien agusto que se estaba. Conversaciones serias y profundas con peña que quiero mucho, hasta tarde, disfrutando. Cambio de rutina, de monotonía, said freedom.

El sábado adecentamos el Puti, y lo dejamos como no se ha visto antes, parece otro. Hay una paz y una luz que hace que la energía fluya por toda la casa, hay un rollo ahora mismo en lo que es este inmueble, como tal, sin nada más, que se podría denominar como un santuario o templo sin que ninguno de estos tuviera nada que envidiar a este. Puah! Y la cena es otra historia. Casi que apenas tengo ganas de escribir aquí nada, porque no me merece la pena, sabía que tenía que pasar algo así y bueno, lo tenía asimilado, por lo que no me dolió más de la cuenta. Desde que salimos de casa hasta que se fue el último, no fue lo de siempre, y me apena, pero me quedo con muchas cosas. Me quedo con haber podido tener a Bea al lado en la cena y poder haber hablado con ella un rato, y que me contase cosas, y saber ambos que somos especiales. Me quedo con Lucía, que iba más bonita que nunca (ojo con eso, que es difícil) y que era complicado estar cerca suya de lo sexy que iba, de la charla con ella en el Khandavia, con que ambos sabemos que ha empezado otra etapa casi aún mejor que esta, con la complicidad, los abrazos, con lo guapa que estaba con la sudadera de Carlos, con el burguer king y todo eso. Me quedo con la del cumpleaños, otra que iba fea... Con cantarle en el restaurante, con verla feliz con sus amigas, con el corazón que tiene y con que aguantó hasta el final como debía ser pese a todo, con que le dolió como nos dolió a todos la situación, y con que se que es otra de las que estará muy presente a partir de ahora. Me quedo con MariTere y con MariTere siempre me quedaré, porque para mi ella es ella se ponga lo que se ponga y me parece tan adorable como atractiva, porque siempre que está uno con la mirada perdida y se cruza con la suya nota ese estoy aquí. Porque tiene algo que los demás no tienen y que no se le puede poner nombre. Porque desde el primer día hay algo especial. Porque también le quedaba muy guapa la sudadera de Carlos. Y hablando de Carlos, me quedo con él sin duda. Porque nadie pensó en él y en lo que le dolió la situación, nadie se acordó de que él no es uno más, es el más, es el grande. Hizo de pegamento como tantas otras noches, de eso tan necesario que hace que todo se mantenga unido, con una sonrisa siempre, con un buen gesto, anteponiendo la felicidad del grupo y de los otros antes de lo suyo. Aunque no se diga, uno se da cuenta, y con ese chaval voy a muerte. Porque me flipa que nos conozcamos tan bien como ya nos conocemos hasta el punto de compenetrarnos. Y me quedo con Alberto porque no me puedo quedar sin él porque a día de hoy no soy yo si no. Porque pueden pasar muchas cosas pero ambos sabemos que hay un vínculo mucho más allá de los principios, de lo que se dice, de lo que no se dice, de todo. Es un nexo de esos que la vida pocas veces ofrece y que ambos sabemos que nada va a poder derribar, que estamos por encima de cualquier cosa que puede pasar y que nada puede dañar la relación que tenemos aunque a veces sea difícil y se enquiste hasta por factores externos. Y no voy a poner muchas fotos como otras veces, aunque las tengo y las guardaré, porque nunca se sabe, esta vez no me apetece, voy a poner sólo aquellas que me representan, lo que para mi fue la noche. Y no tengo nada más que añadir ni que decir, ni tengo ni quiero, todos sabemos muy bien lo que hay y no vamos a engañar a nadie a estas alturas. Los míos son los míos, hasta cuando se equivocan...


























































Los romeros de la puebla - Cuando se pierde a un amigo

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