25 ago 2014

Capítulo 50: El aburrimiento de hacer pie

Chris solía obtener excelentes resultados en casi todo lo que se proponía. En los estudios, sacaba sobresalientes sin esforzarse demasiado. Sólo sacó una nota inferior a notable en una ocasión: un insuficiente en física, cuando iba al instituto. En cuando vio el boletín de notas, Walt concertó una cita con el profesor para averiguar en qué consistía el problema. «Era un coronel retirado de las fuerzas aéreas —recuerda Walt—. Un hombre mayor, tradicional, muy rígido. Tenía más de 200 alumnos y al comienzo del semestre había anunciado que los trabajos del laboratorio debían presentarse con un formato especial para que le resultara más fácil corregirlos. Chris pensó que la norma era una estupidez y decidió hacer caso omiso de ella. Hizo sus trabajos de laboratorio, pero no los presentó con el formato adecuado, y el profesor lo suspendió. Después de charlar con él, volví a casa  y le dije a Chris que tenía la nota que se merecía.»

Estoy totalmente de acuerdo con aquello de que el consigue ceder es más fuerte que el que no se doblega y se da de cabezazos contra los molinos, siempre y cuando sea un acto voluntario y que conlleve una renuncia, ya que hay personas que son débiles y ceden por naturaleza, lo cual carece de valor y mérito, por lo que sigo dando gracias por no tener carácter endeble y mostrarme indómito ante su teatro. Aún así, tomando perspectiva, lograr la paz no consiste en transgredir con continuidad ante cada situación que se nos presente en la vida, que hoy en día es incluso más complicada (no tanto en cuanto a comodidad, si no a moralidad) de lo que era antaño, si no en intentar colocarse uno ante la menor cantidad posible de circunstancias en las que por h o por b se le obliga a comulgar con una serie de principios y valores con los que no concuerda. ¿Como podría uno vivir acorde a una serie de normas, ya sean de obligado cumplimiento legal o supuesto cumplimiento ético, cuando sabe a ciencia cierta que no es la manera correcta tanto de vivir como de enfocar la vida? Yo, desde luego, no estoy dispuesto a pasar por el aro, y, aunque no cabe duda que aquel dicho que reza que 'si no puedes con tu enemigo, es mejor unirte a él' es totalmente cierto, yo prefiero no tener que encararlo, ni alistarme en sus filas, si no rehuir una confrontación en la que no hay nada que ganar y aunque tampoco hay mucho que perder, al menos de cara a la galería, supone una continua mancha en las hojas de pergamino que establezco como cuaderno de ruta, y, si bien dejan leer el mensaje con nitidez, siempre fue vox populi aquello de 'bien está lo que bien parece', y a mi las cosas que deben de ser vírgenes, me gusta que luzcan impolutas. Quiero decir, soy una persona bastante crítica con los que me rodean, no por elección, si no por convicción, pero no es menos cierto que soy mucho más crítico conmigo mismo, independientemente de que el resultado del método que ejerzo sobre mi persona para curtirme sea del agrado de aquellos que tienen que convivir conmigo.  Es por ello, que cuando el destino o lo que fuere intercede para que se cruce en mi camino alguien con quien congenio tanto en pensamiento como en pautas de conducta, se crean una serie de lazos que no ya es que no se puedan romper, es que no se pueden ni desatar. Uno consigue la autodeterminación cuando su único juez es él mismo, cuando no permite que un dictado de códigos legales ni el yugo de la crítica de los que le rodean ejerzan presión sobre su marco de actuación. A falta de obtener la autonomía económica, que espero que sea posible pronto, que no me ate mucho los pies y las manos y no sea en detrimento de otras fronteras que ya poseo, se puede decir que consigo a pasos agigantados un albedrío en el plano en el que se sustentan los vínculos personales, emocionales, sentimentales y traducir todo esto en una serie de hechos. No me apetece el palmeo y la jarana con la que acompañáis vuestros discursos, el jaleo y la jauja que se producen cuando toca sustentar con hechos lo cimentado con palabras, acompañar con certitud eso de yo es que soy diferente. Todos somos diferentes, señores, sólo que algunos somos más diferentes que otros. Conmigo no cuenten. Ah, y que guapa es Alessandra Mastronardi.







Poco hay que narrar sobre lo que atañe a esta semana. Son de esos días que sirven de ligamento entre periodos y etapas. Tiempo, señores, denme tiempo. El 'aquí y ahora' es para los diligentes: después de todo se que nada es permanente, y que al impaciente se le olvida la miel del presente... Estos días los he gastado en divertirme jugando a voley playa, disfrutando de la lectura en InVastam, del fresco de las noches. Tomar unas cervezas con Marina y MJ y un café con Juanmy se ha convertido en un ritual que uno celebra con dicha y alegría siempre que se puede, y siendo consciente de que será complicado a partir de ahora disponer de estos momentos con asiduidad. Comenzó una nueva temporada sacando a relucir las carencias que posee el equipo que ha quedado mermado por las ventas de sus principales activos, el cuento de nunca acabar cuando formas parte de un sistema en el que no se estila lo de partir en igualdad de condiciones. Y si, no es mentira que hay equipos con menos recursos que nosotros, pero no es menos cierto que nuestra pasión no depende de resultados, por lo que cantaremos y batiremos palmas pase lo que pase, y silbaremos cuando haya que silbar. Sevilla, orgullo de Nervión... Y poco más que hacer por la villa, sin que todo esto sea poco. El documental del domingo a última hora sobre Cortázar que echaron en la2 me salvó la vida por momentos, los sábados son de Kédate en tu keli o en su defecto vete a ella pronto (citar la charla que tuve con Eva y que no puede ni debe caer en saco roto) y el sol se pone por donde siempre. Estoy limpiando las botas de polvo, se avista cada vez más cerca la siguiente montaña, en la cumbre de aquesta que estamos coronando, y que no podíamos ver dada la altura de esta última. Y así con todo. De esas que palpas la energía y sientes que algo se viene, y te dejas suave como la arcilla para que todo te moldee. No soy el novio que toda chica desearía, soy el yerno que toda mujer querría. 

Por nada y por mucho menos de eso cambiaría el topicazo de 'me gusta ser yo mismo', en verdad si lo fueras no ficharías al resto, estarías como yo muriendo de pesimismo. Lo justo y necesario para seguir latiendo el resto me lo arranco o me lo invento por seguir extraordinario atento sigo al tanto por si las cosas se tuercen no doy mi brazo a torcer, hago que algunos me recuerden. 


Sean Paul - Punkie 


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