4 may 2015

Capítulo 86: Madrid no fame

Madrid es una tenia, una garrapata. Madrid te saca de contexto con una bofetada de la que vives convaleciente durante un largo periodo de tiempo con un jet lag que lo desvirtúa todo. A mi me deshumaniza y me da fiebre, me aturde. Todos aquellos que somos especialmente sensibles o vulnerables a las influencias externas acabamos totalmente desorientados cuando de repente recibimos tantas que nuestro proceso cognitivo común para asimilarlas, interiorizarlas e interactuar con ellas se bloquea y quedamos expuestos sin defensas a la vorágine que supone un ecosistema en el que se vive excesivamente rápido. El skyline se asemeja al gato mecánico que sujeta fuertemente el bloque macizo sobre el que vamos a trabajar y que oprime mi cabeza como si tuviese los dos extremos del mismo rodeándola y cada uno de los habitantes de la urbe diese un giro de tuerca a la palanca de este, hasta que la presión remite en mi una jaqueca que me inhabilita como ser humano. La experiencia se puede equiparar a la de cambiar a un animal de hábitat, o a un ser humano de continente sin las herramientas necesarias para poder comunicarse con fluidez en un lugar donde parece que todo el mundo está jugando con unas reglas distintas, aunque al mismo juego. Madrid te aporta perspectiva, te recuerda que no eres nadie, que existen demasiadas personas en el mundo como para que a nadie le interese lo que piensas, lo que dices, lo que haces, que te duele o si estás triste... ¡sorpresa! Madrid ya no es lo que era, cuando te paras te miran de otra manera. Ni siquiera pude pararme a ayudar a la loca de la carpeta. No dejé ninguna de las muchas pegatinas de mi grupo y de mi crew que me llevé porque había demasiados stickers, y para encontrar un sitio decente hubiese tenido que pisar los de otros, viéndose la mía expuesta a ser pisada. Quizás simplemente no las dejé porque hubieran sido una más, porque nadie se hubiese parado a mirarlas porque hay tantas como para no pararse a mirar ninguna, como un campo de flores del que si no te alejas no puedes disfrutar, como comer todos los días jamón, como jugar la Champions todos los años. A mi me gustan los que siguen las señales, las pistas. Cuando alguien busca el origen de las cosas, cuando en vez de andar hacia adelante, desandamos lo que otros andaron para llegar hasta ellos. Antes de aprender, desaprendí. Antes de volver a llenarme de algo o de alguien, hice hueco, por eso siempre me vacío en cada cosa que hago, por muy pequeña que sea. Sobre todo en las pequeñas cosas. Por eso si levanto la vista del libro en el metro para mirar a una chica es para no apartar la mirada, para sonreír a bocajarro aunque se baje en la siguiente estación. Aquí pasan todos los buses menos el mío, que me lleva a tu barrio, sin ti pero siempre contigo. Sin ti pero siempre en ti. No saqué la cámara de fotos. No inventé en mi cabeza historias de cada una de las personas con las que me cruzaba. No me senté en el metro. No me enamoré. No me enamoré, ay. Quiero decir, no me enamoré anónimamente, y eso si que es triste. El yugo que ha ejercido esta vez la capital ha pasado más factura del que solía pasar. Pero no pasee los pies descalzos porque tenía zapatillas nuevas, una mochila que es el bosson de Higgs y una camiseta de A tribe called quest. Yo que pensaba que alguien bailaría conmigo el Got til it's gone... Pero bueno, soy un luchador idealista y soñador lo suficientemente loco como para que nadie me derrumbe mis castillos de arena, mis castillos de naipes, mis castillos en el aire, como para bailar sólo si es lo que requiere el guión, para ser Andy García en Lost city, con una percha que no es la mía, por ti seré eterno manantial... Al menos no me llaman por mi nombre de pila. Hacia todas partes voy. No podéis verme, mis sombras están pisando a las vuestras.


Cristalizo los recuerdos en el pecho que alimentan al gusano de mi estómago, le pedí a dios que mi dos venciera a tu as, no hay juego por encima de las reglas. Es la enseñanza del discípulo, el aprendizaje del maestro, el infinito que me espera me parece escaso, eh chacho, la hipérbole no crea el exceso.

A mi me gusta tener faros y que estos sean personas. Uno antes de salir de viaje hace marcas, y siempre apunta donde debe de haber luz por si cae la noche, poder seguir caminando. La luz siempre te la suele dar aquel que en mayor o menor medida, es como tú. ¿Se acuerdan de la chica que hablé en el bonus track del Fabrés? Aquella que dije que me hubiese molado mucho conocer más profundamente pero que váyase usted a saber porqué no pudo ser... Pues la vida siempre te da treguas. Siempre. Y si no te las da, la coges por el cuello y se las robas. Yo soy muy de eso. El caso es que nada más saber que iba a Madrid le escribí a esta cosa que es como los buenos perfumes, se vende en tarros pequeños. Venía to' macarra y se había puesto sus gafas de sol para sacar a relucir su chulería madrileña, y muy guapa, pero eso no es novedad. Le sienta bien bonito el pelo largo. Eché toda la mañana con ella y se me pasó como suele pasar con estas cosas, casi sin que me diera cuenta, pero tuvimos tiempo para poner todas las cosas que estaban desordenadas en su sitio y hacer un buen repaso de estos dos años que ambos pasamos por Salamanca. También nos dio para recordar a todos esos que andan lejos y a prestarnos un poquito de yodo para las pequeñas heriditas que tenemos ambos. Parece que cuando alguien te sopla y tu le soplas se curan mejor. Lo demás se queda entre nosotros (¿ya me estáis siendo mal pensados, eh? si sabéis que yo os lo cuento todo). Espero que no pase tanto tiempo en volver a vernos, como espero que la vida le vaya tan bonita como su sonrisa. Decidme que no.



Y ya que voy a Madrid termino de quedar con todas las chicas guapas que conozco (o al menos con las que me contestan al teléfono). Yo soy muy de saldar deudas pendientes y no podía pasar de este año eso de conocer a esta chavalita. Los primeros encuentros tienen esa magia que tienen las primeras veces, y ese tipo de cosas que te mueven la barriga aunque sea una mijina que bien merecen la pena. Me gusta Mónica porque te mira a los ojos cuando habla, porque ve la vida bonita y porque me trae chucherías y chocolate. No, cabrones, no soy materialista, lo decía porque esos detalles son de alguien que me conoce mucho mejor de lo que os podéis pensar. Yo como soy un caballero también le lleve lo que se les lleva a las señoritas en las primeras citas, una joya. Se que sabe apreciarla igual que yo, si no de que. Para seguir con la costumbre, todo lo demás queda entre ella y yo, y no será la primera vez que esto pase, acuérdense. Merci por la mañana y por todo eso, ya sabes. 


La capital es de lejos el sitio donde más gente que quiero se aglutina, y para colmo estos son de los que quiero mucho. Tengo a tres pedazos de personajes con quien comparto lazos que no podéis abarcar bien, anclados en el centro y la periferia. Quedar con Tony es tan complicado como que consigan demostrar todos mis crímenes de guerra. Tarea ardua difícil. Aún así lo conseguí. Logramos arrancarlo de sus quehaceres aunque fuese un ratito para darle uno de esos abrazos en los que tengo que ponerme de puntillas. Y luego ya a abrir los oídos, porque es de esas personas de las que siempre tienes que aprender y que tienen mil historias y batallitas que contarte y en esos casos es mejor ser esponja. Me puso al día de todo lo que tiene en la cocina, de como le va la vida y yo pude darle pegatinas, de esas que siempre me da él a mi. ¿Que más se puede pedir? (¡puedo pedir recuperar la foto que nos echamos en ese garito tan guapo al que nos llevo!). Pero no fue al primero que vi. Y es que lo primero que hice nada más llegar a Madrid fue sacar un billete para Aranjuez (pese a las horas de bus que llevaba encima) para achuchar a Rafa e irme a entrenar a tenis de mesa a su club. De lejos es de los mejores ratos que he pasado allí. Disfruté como un enano viendo la caña que le dan, lo duro que entrenan y lo que me queda a mi para alcanzar ese nivel (que no duden que lo alcanzaré). Creo que no me cabía la sonrisa en la cara con la pala en la mano. Lo que si me cupo después es una cerveza mientras hablábamos de fútbol, de música, de rap, mientras hateabamos y mientras veíamos que nos faltaría mucho tiempo para tocar todos los palos que teníamos que tocar. Por eso quizás volvimos a vernos, esta vez con Luna, que yo no se como lo hace pero cada vez que nos vemos está más guapa (si es que es posible). Fuimos a un centro comercial a tomar un café (me querían llevar al ikea los muy cabrones) y echamos la tarde como se echan las tardes entre gente con la que siempre estás en confianza, con gente que te quiere como tú a ellos. Y me quedaba el cabrón más grande de todos, al que también vería por partida doble y el que me hizo ir más cargado de la cuenta a Madrid, pero venir igualmente cargado. Mi compae' de rimas y que se empapa en alcohol por él y por mi me esperaba en sol igual de blancata que siempre y con un acento al que se le notaba su paso por el país de Stoichkov. Por supuesto que le enseñé todo lo nuevo, y él a mi, y hablamos de como un día de estos os abriremos el culo, y nos drogaremos, y hasta paseamos por las calles con cara de malos. Tuvimos hasta tiempo para que su jeva nos llevase de cañas (y ya era hora de conocerla, y mucho más guapa en persona, donde va a parar) y se riese de mi acento. Espero que ella me traiga de Londres un polo tan bonito o más que el del CSKA. Fueron sin duda días de vino y rosa, días que marcar en el calendario, gente de la que guardar sus fotos de carnet en la cartera, de esos con los que te entiendes con mirarte y por los que maldices al destino por no poder disfrutar de ellos más a menudo. Me es igual, he aprendido a que me cunda por todos los ratos que no puedo verlos y más. No tardaréis mucho en volver a verles por aquí, os lo prometo. 



En Madrid tengo dos hogares. Tengo muchos más, pero sin duda donde más caliente se está cuando hace frío son en los que he tenido suerte de habitar estos días. No son más, ni mucho menos menos, que esos sitios donde sabes volver aunque estés perdido, donde acudes cuando te duele algo o donde sabes que puedes desconectar cuando necesitas hacer un pequeño parón porque todo te puede un poco, por mucho que seas un superhéroe, que lo soy. Uno de los regalos que te da la vida es el tiempo, sin duda. Tenerlos a ellos desde hace tanto no hace más que llenarlo todo de risas y alegría, son como el oro, que pase el tiempo que pase jamás se devalúa. Me conocen tanto de oídas como de vivencias, y eso lo pueden decir pocos, los de verdad. Y por eso podemos tirar de cuaderno de bitácora y acordarnos de cuando nos acordaremos de acordarnos, ya sea con unas hamburguesas de un pavo entre las manos o pegándonos unos bailes en el Chapandaz, como velero en el mar. Me gusta que sean el principal motivo de agarrar el petate y meterme unas cuantas de horas de bus entre pecho y espalda. Me gusta que Petxu me presente a la piba que le hace feliz (no albertadas, por favor) y me gusta ver que tienen la materia prima para hacer algo bien bonito juntos, y yo estaré ahí con mi canon cuando sea el momento. Me gusta que Laurita me haga cosquillas antes de dormir, y compartir salchichón y galletas de Holanda. Me gusta cantar canciones de Pxxr gvng por las calles de Madrid y me gusta el bar ese de raciones, y que se vengan cuando quedo con más gente, y que Tetxi me deje las llaves de su piso como si fuese mio. Me gusta todo esto porque se que lo que queda es mucho mejor que todo esto, básicamente. Porque si reír alarga la vida rebasaremos los topes. Prometo hacer gifs para la próxima, esta vez estuve tan a gusto (por mucho que me quejase) que ni saqué la cámara. No tengo mucho que decir sobre ellos que no sepáis, son de los que no hace falta decir mucho.







Sexo oral con escafandra, supero el contacto, máximo nivel, tantra. Estoy hasta las tantas, sobre dos notas, repetido como mantra. Me bebo los océanos, cuando fumo cielo prefiero hacerlo despacio... soy la razón de tu presagio, nada más sugestivo invadirá tu espacio. No voy a gritar a quien no quiera escuchar, no pienso mostrar a quien o quiera encontrar. Cuando vacían la despensa de los sueños, teatro de ocurrencias, huevos, empeño.

Por cierto, la semana que viene, el sábado, hago veintiseis. Madrecita, yo que pensaba que este año iba a ser la polla y llevo cinco meses y no he hecho nada útil. Un palo más a la espalda, muchos propósitos sin cumplir, una lista de derrotas que ni Lotina y un saco de intenciones que son sólo eso, intenciones. Haré una lista para la semana que viene. No os pondré el poema de Ángel González, que os lo sabéis de memoria, ni os diré lo que estaba haciendo el año pasado, ni os avasallaré con fotografías de sms (si es que llegan sms). Deciros que para mi los años hace mucho que dejaron de ser años, simplemente son letras en mi tatuaje. Deciros que me dan igual las velas, los matasuegras, el confeti y la stripper dentro de la tarta. Yo sólo entiendo de fotografías y no me podéis hacer un vídeo porque las tengo yo todas. A esta edad muchos ya habían triunfado en la vida. Lo mío es para estar más que decepcionado, con los mimbres que tengo... Me gusta mear contra el viento. Me gusta este olor a derrota que no se quita ni duchándote. Me gusta llevar estas cartas de mierda, y las misivas de mierda también, por supuesto. Lo voy a llenar todo de fuego. No os preocupéis, tengo al Mini diciéndome lo que piensa de mi. Os faltan muchas horas.


La mafia del amor - La disco resplandece

8 comentarios:

  1. Tengo la gran necesidad de trollearte el post a la par que ponerme sentimental.
    Aunque odies la capital cada día más ojalá y vuelvas pronto, es genial tenerte por aquí de vez en cuando y creo, y pongo la mano en el fuego y no me quemo, que cualquiera de los que mencionas estarían de acuerdo conmigo.
    Por cierto, no te calientes porque sabes que soy yo la que tiene todas las fotos.
    Pd. Podias haber puesto mejor la otra foto en la que no parece que se me ha aparecido algo.
    Pd. II Este post va a tener muchas visitas y si no al tiempo.
    Pd. III Uoooo uo uooo yo no se lo que pasó pero la disco resplandeceeeee
    Pd. IV Quizá el tiempo

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    1. No se de que me hablas, ni quien eres. ¿Eres tú? Po' no viá ser yo.

      La próxima vez que me mandes al sofá a dormir estás muerta.

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    2. Todo el mundo sabe quien soy incluso desde el anonimato.

      <3

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  2. Papi, Madrid como paso no como peso. Volverás. Y entre cafés y otras calles, seguiremos soplando heridas, pa' ver si sanan.

    ;-)

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    1. Volveré. Siempre se acaba llegando a donde te esperan. Que bonito perderse por las calles de Madrid con usted. Obrigado.

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  3. Me gusta tu perspectiva aunque me entristece que pienses así de Madrid, está claro. Agota pero lo que queda es mucho más fructífero. Y lo sabes.
    Las cosas bonitas en las pequeñas cosas.
    Para la próxima más tiempo y más calma, promesa.

    Un beso; y gracias por la visita y la joyita.

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    1. No se puede hablar de Madrid de la misma forma si se viene de sitios diferentes, de ahí que me oprima en exceso. Pero hay que mirar lo positivo: si pese a todo ello me sigo dejando caer, es que lo bueno le puede a lo malo. Sin duda conocerte le puede a todo lo demás.

      Seguro que pronto la próxima, seguro que con más calma. Las tomas de contacto son así, que si no saltan chispas y los cortocircuitos hacen que se chafe la corriente.

      Otro beso fuerte. Guárdale un buen sitio a la joya. Gracias a usted, ya sabes.

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