2 feb 2015

Capítulo 73: La del perro

Llego Enero y pasó, como pasa una señal de tráfico, en esas carreteras del diablo, donde a veces aún me siento como un burro amarrado a la puerta del baile... Llegaron años nuevos que pasaron como vidas de monjes en monasterios (...) Llegó un viento del sur, tú venías en él, venía tu calor, y lo que fuese caló, llegabas envuelta en un resol, a este vertedero de sombras, donde a veces nos empantanamos llegaste en una luz, tú...


Hace un par de capítulos os enseñaba un sms en el que mi mejor amiga se congratulaba por el hecho de haber podido vernos tan pronto en esta entrada de año, ya que llevábamos mucho sin poder disfrutar el uno del otro, y emplazaba al deseo y un poco a la suerte eso de vernos con cierta regularidad en tiempos venideros. La providencia ha dispuesto que antes de terminar Enero, ese mes que pasa mientras terminamos de escribir los propósitos y nos equivocamos al poner la fecha en todo documento que redactamos, haya podido disfrutar de ella en una ciudad que a menos que algo o sobre todo alguien lo remedie, pasará sin pena ni gloria por mi vida. Y pasear con Laura es una de esas pequeñas cosas que justifican las penurias de la existencia, esos detalles que empiezas a apreciar cuando dispones pocas veces de ellos y cuando el tiempo avanza y empiezas a valorar lo realmente importante. Como ya he dicho otras veces, apenas tengo que expresarme con ella porque me conoce mejor que nadie, lo que pienso y lo que siento, por lo que sólo nos ponemos al día de los acontecimientos que van teniendo lugar y los analizamos con perspectiva, para después desnudarlos por completo, romperles la máscara, y quitarle toda seriedad a los mismos con ingentes dosis de ironía, sarcasmo y humor. Es una de las mayores suertes que he tenido en este camino y lo único que me duele es no poder tenerla más presente físicamente en mi vida, porque espiritualmente nunca deja de estar. Con eso y con todo nos fuimos a tomar unas ricas volldams al único sitio decente de Mérida que conozco, a hablar de lo mucho que están cambiando las cosas como proceso vital individual y como están cambiando las cosas como proceso estructural social, y lo inalterables que nos mantenemos nosotros frente al cambio, que tanto promoví y promuevo. Cambiando sin cambiar, ya sabéis. Y volvimos a estar de calle y en pijama, a recordar todas las batallitas que ya tenemos en nuestras espaldas, y a hacer que le piten los oídos a media población mundial. Vuelve pronto tú, lo más pronto posible. Hoy brindo por ti y por todas las que quedan.


Juré jamás pensar en balas en mi cabeza, aunque no vuelva a creer en la chica que me besa... La vida pesa y mata como la prisa, yo soy la ceniza de hierba Tailandesa. Sueños sabor a fresa, que funcionan a pilas, aprendí con los eskys, no con Brando ni Dylan. Rap infinito desde el fondo del cajón, como el llanto de los niños rotos en su habitación. Yo vivo mi canción, real como la envidia, la que enseña a escapar en chandal y zapatillas... Al borde de una orilla donde brille mi ausencia, tú regaste el amor con el sudor de la inocencia. Así estoy, sólo voy flotando solo, haciéndolo tan fuerte, que me escuche mi cielo, balas y caramelos, no sé si Dios nos odia o tal vez nos confunda con una última novia...

"Los hay que me llaman astroboy, las hay que me llaman ex novio pero yo no tengo ex novias ¿ok? Sólo conocidas que son viudas de prototipos míos menos perfeccionados que el de hoy". A esta hora hay un grupo de personas que reciben una remuneración por parte del estado el cual me roba a mi previamente mediante impuestos trabajando para decirme en que niveles oscilan según que enzimas en mi cuerpo y en base a eso ejercer un juicio sobre mi salud mental. Mi vieja ha aprendido a hacer una receta nueva y probablemente esté dando la lata con ella hasta que se le pase la novedad. Al menos esta me gusta. Hay gente que es capaz de dar besos con tal de practicar sexo, lo juro, les he visto la cara y a mi no me pueden engañar. En casa hay un brasero nuevo. Se ha ido uno de mis compañeros de piso de Mérida y ha llegado una compañera nueva y yo como el que oye llover, aunque esté buena. Tenéis al mundo subexpuesto y no le habéis hecho el balance de blancos, por lo que creo que se van a establecer interferencias cada vez que establezcamos un trasvase de información. Me he comprado un libro de Krishnamurti, y tú llevas sin comprar un libro desde la última vez que tuviste que hacerle un regalo a ese amigo o amiga tuya que no te cae muy bien. Quizás no te cae bien porque lee libros. Los documentales de la dos cada vez me parecen más increíbles y ya no le llevo la contraria a mi viejo cuando se pone a hablar de lo rápido que va el mundo, y eso me da miedo. En el bus ya no se montan chicas bonitas. Ya no me vengo en bus a Mérida. Vuelvo al pueblo cada fin de semana y parece que le han pasado por encima veinte años. Quizás al que le han pasado veinte años es a mi. Mi rap está fuera de control como mi barba. Puedes creértelo o no: ahora puedo volver a escribir. Todo el mundo debería tener el "Asylum speakers" a mano. Estoy dejando a mi jardín aguantar el invierno y he vuelto a ver Hacia rutas salvajes, nada puede salir mal. Y recuerda: What goes up, must come down.

Acepten el hacer daño como un arte, aprendan a pasar con pena o gloria por la vida de quien les importe, a veces me da la impresión de que el karma no existe, la gente está empeñada en no perder el norte y al culparte y olvidarse de uno mismo lo llaman civismo, menudos ignorantes, permanezco distante, tormenta mental que no tiene pinta de amainar ¡protégete! 

BlabberMouf feat EllMatic -  Come correct


Apología a la arrogancia, soy el ejemplo viviente de que existe la diferencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario