4 ago 2014

Capítulo 47: Aún

Mi corazón, es un tam tam, una postal desde Idahoo (...) Ven siéntate ¿de donde sales tú?


Bonito es cuando a uno mandan achuchones y besos, bonito es cuando no ponen la cantidad y uno puede tomarlos a su antojo y darse barra libre, bonito es cuando queda puesto en físico y uno puede tirar de ello todas las veces que quiera. Cierto es que mi colección de postales no es muy extensa, pero aparte de gustarme mucho el hecho de que todas las que tengo pertenezcan al género femenino, me llena mucho que cuatro chicas son las que han tenido este detalle conmigo. La primera de ellas fue mi prima Raquel, que después de su crucero el verano pasado decidió elegir Budapest como pica en el mapa para acordarse de mi y firmar con una amenaza para que no volviese a dar sustos como el de la bipolaridad. La segunda fue Marina Sir, que si buscáis capítulos atrás, podéis ver que cuando fue a Barcelona a ver a Beyoncé o Rihanna o alguna negrina de estas monas se acordó también de mi, y firmó con lápiz y con tinta. La tercera en discordia me ha deleitado con su presencia esta semana, y se vino a cenar conmigo y a echar una noche para que el tiempo se volviese a pasar volando, como el que no quiere la cosa, como cada vez que se goza de buena compañía. Ella eligió su lugar de residencia para mandar una bonita instantánea y es que, si bien en Córdoba se dice que están las mujeres más bonitas de España, ella ha ido a hacerles la competencia de una manera brutal, y apuesto lo que sea a que les gana de calle. Y no podía faltar en aquesta mi colección Cintia porque si no Cintia, no party, y si no party pues como que la vida en blanco y negro no mola tanto. Cuando llegó mi hermana con el sobre no lo esperaba, pero cuando pude leer el remite se me dibujó una sonrisa de oreja a oreja bien grande. Berlín es un sitio genial para tener una estampa, sin duda. Fue leerla y recordar de un plumazo todos los capítulos del blog de este año, las fotografías de la sesión, el grupo de trabajo, todo. Me alegró que me llegase también por el hecho de que se (como ella ya me había contado) que se ha ido a pasar unos días con los rubitos estos del norte de Europa y porque se que volverá con las pilas cargadas, bien contenta y con un montón de fotografías que ni tú ni tú ni tú tenéis ni pu-ta idea... Já. Se me va a haciendo larga la lista de deudas, y a mi que me mola, aunque si lees estás líneas, que se que sí, que sepas que todavía me debes las fotografías para Galaxies y que cuento contigo. Resulta por otra parte curioso a la par que paradójico, que unos capítulos atrás hablase de ese pequeño hilo que lo une todo, que, si bien es ínfimo, es lo suficientemente estable como para soportarlo todo. Me refiero a cuando os hablé de lo de que la chica rubia aún estaba en lista de privados, y que aunque ya no tuviese relación con Carlos, aún tenía aquí la botella que me regaló en navidades firmada por él. Para que no se diga, esta estaba en una situación privilegiada, en el estante que sustentaba todos mis libros, haciendo de contrapeso. El caso es que, por devenires del destino, el estante cedió, pudiendo casi causar mi muerte (hubiese sido muy gracioso) y se cayeron todos los libros, el inciensario y demás elementos que allí se encontraban... y la botella. Obviamente no hace falta decir que se rompió. No seré yo el que vuelva a decir que las cosas pasan por algo, porque no me gusta ser redundante, al menos no en exceso, pero sin duda todo tiene su análisis e interpretación. Aún así, mientras recogía los cristales, me acordé de muchas cosas que ahora andan lejos, volví a echar un ojo a esto y lo que fue tiempo atrás, y vi que lo que fue es y será, y más las cosas bonitas y que importan. Una botella siempre se puede comprar, pero, la verdad, es que, de momento, ya no hay botella.













Como leña al fuego que se consume se podría decir que ha caído este libro en mis manos. Acertó la abuela sin duda, como casi siempre suele hacer, cuando tuvo este pequeño detalle conmigo. Por norma, leer un libro de autoayuda de manera literal es algo así como masturbarse con la mano envuelta en papel de lija, sabes que está guapa la masturbación (en este caso el libro) pero no lo ejecutas de la manera correcta y produce de todo menos placer. Aún así este texto está desarrollado de tal manera que podría ser útil hasta a todo aquel que no ha agarrado libro alguno en su vida. No hace falta ser ningún lince para apreciar que si sigues las pautas de conducta que se marcan, consejos, y guías, el nivel de vida y de energía en tu vida aumentará exponencialmente. El problema, radica, como casi siempre, más en la forma que en el fondo, ya que el agua es tan cristalina que este se puede apreciar sin margen de error. Por tanto, debemos de encontrar el método, o la forma, de ejercer por voluntad esta serie de conductas. Es complicado si no ha existido en tu vida un chispazo, un punto de inflexión, alterar el rumbo de la misma por arte de birlibirloke, más aún cuando la sociedad y el ritmo de vida te empujan directamente a todo lo contrario, pero no es menos cierto que es de los pocos métodos (por no decir casi el único) de llegar al día de mañana con la tranquilidad de tener la certeza de lograr estar en paz con todos los ámbitos y niveles de tu vida. No se puede empezar a andar sin saber gatear, morder sin tener los dientes de leche, no cabe duda, pero sin duda, quien tiene una meta, encuentra el modo. Probablemente por condicionamiento propio comience a cambiar paulatinamente algunos puntos de mi vida que pueden y deben mejorar y que no me costará en exceso llevarlo a cabo, como también es probable que adopte otros que conseguiré pese a su complejidad no ya por cabezonería, si no por convicción. No voy, ni quiero por otra parte, a convencer a nadie de nada a estas alturas, pero aunque a veces me veáis dubitar, no dudéis ni por un instante que todo este viaje, y todos estos paisajes, están siendo preciosos, y se ven mejor sin filtros ni gafas. Yo os dejaría a todos mis ojos para verlo, a todos menos a la niña de mis ojos, por supuesto.














































Dejad que los niños se acerquen a mi. ¿Os gusta mi nueva crew? Chicas pachangas más salás' vamos a echar ahora que tengo un equipito de fútbol competente. Señaladas fechas es lo que tienen, que todos acuden al nido y es fácil juntarse. Si es en torno a una piscina, con cerveza fresca, unos buenos aperitivos y con unos tíos modernitos que se saben algún que otro buen chiste, pues mejor que mejor. Contar con el canijo de Pablo ya te asegura que tranquilidad y aburrimiento no van a pulular por allí, y todo gana en interés cuando se arranca por los cantes jondos y nos deleita con un par de rancheras. Ojo, cuento con documento gráfico de esto, pero no lo voy a compartir con ustedes de momento porque tengo un par de ideas y sitios donde sin duda no van a desentonar, y mejor que pille de imprevisto. Ay Jalisco, Jalisco, Jalisco, no te rajeeeeees, tu tienes tu novia, que es Guadalajara, muchacha bonita, la perla mas rara... Andaban todos por allí, a excepción de tío Pepe y sus dos mozas, a los que echamos de menos, lo cual aseguraba un buen rato con esta pandilla de cabrones a los que les tengo bastante perdida la pista. Se animó hasta el viejo, que ya es novedad en este tipo de reuniones que no son santo de su devoción (ni muy de la mía, la verdad, pero de vez en cuando, y sólo en esos casos, se disfrutan). Aprovechamos para comer, ponernos al día, picar un poco a la vieja más vieja y que más queremos por aquí y refrescarnos un rato. También enseñé a nadar a mariposa a Pablo y comenté un par de jugadas con los tíos.


Todo cambia cuando te encuentras con el cielo clareando un domingo, pinchado a la puerta de la discoteca de tu pueblo esperando a que salga el resto para volver a tu morada, mientras te miras las bambas y oyes de fondo el "pakatá pakatá, el caballito de palo". Quizás no todo cambie y sólo sea que adquiere otra dimensión. Mira a tu alrededor y llora, dime ¿que cojones se valora? que diría alguno. Yo miré a mi alrededor y sólo vi a Garry y por suerte a día de hoy eso no es poco. Me vi reflejado en la luna negra de un coche con los cristales tintados y me dije: tranquilo, todo llega. Agaché la cabeza y desfilé hacia el coche. Recordé un par de charlas que tuve durante la noche. A veces me cruzo con gente que me dicen eh, está guapo eso que escribes, pero no he entendido nada, canta algo más alegre, menos denso. A veces me cruzo con gente. Llegué a casa y no me arropé porque quizás hoy no me lo merecía. Sonó el despertador de mi hermano. Aquí hay algo que no me cuadra, pensé. Y así era, encendí la luz y cerré el tercer cajón de la mesilla. Luego me dormí. Esta semana no tengo ganas de que tengáis ganas de estar conmigo, no se si me explico, he aquí uno en potestad para decidir cuando hacerlo bonito y cuando no. Siempre nos quedará París.


Het VerZet - Make it bang!


6 comentarios:

  1. Como me conoces truhán!
    No se me olvida :)

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    Respuestas
    1. Te conozco tan bien porque me conoces bien, no había otra fórmula. Muchas ganas de verte y achucharte, yaaaa sabes. Te quiero tú.

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