24 mar 2014

Capítulo 28: Volver a empezar

Voy a empezar a hablar por el miércoles porque el miércoles fue de ese tipo de días a los que yo me refiero cuando rapeo aquello de la suerte cambiará cualquier mañana, una mañana... Parece como si llevase preparándome para ello toda la vida, parece como si no hubiese sabido hacer otra cosa durante toda mi vida. Y fui yo, lo más yo que se puede ser. Hay una regla no escrita que dice que a una primera cita hay que llegar con algo de Wu tang clan y con un punchline. A falta de uno, disparé dos. Entrar con un llegas tarde, exactamente veinticuatro años casi veinticinco para terminar de rematar con un sabía que ibas a ser más bonita en persona pero no me imaginaba que tanto hace mucha justicia a aquello de cuida un buen principio para un final eterno. Y yo llevaba ya días cuidando ese principio, como llevaba mucho tiempo esperándolo. Me hubiese gustado mucho poder haber empezado esta entrada con una foto suya, y me hubiese gustado porque hubiese sido lo más bonito que os hubiéseis encontrado en lo que va de camino, de lejos, pero le puede la timidez y me negó esa posibilidad taxativamente aún sabiendo tanto como yo lo mucho que se arrepentirá el día de mañana de no tener documento gráfico de nuestro primer encuentro. A pesar de lo que eso significa para mi, imaginad lo mucho que debe gustarme que hasta sudo, porque me ha puesto en bandeja hacer una de las cosas que mejor se me da, escribir. Y que decir, podría escribir años, podría sacar tomos, podría tatuarme el cuerpo entero. Me pasó una cosa preciosa. Siempre que una chica me hacía bailar algo dentro, al tiempo, le ocurrían dos tipos de suceso: uno, que pasase increíblemente rápido, tanto que no me cundiese de lo a gusto que estaba, y el segundo, el contrario, que fuese tan despacio que parece que no existiese y que no se iba a acabar nunca. Pues con ella me pasaron los dos a la vez, vivo completamente en bucle. No sabéis de que manera me mueve el piso. Tanto que no me ha importado jugar esta partida con las cartas boca arriba desde el principio, a sabiendas de lo que eso supone y de que si el otro quiere, me gana en dos jugadas, pero este tipo de partidas son las que a uno le dejan miel incluso en la derrota. No hubo nada que no me gustase de ella, y eso me da casi que hasta miedo. Cuando esbozaba una leve sonrisa, que no paró de hacerlo, entendí eso de que las mujeres son más bonitas con curvas, y yo me enamoré de la que trazaba su boca. Agarraba la taza del café con una dulzura que mi cuello se moría de celos. Pude pasear la mano por su rodilla y comprendí lo que era caminar por rutas salvajes. No necesito ver fotos suyas de verano para que me resulte la chica más sexy del planeta. Es tan niña como mujer, y hacía mucho que no me encontraba una chica así, inteligente hasta decir basta, sensible, no paramos de hablar casi que ni un instante, y los momentos en los que paramos, pese a ser una primera cita y no conocernos de nada (que es como si nos conociésemos de toda la vida) fueron tan bellos, que no dieron pie a equívocos porque supimos disfrutar ambos de ellos sin que ni un sólo segundo pudiesen convertirse en incómodos. Es historia pura. Me sentía tan cómodo que sabía que podía abarcar cualquier temática sin miedo a expresar lo que siento o pienso porque sabía que no habría problema. Y ha conseguido que recule, y sigo haciéndolo, y eso no lo ha conseguido nadie, porque yo cuando siento que algo es de verdad no tengo freno, y he visto que hay que dar tiempo al fruto para que madure si queremos que la cosa vaya al tempo adecuado, como cuando ella desaceleró su paso vertiginoso y yo aceleré el mio pausado para encontrar el equilibrio. Ya saben todo aquello de toque su mirada y me llamaron loco. Benedetti y Francescoli deben sentirse muy orgullosos de mi. Y yo sólo quiero volver a verla, aunque voy servido para toda la vida porque hay gente que jamás besará la paz sobre tus párpados. No hubo beso porque no hizo falta, por muchas ganas que tuviese, porque un sabio dijo que hay sexys gatitas que no siempre besan en la primera cita. Fue especial porque no nos pedimos un barceló con cola si no un café con leche, porque no sonaba de fondo reggaeton si no algo de jazz y a posteriori la banda sonora fueron los niños y los pájaros del parque. Nunca tuvo tanto sentido eso que pronto verá la luz en Galaxies de si me ducho antes de verte y no me lavo después de tocarte... Espero que la gente se pase toda la vida haciendo bromas sobre nuestros nombres, espero hacerla tan feliz como ella me hizo a mi el miércoles con su mera presencia. No fue más que una primera cita, y así me la tomo, aún no me enamoré de ella, aún no es ella, ni se si querrá serlo, pero como posible comienzo, nadie lo hubiese escrito mejor, ni yo. Felicidad que bonito nombre tienes...


Que jodido es empezar un lunes a las 9:20 de la mañana con una despedida, ya os lo digo, ojala no os pase nunca. El barbas sin barba, el inverbe y el pocabarba nos dimos uno de esos abrazos colectivos y le entregamos a Alberto su ordenador para que pudiese disfrutar en Polonia de nosotros y trabajar como es debido en vez de ponerse hasta las tetas de piwo. El cabrón llego sano y salvo a tierras polonesas y sobrevivió al avión que era su mayor preocupación. Yo me fui a la casa de las conchas bien temprano, que tenía deudas pendientes que saldar y con las que ya ando, es un auténtico placer. A posteriori me llegaron buenas nuevas tanto de MariTere como de Lucía sobre sus notas y no pude más que alegrarme y sentir un tremendo orgullo. 




El martes volvimos a despertarnos medianamente temprano para acudir a por nuestras notas. Pasaron por casa MariTere y Lucía y nos fuimos al Fabrés. Sabía que iba al matadero y en parte me era indiferente. Bien está lo que bien parece. Allí Juanki no se dejó ver el pelo, como chico listo que es, y Ángel me entregó mi boletín de notas. Contento con mi diez en RET y mi nueve en administración (cosas absolutamente racionales), la vergüenza vino con el cinco en vídeo y el cuatro en imagen. Ya he diseccionado varias veces lo que opino por aquí del Fabrés, las juntas de evaluaciones, los métodos y los contenidos y no voy a volver a hacerlo. El lunes que viene iré a hablar con Juanki a enterarme del final de Junio y por orgullo clavaré ambos exámenes. Y a orgullo no me gana nadie. Lo importante es que ahora ha llegado el momento de demostrar quien vale y es el momento de los grandes, nada de mamalibros. A posteriori el día tornó bonito de la leche. Tomamos unas birrinas por el centro, y luego el quinteto que se supone titular de aquí a verano nos fuimos al Puti a tomar café. Charla bonita que se alargó hasta horas insospechadas llegando a acompañar a MariTere hasta HuertaOtea y todo y con amago de bocadillo para Carlos. Parece ser que al final sus prácticas serán mejor de lo que pintaban, cosa que nos alegra a todos sobremanera. La que ha triunfado al máximo es Lucía y nos alegramos de la ostia. Se la ve tela de feliz y eso le ha permitido mostrarse tal como es, y se la nota mucho más suelta con nosotros y joder es tan bonita en ese estado que si se hubiese puesto así antes con nosotros lo mismo hasta me hubiese enamorado de ella desde que la conozco. 








El miércoles que hay que mencionar por aquí que para más inri fue mi segundo santo, y día del que ya os he contado parte, hice más cosas. Fui con Carlitos y Paco al Taste of america (que yo ya había pisado antes para darle una sorpresilla a mi amiga de la que os hablé antes pero no se como cojones se me ocurrió no echarle una foto) y se enrearon a comprar gilipolleces ricas que es lo único que hay en esa tienda claro. Una pasada. Luego Iván vino un par de ratos a casa, tanto a mediodía como post cita. Yo después de dejar a la rubia con todo el dolor de mi alma fui a aliviar la pena imprimiendo el primer tomo de Hacia rutas salvajes. Ver seis meses de mi vida en un libro es bonito, ya si muero pueden decir que existí y que dejé bello paso por este planeta, y seguiré dejándolo no les quepa duda. Aprovecharé ahora eso de que tengo compañeras de clase repartidas por todas las tiendas de Salamanca para imprimir fotografías a buen precio y empezar a completar mi colección de cosas materiales no materiales más bonita del mundo. Otro punto positivo para hacer de esta semana una de esas semanas para la historia es que le pegué un bocado a mi orgullo y cogí el teléfono para hablar con mi hermano con el que llevaba cabreado desde Enero, por culpa de su quedada con mi querida ex novia sin previo aviso a mi persona, y probablemente me hubiese esperado para volver a hablarle para que la próxima vez que quedase con mi ex y ella quisiese saber algo de mi, en vez de avisarme a mi, le preguntase a él y este contestase: "pues la verdad es que no tengo ni puta idea de él, vas a tener que preguntarle mejor que a mi, vaya", pero como mi hermano es mi hermano y está por encima de todo, con darle una pequeña lección para que aprenda la importancia de las cosas, sobra. El tiempo todo lo cura y consideré que era el momento oportuno de dejar al lado los rencores y volver a estrechar lazos, así como ponernos al día y hacer planes no a tan largo plazo como se preveía. Y para finalizar, y pese a que no soy devoto de los convencionalismos, mentar que el diecinueve de Marzo es el día del padre, y que yo a mi viejo lo quiero más que a nada en el mundo, por delante de todo y todos. Puro orgullo en el pecho es lo que me late, sólo conozco un héroe y me ha prestado su apellido...



Y el jueves, con toda la resaca emocional, volví a casa. Me dolió en demasía dejarme en casa la libreta en el viaje, porque hubiese escrito cosas realmente bonitas, no ya sólo por el estado en el que me encuentro por momentos, y porque no deposito mi felicidad en él, si no porque hacía mucho que no me encontraba así. El viaje se hizo demasiado largo y tedioso, el que más en los últimos tiempos, pero merecía la pena. Estuve releyendo las entradas de navidades del blog últimamente y he de decir que si bien redactan plenamente como me sentí por aquí en esas fechas, no hacen justicia para con todo lo que siento por mi hogar. Fue pisar esto y llorarme todo, que vale que en parte fue por la alergia, pero también por la alegría. Mi padre ha dicho eso de pa' el campo está bien por su cuenta, increíble. Como podéis apreciar en la imagen es lo más real del mundo. Fue llegar a casa y me trataron como un rey, me mimaron quizás incluso en exceso, y disfrute de todo lo que hay en esta casa que más que casa es hogar. Casado se acordó de mi en Polonia y volvió a extorsionar por toda la movida del TDT, que a este paso acabaré pagando. Destacar que me perdí el cumpleaños de alguien a quien quiero con to' el pecho por causas mayores, pero que se que disfrutó como una enana porque la gente bonita sólo sabe rodearse de gente bonita. Espero ansioso que me cuente lo feliz que fue, después de espachurrarla entre mis brazos como pienso hacerlo nada más volver a pisar tierras charras. Se que sabe que estuve sin estar y que siempre estaré estando.









Ya el colmo de los despropósitos para que todo saliese bonito, tan bonito que ni he sabido en que día he vivido, fue que a mi equipo le diese por hacer la mayor gesta que le recuerdo desde el gol de Palop. Bien es cierto que siempre dije que la eliminatoria empezó a estar al cincuenta por ciento cuando el eterno rival jugaba la vuelta en casa con un cero a dos de ventaja, pero jamás pensé que pasaría lo que iba a pasar. Todos saben aquello de ganar "en el último minuto de penalty injusto", pues esto fue igual, pero peor. Peor porque fuimos superiores, en su casa, aguantando sus arreones con casta y coraje. Peor porque las dos mil quinientas gargantas nuestras cantaron más que todas las suyas, porque bailamos tango sobre un verde que sólo suele ver reggaeton, porque supimos crecer cuando nos podían, porque ya no hay sólo un rubio, si no que también hay un rubito. Orgullo eterno el que me transmite Rakitic, por lo que aparte de su zamarra sevillista va a caer la de Croacia fiche por quien fiche (que ójala se quede por siempre con nosotros). Orgullo de que de una vez todos y cada uno de los de rojo se dejasen los cojones y el alma en el campo, por la entidad y lo que suponía el rival, por ser la primera vez en Europa, y por hacer válido aquello de dicen que nunca se rinde. Yo he sido muy forofo toda mi vida, en demasía, pero el estado del fútbol negocio había hecho perder la fe y la pasión hasta a los más viejos del lugar. Esto unido a lo poco que transmite un equipo con la calidad del nuestro, suman una serie de carencias que hacen que uno pierda un poco la chispa, y la vida sin chispa no es nada. Pero consiguieron que volviese a sufrir, disfrutando como hacía mucho que no lo hacía. Se que son once personas contra once detrás de un balón, que no me dan de comer, y que no van a conseguir que mi estado de ánimo cambie según lo que hagan, pero consiguieron que volviera a sentirme muy vivo, parte de una familia, y henchido mi pecho a su escudo.

HONOR




Penaltis del Betis - Sevilla


El viernes a mediodía la vieja me invitó a una cañita en uno de los bares de mi pueblo, donde se huele otra cocina, los colores son otros y la gente te odia de otra manera, de esa manera de la que ser odiado resulta hasta bonito. A posteriori, volví a degustar puchero, deben de verme la ostia de flaco por acá. Todo se ameniza mejor cuando tienes a uno que se parte la cara por ti siempre, y que en vez de partirnos la cara después del fútbol, decidimos echar un tenis y hacer algo de música juntos, y que todo fluya mucho más fácil, porque como no hacerlo así con los que llevan ahí desde antes de que tuvieses uso de conciencia. Así gastamos la noche también. Pasan lentos los días aquí, a tu lado mi vida va pasando discreta... Y es que no hay nada más bonito que una cosa sencilla. Me llegan noticias de Salamanca, de que una persona que quiero mucho se las está gozando con las prácticas, y se que tiene unas rutas salvajes preciosas que recorrer, y que si me deja, recorreré a su lado desviándome lo menos posible. Tiene tanto amor por el Fabrés que ha tenido que volver porque nos echaba mucho de menos, vaya chasco se habrá llevado cuando no nos haya encontrado... Por cierto, me encuentro mucha mujer preciosa por acá, quien pillase los seis añitos ahora... Mentar también que volver a casa es volver a la infancia, y reafirmar eso de que se llevan años haciendo bien las cosas, si bien no se necesita alardear, ya que si lo hiciese sacaría mucho más arsenal del que saco, si que puedo decir por aquí que desde bien pequeño he tenido muy claro lo que la música significa y supone en mi vida, en la vida en general, y no ya sólo la música en si, que es una disciplina, si no la actitud y principios con las que se afronta. A mi se me podrán achacar millones de cosas, pero jamás que no fui a muerte con mis pasiones y todo aquello que amo y que me mueve el piso por dentro, siempre con respeto, siempre con humildad, pero sin dejar de saber quien es uno. No me puede pintar nadie la cara, porque a pesar de defectos y virtudes, a pesar de todos los que me han criticado por cosas de las que jamás han tenido idea porque no se han tomado un café conmigo, jamás podrán escupir en mi cara que todo lo que hice fue con nobleza y amor por esto. Yo no empecé en esto, cuando llegué estaba hecho, pero si que es cierto que desde que llegué supe de que va esto y eso es algo que nadie me podrá quitar. Hay huellas, que el camino no sólo se anda hacia adelante; que si no se dejan señales, otros no las pueden recoger. Y que será bonito para todo aquel que venga detrás eso de que se le indique donde hay un puente y donde hay una ciénaga. El que quiera entender, que entienda.
















Pese a haber trasnochado bastante la noche del viernes ya que me quedé hablando con mi madre hasta bastante tarde, conseguí reponerme bastante bien y despertarme temprano para poder disfrutar con Garry de un café caliente en el alambique. Pude ponerle al día todo lo bien que quería, contándole tanto el curso como los sucesos de estos últimos días con calma, vaciándome por dentro para que él me llenase de alegría y consejos, y compartir por fin cosas, que últimamente la distancia hace daño. Luego seguimos en el corralón dando cera a la instrumental que finalizaríamos a la noche y en la que pienso escribirme algo precioso que ojala grabemos esta semana santa que se presenta preciosa. A la vuelta a Salamanca tengo que avanzar cosas de Galaxies y Deep keepers, sin falta. 




Cuando estaba apunto de publicar esta entrada el sábado ya, casi sin pensarlo, porque el domingo se pudiese tornar feo, ocurrió todo lo contrario, y rematamos una de las semanas más bellas con otro de esos días increíbles. Y fue así porque se empeñó la gente, y nada más que la gente en que así fuese. Tomé algo con los viejos, la abuela, e Inma, y hablamos de la vida, mucho, y los niños jugaban en los columpios y mi primo Pablo me hablaba de todos los tipos de dinosaurios que existen y de como algunos tienen dos garras y otros tres, y de que le cambiaban los nombres según las épocas. Luego me vertió una cocacola encima y me dijo que le dijese luego a mis amigos que era cocacola, que si no se iban a pensar que era pipi y se iban a reir de mi. Más tarde pude dar uno de esos abrazos de los que siempre hablo que quiero dar y no puedo. No veía al cabrón de DF desde el año pasado, Junio, y poder pellizcarle, pegarle collejas, y discutir mucho sobre las vicisitudes de la vida, del rap, de las chicas y de lo mucho más inteligente que él que soy es una de esas cosas que me gustaría hacer a diario, pero que como no puedo, cuando lo hago, lo gozo como nunca. No tengo que venir aquí a decir lo mucho que supone ese cabrón para mi, el único que cantó en mi primer trabajo con todo lo que conlleva, con el que viví todo el año pasado en el NewPuti antes incluso de que fuese NewPuti, con el que comparto cosas que jamás podré explicaros. Sólo digo que no pude ser más feliz, y que me invitó a jugar al ajedrez con la rubia del miércoles, y a que me lea El arte de la guerra para la batalla. Para rematar, pude ver el partido ese de mierda o lo que sea, que paraliza el país, y lo hice con la mejor compañía posible. Los tres de la nochevieja universitaria se dejaron caer por la Vca, más Tomás, Cadaval y Fernin, al que no veía desde hacía años. MariÁngeles parece que cada día está más guapa y yo me siento increíblemente feliz de que esté al lado de mi amigo y a nuestro lado por inercia, me pone feliz tenerla cerca. Me pone contento achuchar al repeinado de mi colega, que ya recuperó el coche desde lo de nochevieja, constatar en directo que la vida le pinta bonita y que ahora con suerte nos veremos más. Me flipa tomarme cañas y montados en el Candi y que mi ciudad se me vista bonita pa' mi y yo le baile el agua y le mueva la falda. Señores, no puedo ser más feliz. Ah, y yo no pongo fotos de sexo y gilipolleces, siempre fui directo en lo que tuve que decir; apunten pues los que no lo saben, que parece mentira, ya que follar saben todos, mi ventaja está en otros puntos, va: yo hago el amor con las mentes, el sexo ya os lo contará mi chica, que ojala no tarde mucho en presentárosla, que ojala sea mi chica pronto, que ojala todas las mujeres sientan celos de ser ella.






Comentar también que hemos decidido que esta semana voy a pasar unos días en Madrid. Mi madre va a revisión con mi hermana, y no sólo tendré probablemente la oportunidad de hablar con Pancho en persona, cosa de la que tengo unas ganas insaciables y que con suerte podré relatar aquí, si no porque si todo marcha como es debido, veré a mucha gente que hace mucho que no veo y que quiero sobremanera. Pero todo esto prefiero dejarlo para la semana que viene, ya que no podemos estar hablando de futuras cumbres cuando aquí tenemos un valle precioso, y hay que saber disfrutar del camino en cada momento. 

Quería cerrar lo que para mi ha sido uno de los más bellos capítulos en lo que va de blog, cuando realmente pintaba duro tras cerrarse el ciclo en el Fabrés (y ojo, siendo consciente de que vendrán etapas de montaña pero, que las mismas siempre dejan las mejores vistas) con un par de  puntualizaciones y una reflexión. La primera, que esta entrada se ha escrito día por día, no he llegado el domingo y me ha la he escrito del tirón, y no he variado nada, según la perspectiva de los sucesos con el paso de los días, o tras haber visto según que cosas, lamento mucho que esta entrada tan preciosa escueza a gente, que seguro lo hace. Todavía deben muchos agradecerme lo que les he aportado en la vida, no sólo a nivel de gustos, si no todo lo que les he movido por dentro, y aquí sigo esperando. Cuando vengan, lo mismo la puerta está cerrada, porque yo no la tengo abierta para que los demás vengan a ella cuando vean que las otras puertas no son como estas. Y si lo saben y no vienen pues no es mi problema si les llena por dentro ser necios... Jamás negué la mano a nadie, ni un abrazo, ni un beso en la mejilla a una chica bonita. Yo siempre he luchado por lo que he amado, allá ustedes con sus reproches. La segunda, me gustaría dejar claro que ahora que este espacio es vox populi, voy a seguir llevándolo como hasta ahora, aunque diga algo feo o bonito sobre alguien que lo lee, porque es mi sitio, y aunque aquí todo el mundo es bienvenido, y si llegó hasta aquí fue o porque yo le dejé o por azar, no permitiré que se instaure la censura de mi pensamiento o sentimiento ni por un momento, nunca escribiré aquí nada para que alguien lo lea o para provocar alguna actitud en nadie; con todo y con ello, si queréis dejar huella en él, que algunos ya lo han hecho, se agradece, mucho, y se agradece más si dejáis constancia de quien sois, ya que, aunque tiene su magia el tener admiradores secretos (y grouppies), me gusta más saber a quien le escribo y saber quien piensa que sobre que, para serme más fácil contestar, que siempre lo haré. No quiero hacerme entender, si no que preguntéis las dudas... Y la reflexión, es la siguiente:

Para mi el sexto sentido es la felicidad. La felicidad, la iluminación, la realización, llámenlo como lo quieran. El problema es que está obsoleto. Cuando una persona se queda ciega, cuando toda su vida ha gozado de la visión, comienza a desarrollar el oído sobremanera, hasta agudizarlo a límites insospechados. Lo mismo ocurre a la inversa con el oído y la visión, y demás. Pues en la vida con la felicidad ocurre lo mismo. Parece ser que el sentido opuesto, que sería la no felicidad (que no el odio) o el porqué no se desarrolla, es en parte por el poco uso que le damos. Me explico. Las personas que centran su tiempo en el desarrollo de una disciplina o técnica mediante la constancia y el conocimiento de la misma llegan a potenciar cualidades hasta el extremo del virtuosismo. Para ello han debido otorgar prioridad plena y absoluta en sus vidas a ello, cosa que nosotros no hacemos con la felicidad. Dejamos que cualquier hecho merme el desarrollo de la misma, pese a que sabemos que no existe un estado de mayor exaltación y bienestar que el mismo. Lo digo porque otorgamos valor y prioridad a según que hechos o sentimientos que conseguimos en mayor o menor medida y según la consecución o no de los mismos ponemos nuestro estado de ánimo más alto o bajo. Sin embargo nadie se ha parado a pensar que la felicidad puede ser como un sentido, que está ahí, sólo que hay que saber y querer usarlo. Si tú no quieres mirar, basta con girar el cuello o cerrar los ojos. Si no quieres oler, presionas con el pulgar y el índice los conductos respiratorios. Si no quieres ser feliz, te excusas en cualquier hecho de tu vida que no place según tu antojo (otorgándole al mismo mucha más valía de la que realmente tiene) y a otra cosa. Personalmente, creo que no habéis aprendido a ver que la felicidad no es el traje que te pones los domingos, o que no debes de esperar a echar un polvo con tu pareja o tener un bmw para ser feliz. El culmen, o súmum, es cuando aprendes que todo lo que pasa en la vida pasa por algo, porque tiene que hacerte crecer, porque algo mejor vendrá, y porque hay cicatrices que son bonitas y que recuerdan bellas batallas, ya que todos sabemos que el sabor de la victoria se aprende en la derrota. Cuando estás en este estado, cualquier tara de la vida se afronta de diferente manera, y cualquier alegría hace que entiendas el sentido de la vida. Yo lo he experimentado, que no quiere decir que sepa como mantenerlo, ustedes están en ello. A los de mi alrededor, descuiden, se lo voy a poner fácil para que vean lo bonito que es vivir, ah, y ya que tienen esta suerte, no duden en ponérselo fácil a los suyos. Espíritu, señores, espíritu.


Aquí estoy bien, todo lo que quiero está aquí, siempre imaginé algo así, ya saldrá el sol por donde tenga que salir, día soleado o gris... No me importa na' a mi.

Khris RH - Lyrical gunshot

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