9 jun 2014

Capítulo 39: Good to be home

No siempre que he escrito desde la mea tierra lo he hecho con un estado de ánimo que facilitase que todo fluyese como es debido. Supongo que será por todo lo que implica el pasear por estas calles, y, sobre todo, cruzar miradas con tus paisanos. Pero esta vez no ha sido así, supongo que es porque hay cosas que celebrar (incluso antes de que estas sucediesen). El domingo pasado estaba comiendo con mis padres en Béjar, como es costumbre siempre que volvemos de Salamanca, con unas vistas bonitas, y con esas charlas con los viejos que pocas veces se tienen, poniendo un poco sobre el tapete todas las cartas, como se plantea el futuro, desde el más cercano a ese que se otea a largo plazo, y de como va siendo y encontrándose uno. No es que en mi familia hayamos sido nunca de dar para recibir, pero es un sistema de funcionamiento que se ha instaurado sin darnos cuenta y la verdad es que para nada es conveniencia, si no una metodología que ayuda a que el estado de ánimo de todos sea elevado y con ello sea mucho más fácil que todo vaya sobre ruedas, ya que te nace, no lo haces porque vas a recibir un beneficio. Si encima, los resultados acompañan, se puede decir que se ponen pequeñas farolas en el camino que vas recorriendo, cuando creías que te tocaría caminar a oscuras. 

El verano pinta bastante bonito, y es un grito que se puede dar a viva voz sin temor a equivocarse, y para nada lo esperaba después de lo acaecido últimamente. Pero supongo que esto es como el karma, que viene y que va, como que las letras de mi camiseta de Rakitic de Croacia sean azules y no blancas, no creo que sea azar... Así que supongo que me merecía una alegría, y a falta de una, llegaron dos. La que llegó en segundo lugar se supone debería ser la primera en cuanto a orden de importancia, pero como ya sabéis yo funciono un poco diferente al resto de la gente y mi escala de prioridades dista mucho de las convencionales y, probablemente, deje bastante que desear... Lo que quiero decir es que aprobé, aprobé de una puta vez y, a falta de las fct's (que ya tengo el papel y debo de averiguar ahora el tema de mis prácticas), soy casi, casi, operador de cámara y fotógrafo semiprofesional. Choque de codo ¿que no? Se supone que estas cosas de estabilidad y tal le hacen a uno más sexy respecto a la gente madura y eso ¿no? ¿o como iba la vaina esta? Yo siempre he ido desfasado, la verdad, aunque tampoco es que me importe. Me he alegrado más por mis padres que por mi, lo juro, a mi esta mierda del trabajo y los títulos y tal me importa una mierda, y no me reportan felicidad alguna, pero se que hay gente para la que es importante y que son como llaves para el día de mañana así que bueno, lo dicho, paz para mis viejos que tienen algo que se merecían por mi parte desde hace mucho. La segunda noticia es que he contado con el beneplácito de mis parientes más cercanos para poder adecentar a mi gusto el trastero de uno de los patios de casa, y poder instalarme ahí de manera definitiva. La ventaja principal de este pequeño habitáculo es que es un sitio donde no molestamos a nadie, y que tiene las dimensiones perfectas que necesitamos para poder grabar, ver películas, tomar cafés, escribir, y, en caso de ser necesario, hasta practicar sexo de manera cómoda (y segura). Ha tenido mucho curro la jugada, la verdad... Sacar toda la artillería pesada anticuada fuera, subir la morralla a la azotea para meterla en la buhardilla, limpiarlo todo bien, ordenar las herramientas y estantes del otro trastero (las gallinas que entran por las gallinas que salen), pintar los muebles, pintar el cuartiche, limpiar otra vez más, hacer labores de bricomanía, tirar basura, ordenar y volver a ordenar, decorarlo, llevar todo el mobiliario... Pero merece la pena, de sobra. Cuando te tiras en el sofá por primera vez mientras suena el disco nuevo de Blu en el nuevo 2.1 y el bajo te acaricia la espina dorsal mientras te bebes un zumo de frutas del bosque no envidias a nada ni nadie, y estás en paz (el buda sonríe desde el palco), y no necesitas ni playa ni perro, ni chica (aunque tengas ganas), ni sueldo, ni fardar, ni escupir, no necesitas nada, sólo el alma viajando a la velocidad de la luz por el cerebelo. Hay que buscarle un nombre, y bueno, todo aquel que quiera participar y/o se vaya aprovechar de ello en cuanto a grabaciones y demás se refiere, puede participar en una hucha que hemos colocado. La primera compra serán los paneles para insonorizar, y la segunda un par de cascos senheisser, que hacen falta, y después vamos viendo... Una vez consiga un repetidor me instalaré allá definitivamente. Además, he intentado hacer un síndrome de diógenes emocional de él (lo que intenté con la vitrina del New puti en Slm), y, por momentos, lo voy consiguiendo. 


























Por lo demás, Villafranca se muestra elegante y tan autóctona como siempre. He echado un par de pachangas de  tenis con don Garrido, lo cual será la tónica de este verano. Tengo que mejorar el drive, pero me muestro potente con mi juego directo de saque y volea. He empezado a leer Guerra y paz de Lev Tolstoi y me flipa como escribía ese hijo de la madre Rusia. Sabe como utilizar palabras muy cultas sin parecer excesivamente pedante ni rimbombante. Te conduce de una manera sublime mediante el uso de conversaciones a debates morales tochos, y zurra que te zurra con la metáfora. Un placer. Aunque, de momento, me quedo con mi amigo Fiodor Dostoievski (Anton Chéjov un poco más atrás)... Además, tengo encargados dos libros, que llegan la semana que viene, y que estoy deseando presentaros. Como rico del puchero y de la fruta, tengo cartas de esas de cualquier tiempo pasado fue bello, adicto como al caballo a dormirme entre su cabello... que no leo, por lo que pueda pasar. También tengo mi cama, que es más cama por ser mía. Una azotea que soltará humo llegado el momento. Fanzines de cultura que hablan de fútbol, fanzines de fútbol que tienen más de cultura que de deporte. Y se va viniendo el mundial...

Y no he escrito. Nada, desde que he llegado, sólo ideas. El domingo eché la tarde con DF, Gonzalo e Isa, tomando un café en el trastero. Y se veía bonito el futuro. Hablando con Threes, vislumbramos la posibilidad de dar el puño definitivo en la mesa. Hacer más seria la movida de 13km, tanto a nivel musical como de merchandaising (siempre para los nuestros), como de hacer cosas, más en serio, más a fuego, de verdad, empezar a ser una crew. Y si todo va como es debido así será. Seremos los que tengamos que ser, y abarcaremos todo aquello que se pueda. Todo serio. Se le ofrecerá al que se le tenga que ofrecer, tanto como por obligación en unos casos, como por gusto en otros. Nunca por necesidad. No vamos del palo. Y entonces, empezaremos a disfrutar sin tanta tara. De momento, a eso de En busca del tiempo perdido se han unido un par de nombres de la casa, y en esos nos quedaremos. Se va viniendo suave y ni está Galaxies fuera, pero yo se lo que me digo...

Vera - Ahora o nunca

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